Jorge “Monitor” Rodríguez: “El rock es el único género musical que convoca a distintas generaciones”

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Jorge “Monitor” Rodríguez: “El rock es el único género musical que convoca a distintas generaciones”

24 Julio 2022

Por Mariano Nieva / Fotos: Juan Manuel Foglia

Jorge “Monitor” Rodríguez es uno de los más emblemáticos productores del rock argentino. En diálogo con AGENCIA PACO URONDO recordó sus inicios como plomo y tira cables de Charly García y Nito Mestre en tiempos de Sui Generis, su paso por aquel gran grupo progresivo que fue Crucis y la llegada de la mano de Daniel Grinbank a las grandes producciones de espectáculos. Además, hizo un repaso de sus importantes trabajos junto a Vox Dei, de la noche que salvó el pellejo en la tragedia de República de Cromañón, de sus nuevos proyectos y de cómo fue trabajar con García en sus más tormentosos años. “Fueron nueve años muy intensos que incluyeron roturas de equipos, juicios y todo tipo de escándalos. Por eso digo que si sobrevivís a trabajar con Charly todo lo que venga después es muy fácil”, analizó.

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo empezó tu camino de asistente y productor de rock?

Jorge Rodríguez: Empecé siendo cadete de los plomos que trabajaban con Sui Generis en 1974. Para ese momento, Charly García y Nito Mestre habían lanzado su tercer disco Pequeñas anécdotas sobre las Instituciones. Luego, empiezo a trabajar con Crucis y al mismo tiempo que era asistente de escenario del guitarrista Gustavo Montesano, empecé sin darme cuenta a hacer cosas de producción como ir a cobrar pequeñas sumas de dinero o encargarme de distintos tipos de trámites. Porque además de cargar bafles y tirar cables, siempre me gustó la producción porque soy fanático de The Beatles no solo por la parte musical sino también por el trabajo que hacían Brian Epstein, Neil Aspinall y Mal Evans. Representante artístico, road manager y asistente respectivamente de la banda. Tipos que estando alrededor de los músicos viajaban por todo el mundo, conocían grandes personalidades, manejaban autos caros y vivían en edificios lujosos. Todas cosas que miraba en las películas y quería para mi vida.

APU: ¿Cuándo empezás decididamente a trabajar de manera más profesional en la producción de espectáculos?

J.R.: Cuando Daniel Grinbank, a quien le agradezco mucho por haberme abierto la puerta a este mundo, me propuso trabajar en la producción de los conciertos que él hacía. Yo en esa época venía de organizar bailes donde le sacaba plata a mi vieja y a mi hermano para hacerlos y siempre perdía. Y tenía la ventaja de vivir en el centro de la ciudad de Buenos Aires, a pocas cuadras del teatro Coliseo que Daniel había alquilado por un año para hacer todo tipo de eventos. Me la pasaba en la sala asistiendo a cada productor que venía con su propuesta, ya sea comedia musical, obra teatral o concierto de rock. Y de esa forma fui aprendiendo.

APU: Según tu experiencia ¿cuándo sentís que las producciones del rock local se profesionalizan pasando a ser más grandes y complejas?

J.R.: Para mí cuando Grinbank tomó la posta de lo que dejaron Jorge Álvarez y Oscar López. Ahí se profesionalizó todo lo que tiene que ver con la producción artística de conciertos de rock. Recuerdo que antes, cuando trabajaba con Sui Generis por ejemplo, solo éramos el “Conejo” García, Totó, Madre Galván, Pachorra y yo los que nos encargábamos de las luces, el sonido, cargar los equipos, etc. Luego con la llegada de Daniel para 1981 aproximadamente se empiezan a distinguir bien los roles y las áreas de cada integrante de la producción.Siendo Serú Girán el caso más claro de una nueva forma de encarar los trabajos con las bandas. Porque además de un coordinador general de escenario y un asistente de producción, cada músico va a requerir asistencia personal y técnica para cada instrumento. Multiplicándose de esta forma la cantidad de gente que trabaja en los recitales. Y al encarecerse todo por otro lado, se dejan de hacer este tipo de espectáculos en los clubes de barrio para pasar ya a lugares más grandes como los teatros.

