El kirchnerismo representa el peor momento para los hinchas que van a la cancha

APU: ¿Querés hablar de algo en particular?

Horacio Bustingorry: Si, vamos a retomar esa columna trunca que presenté hace dos semanas, respecto a la prohibición de visitantes en la provincia de Río Negro. En primer lugar, estuve viendo declaraciones del jefe de la policía rionegrina Ariel Alberto Gallinger diciendo que no está en condiciones de mantener la seguridad del público en la Provincia y que por eso se toma esta medida. De esa manera demuestra una incompetencia en su función, no cumple con el deber de funcionario público para el cual ha sido designado. Está admitiendo su propia incompetencia.

APU: Horacio recordanos la medida ¿Cuál fue el problema en la provincia de Río Negro?

HB: Prohibición de visitantes para los partidos organizados por el Consejo Federal en provincia de Río Negro. A diferencia de lo que ocurre con los clubes metropolitanos donde a algunos presidentes la medida les cayó satisfactoriamente porque les habilita bajar costos en los operativos de seguridad, los clubes rionegrinos se han quejado porque sostienen que la cantidad de gente que pueden llevar los visitantes ayuda a solventar los costos para organizar el evento.

Por ejemplo Independiente de Río Colorado en el partido con Deportivo Roca esperaba alrededor de 300 o 400 hinchas de Deportivo Roca. Independiente no lleva a más de mil o sea, casi la mitad de publico de Independiente lo iba a aportar el equipo visitante y con esta medida se vio afectada esa posibilidad. Por eso manifestaron su queja.

APU: Acá viene la auto declaración de incompetencia del jefe de la policía rionegrina. ¿Cómo se llama?

HB: Ariel Alberto Gallinger.

Paradójicamente el kirchnerismo representa el peor momento para los hinchas que van a la cancha. Es una paradoja porque la etapa kirchnerista coincide con el momento que se le saca el monopolio a TyC Sports, que fue una medida avanzada para quienes quieren ver fútbol por TV a lo largo y ancho del país. Pero para los hinchas que van a la cancha, empezaron todas las medidas de restricciones y eso coincide con la etapa kirchnerista.

El primer antecedente es el Boca-River del 2004 por la Libertadores, donde se prohíbe el público visitante. A partir del 2007 comenzaron todas estas medidas de prohibición de visitantes que cada vez se hacen más habituales, tan habituales que en una provincia como Río Negro, se la termina adoptando.

APU: Una provincia tan periférica, tan lejana.

HB: En general en el interior no se habían plegado a este tipo de medidas. Por eso digo cuando se hace esta medida y se deja pasar después no se para más. Va a ser una tendencia que irá in crescendo con el riesgo de que algún día se juegue sin público visitante en todas las categorías, que es mi mayor temor.

Muchas veces escucho que a causa de la violencia la familia no vuelve a la cancha. Considero que esa es una consigna reaccionaria, porque la verdad he encontrado poca gente que no vaya a la cancha por miedo y sí, lo que encuentro es gente que no puede ir a la cancha por estas restricciones que supuestamente son para que la familia vuelva a la cancha.

Otra cuestión: Mucha gente sostiene que el fútbol es el opio de los pueblos, sin embargo hoy uno puede ir al cine, al teatro o a un recital pero dónde tengo restricciones es para ir a la cancha.

APU: El capitalismo te abre las puertas para un montón de cosas, no para la cancha.

HB: Me recuerda a una frase de un libro de Stuart Walton “Una historia cultural de la intoxicación”, donde dice que “hoy vale para el pueblo casi cualquier opio menos el opio propiamente dicho”. Diría que acá es lo mismo, el fútbol es el opio de los pueblos pero sólo se puede consumir cualquier otro opio menos ir a la cancha.

APU: Lo que me pasa cuando voy a la cancha es que flasheo con las hinchadas, me quedo mirando mucho las tribunas y pensaba, estos tipos organizados mano a mano con la policía deben marcar bastante la parada. ¿Tiene algún elemento subversivo el fútbol que hace que sea perseguido?