APU: ¿Se puede decir que “El regreso de la leyenda”, esos conciertos de Vox Dei en el teatro Ópera de 1996, es tu primera gran producción de rock?

J.R.: Coincido. Aunque tengo que decir que antes ya había trabajado con Vox Dei cuando después de estar siete años separados, en 1986 el trío decide reunirse para hacer nuevamente en vivo La Biblia (1971). Recuerdo que el propio Ricardo Soulé me pidió que si además de ser stage manager les podía dar una mano en la organización, lo cual acepté sabiendo que sería un examen tremendo para mí trabajar en un evento de esa envergadura que incluyó cuatro noches en el teatro Ópera con 12 mil espectadores en total. Luego, hicieron una pequeña gira y Ricardo se fue a España hasta que nuevamente decide volver y es ahí cuando les propongo a los músicos hacer un show, que finalmente fueron dos nuevamente en el Ópera, bajo el título “El regreso de la leyenda”. Que incluiría un documental y la grabación de un disco en vivo. Algo novedoso para mí porque nunca me había metido en el mundo discográfico y donde tuve que negociar con CAPIF (Cámara Argentina de Productores Industriales de Fonogramas) y SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música). Así que como bien decís, este trabajo que hice junto a José Luis “Conejo” García se puede decir que fue el más importante que había hecho hasta el momento.

APU: ¿Y a partir de aquí es que volvés a trabajar con Charly García?

J.M.: Exacto. Después de una nueva separación de Vox Dei trabajo como asistente de producción de Charly García. Oportunidad que se me dio luego de presenciar un show que ofreció en un conocido hotel privado de la ciudad de Buenos Aires, cuando me invitó a su casa para hacerme la propuesta. Para ese entonces él estaba armando un nuevo grupo de gente para que sean parte de su entorno artístico. Así que fueron nueve años muy intensos que incluyeron roturas de equipos, juicios y todo tipo de escándalos. Por eso digo que si sobrevivís a trabajar con Charly todo lo que venga después es muy fácil (risas).

Cromañón nos pasó a todos

APU: El 30 de diciembre de 2004 la espantosa tragedia de República de Cromañón va a marcar un quiebre en muchos aspectos en la historia del rock argentino. ¿Qué podés decir acerca de un hecho que también modificó las costumbres a la hora de las producciones artísticas?

J.R.: Recuerdo que en aquel momento estaba intentando hacer un arreglo con la FM Rock & Pop y con Omar Chabán para hacer unos bailes de verano en Cemento que se iban a llamar “Sexo, birra y rock n roll”. Y como no nos podíamos poner de acuerdo en los porcentajes, una tarde Omar me llamó por teléfono para invitarme a sus oficinas en República de Cromañón el día que iba a tocar Callejeros para terminar de cerrar todo. Así que ese 30 de diciembre por la tarde fui junto con Pablo Pérez en representación de Rock & Pop para encontrarnos con el dueño del boliche. Estuvimos los tres reunidos varias horas y cuando finalmente nos pudimos poner de acuerdo Omar nos invitó a quedarnos porque el show iba a comenzar en pocos minutos. Aceptamos y nos acomodamos en el VIP mientras el público terminaba de ingresar. Hasta que en un momento me sinceré con Pablo y le dije que no tenía muchas ganas de ver a la banda de Villa Celina. Y nos fuimos con la promesa de volver a saludar más tarde a Chabán.

APU: Da escalofríos pensar que por esa decisión de no quedarte a ver el concierto pudiste haber salvado tu vida.

 J.R.: Es que yo pienso igual que vos, al irme salvé mi vida. Esa noche cuando salimos de República de Cromañón con Pablo nos separamos en la puerta, con la idea como dije antes, de volver después del show de Callejeros. Recuerdo que para hacer tiempo fui a ver una película y cuando salí del cine a eso de las 23 horas fui a un locutorio para hablar por teléfono. Y estando allí veo en una pequeña televisión que había en el lugar la famosa placa de Crónica TV que decía: “Incendio en una bailanta del barrio de Once”. Y cuando me acerqué a la zona de Plaza Miserere lo primero que vi fue que todo estaba vallado y que había un montón de ambulancias, policías y bomberos. Después, y como consecuencia de ese horrible hecho, es que va a empezar una caza de brujas por parte del estado municipal y nacional contra el rock clausurando boliches, pubs y pequeños espacios culturales. Que va a llevar mucho tiempo revertir.