HB: No, no tiene nada que ponga el riesgo el sistema. El capitalismo jamás va a temblar por una hinchada de fútbol. Sí lo que genera son ciertos ataques parciales a la normalidad de la vida cotidiana bajo este sistema. Cuando llega una hinchada puede haber cierto temor en la zona, en los negocios y eso altera un poco el orden público. Subversivo no es pero si altera un poco la cotidianeidad.

APU: Volviendo al tema de Río Negro ¿Cómo queda esa situación?

HB: Por ahora están los clubes protestando y el policía diciendo que no puede garantizar seguridad. Quiero remarcar que a los clubes de Río Negro nos les cayó bien la medida a diferencia de los clubes del conurbano.

APU: No festejaron las medidas porque el peso económico de las hinchadas visitantes es fuerte.

HB: Claro. Entonces vale incrementar el costo del operativo porque se va a obtener mayor ganancia con la presencia de público visitante.

Quisiera remarcar un último punto que ya hemos hablado pero no está demás volver a puntualizarlo. Este proceso de restringir el acceso del público visitante o directamente prohibirlo se hace con violencia. Se utiliza la violencia propia del Estado en los operativos para frenar a quien quiere entrar al estadio y no está autorizado o una violencia indirecta que ocurre cuando el público que burla la medida y va de incógnito muchas veces es detectado por hinchas locales. Es una doble violencia que ayuda a que esta medida se haga con la mayor tranquilidad posible. Considero que esta es la violencia más grave del fútbol argentino. No la de las hinchadas, que existe y también debe ser eliminada, sino ésta que restringe el derecho a asistir a un estadio.

APU: Me preguntaba si los clubes del conurbano están de acuerdo porque ellos tienen que pagar los altos costos de la policía ¿Esa es la razón?

HB: Sí, en general se han plegado a la medida por ese motivo.

APU: ¿Quién determina cuántos policías se necesitan para cada encuentro en el operativo policial?

HB: El órgano de seguridad competente según donde se organiza el partido. Muchas veces inflan los operativos para obtener mayores ganancias. De hecho muchas veces los clubes se han quejado en partidos con solamente público local, porque a causa del riesgo de internas o que ataquen a la delegación visitante hacen un mega operativo para una sola hinchada. Siguen haciendo negocios y trabajan menos. La verdad es un cuadro lamentable.

APU: Por lo que estás diciendo, sigue habiendo una progresión negativa en ese aspecto.

HB: La tendencia es negativa pero con algunos saldos a favor. Recordemos que en la B Nacional estaba prohibido el acceso de público visitante y por suerte hoy podemos ver en la mayoría de los estadios a las dos hinchadas. Esto es un tire y afloje.

Es difícil organizar una marcha de protesta de hinchas por este tipo de medidas. Ha habido pero es muy poca la gente que se pliega y es muy difícil coordinar por las propias rivalidades que hay.

Si eso se lograse creo que se frenarían este tipo de disposiciones. En 2006 cuando por una fecha se jugó sin público visitante en primera, se juntó un número importante en AFA y al otro fin de semana se terminó.

APU: ¿Cuál era el número importante?

HB: Alrededor de 500 personas, imaginate si fueran 5.000. Me ha tocado ir a una marcha donde eran más policías que hinchas.

APU: Antes la explicación era que le conviene a la televisión que no vaya gente a la cancha., ahora que a la televisión le da lo mismo si va o no la gente a la cancha, en cuanto a que no necesariamente más gente va a pagar el codificado. ¿Por qué siguen incrementando estas medidas? En las canchas se están exigiendo que vayan menos personas, en la cancha de River, este año el Gobierno d la Ciudad está imponiendo muy fuerte que no pase los 60 mil espectadores, cuando en los 90 esto no era así, iban 80 mil.


HB: Ese es otro fenómeno de la tendencia, restringir la capacidad del estadio, supuestamente para garantizar seguridad y comodidad.

APU: Claro pero paradójico con el sistema de codificado que ya no existe más ¿Cuál sería la razón?

HB: La paradoja es esa. Ampliamos derechos televisivos que la gente merece como mirar fútbol sin tener que pagar codificado y lo restringimos en la cancha que es un signo de cultura popular argentina. Es un tema complejo difícil de entender.