Mañana es mejor

APU: En los últimos años trabajaste mucho en espectáculos como “Héroes del rock” o “Mariposas de Madera”, este último lamentablemente interrumpido por la pandemia cuando iba por la segunda edición, donde les diste un lugar destacado a los músicos fundacionales de nuestro rock. ¿Cómo podrías describir al público que asiste a estos eventos en cuanto a edades e historias?

J.R.: Mirá, a los shows vienen el tipo de 40 años con su hijo de 20 y la persona de 70 que vivió todo aquello. Por eso digo que lo que sucede es multi generacional, como lo es el rock. Que es el único género que pasa de generación en generación y que tal vez esta forma de concebirlo haya sido cuando en 1981 vino Queen a nuestro país y más tarde The Rolling Stones y Paul McCartney. Donde empezaron a ir los adultos a los recitales porque nunca habían visto a sus héroes en vivo. Y lo que pasa ahora es que los pibes que nacieron en este siglo, acompañan a los mayores para ver cómo eran los artistas del rock argentino que sus padres o abuelos disfrutaron en su juventud. Por otra parte, hoy lamentablemente no podemos poner las formaciones completas y originales porque muchos fallecieron. Por eso lo que intento hacer siempre en mis espectáculos es homenajear aquellos años donde todo comenzó.

APU: Te hacia esta pregunta porque no sé si recordás que en el último festival BA Rock que se organizó en 2017, hubo duras críticas de una parte del público y de músicos también porque en la grilla de las tres jornadas había muchas bandas “nuevas”. Como Catupecu Machu, Las Pastillas del Abuelo, Eruca Sativa y Los Gardelitos por ejemplo.

J.R.: Es que ese fue siempre el espíritu de BA Rock, por el cual luchó tanto Daniel Ripoll, su mentor. Te doy un ejemplo, en el primer festival que se organizó en el Velódromo Municipal en 1970 estuvieron “Pajarito” Zaguri, Manal, Almendra y Los Gatos que eran los históricos de ese momento con solo un año de trayectoria (risas). Pero también hubo bandas como Los Mentales, Cable Pelado, La Joven Guardia y El Grupo de Gastón que eran toda una novedad. Por eso, el BA Rock también fue creado para promocionar lo nuevo y para que las compañías discográficas se fijen en estos artistas y se amplíe el mercado. Es más, en la segunda edición del festival que se hizo en 1971 donde estuvieron Vox Dei, Pescado Rabioso y León Gieco entre otros, actuó Sui Generis cuando ni siquiera había editado su primer disco.

APU: Para finalizar, contanos algo de los dos espectáculos que estás organizando sobre La Biblia, mítico disco de Vox Dei y El Acusticazo, donde vas a reeditar aquel festival también creado por Daniel Ripoll en 1972, que se realizarán el 30 de julio y el 20 de agosto respectivamente en el escenario del Auditorio Belgrano.

J.R.: Esta nueva función sobre La Biblia va a ser diferente a la que hicimos a fines de abril con una orquesta sinfónica que incluyó 35 músicos y que estuvo bárbara. Ahora la idea es que todo suene más rockero y poderoso. Y como bien decís, después viene El Acusticazo con la participación confirmada hasta el momento de Lito Nebbia, Raúl Porchetto, Ricardo Soulé y Miguel Angel Erausquin. Y para el año próximo te puedo adelantar que tengo en mente organizar una serie de conciertos con el espíritu BA Rock en toda la provincia de Buenos Aires. Y si se dan las condiciones también, un nuevo festival en un lugar que podría ser el estadio Obras. Donde se homenajeará al querido Miguel Grinberg y en donde además las utilidades del espectáculo serán destinadas para su familia que lo necesita tanto. 

Agenda: La Biblia 50 Aniversario se llevará a cabo el sábado 30 de julio a las 21:30 h en Auditorio Belgrano, Virrey Loreto 2348, CABA. Entradas por EntradaUno.