Edu Schmidt: “Croto es un homenaje a mi abuelo ciruja y al viejo que quiero ser”

  • Imagen

Edu Schmidt: “Croto es un homenaje a mi abuelo ciruja y al viejo que quiero ser”

06 Septiembre 2020

Por Mariano Nieva

Edu Schmidt, tiene un nuevo disco que fue editado en medio de esta inédita pandemia de Covid-19. En diálogo con AGENCIA PACO URONDO dio detalles de la grabación de Croto, del homenaje en forma de canción a Atahualpa Yupanqui, de cómo vive la cuarentena, y de su emprendimiento gastronómico de comida judía.

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo se desarrolló el proceso que culminó en la edición de Croto, tu nuevo disco de estudio?

Edu Schmidt: A Croto lo fui haciendo de a poquito porque estoy componiendo más lentamente. En general, antes de la cuarentena estaba con muchos viajes y por eso es que componía una canción por mes. De esta forma, en dos años junté unos 25 temas y empecé a pensar la posibilidad de sacar un EP. Hasta que un día me di cuenta que había material para conformar un disco y que tenía vida propia. Y quedaron estas ocho canciones. Después hicimos una juntada con mis músicos donde les mostré el nuevo material en el cual había algunas canciones que ya las tocábamos en vivo.

APU: Conceptualmente, ¿qué sentís que significa o quisiste expresar con este nuevo trabajo?

E.S: El significado de Croto tiene que ver con muchas cosas. Por un lado, con ser parte de una trilogía junto a mis discos anteriores Chocho! (2014) y Loco (2017). Y por el otro, porque los títulos de las tres placas contienen palabras de dos silabas que incluyen dos letras o cada una. Además, está presente un concepto de  urgencia y permanente movimiento. Lo despojado que es una característica de mis canciones y mi manera de mostrarlas. Y también, con la historia de mi abuelo nacido en Rusia que era ciruja. Que se convirtió en un referente para mí de cómo vivir la vida. Por eso, siempre digo que me gustaría ser como él.

APU: Un disco intimista como las anteriores, atravesado una vez más por tu historia personal.

E.S: Totalmente. Así como en Chocho! intenté mostrar una foto mía y en Loco quise encontrar el niño que fui, supongo que en Croto lo que quiero reflejar es al hombre viejo que quiero ser. Las canciones del disco, al mismo tiempo que parecen despojadas y simples, por dentro son muy complejas. Todas tienen arreglos de cuerdas de instrumentos como el sitar o el charango. Hay letras muy complejas de escribir pero a la primera escucha me doy cuenta que son sencillas. Lo que a mí particularmente me gusta mucho. Porque tiene que ver con la música popular y con que el mensaje y el modo de decirlo llegue a todos/as. Por otra parte, el disco dura menos de media hora y por eso se presta a que al menos se reproduzca dos veces seguidas. Y de este modo siento que logré lo que buscaba y es que el álbum sea así, cortito y al hueso

APU: Croto da inicio con el tema "Felicidad", ¿por qué lo elegiste y cómo se tomó la decisión de que sea primer corte de difusión?

E.S: La letra de "Felicidadtiene que ver con la sensación de buscar lo que nunca encontramos y que cuando lo hacemos no nos termina de conformar. Y un poco esa búsqueda de ser feliz es lo que nos hace caminar hacia adelante. Una temática que tengo en muchos temas, algo recurrente en mi obra. También, en la sonoridad hay algo de la banda escocesa The Fratellis con esas guitarras distorsionadas. Sinceramente, lo elegimos como primer corte un poco de casualidad porque fue la primera canción en terminar de mezclarse. En realidad, debo confesar que yo quería como primer single "La mitad de la mitad", pero faltaban algunas cosas de la grabación. Pero finalmente como bien señalás, este tema nos gustó tanto que terminó abriendo el disco. Además, es una composición que siento que si fuera la única que alguien escucha de mi nuevo trabajo estaría bien porque creo que representa el espíritu de Croto. La letra es simple, directa y con una carga de filosofía existencialista también.

APU: Otro gran momento de tu nueva propuesta es sin ninguna duda "Atahualpa". Una clara dedicatoria a Héctor Roberto Chavero, conocido mundialmente como Atahualpa Yupanqui.

E.S: El tema "Atahualpa" lo hice disparado por una de esas frases que él solía decir habitualmente con esa sabiduría ancestral que tenía. Una mezcla de cultura de nuestros pueblos originarios y el budismo podríamos decir. Yupanqui decía que el sonido de la guitarra "tenía que ver con los millones de pájaros que cantaron en el árbol de donde se sacó la leña para hacer ese instrumento", una mirada de cómo el hombre y la naturaleza son la misma cosa. En lo personal, me gusta mucho la figura de Atahualpa. Si bien conozco algunas de sus canciones, no me considero fan, ni estudioso de su obra y tampoco lo escucho todo el día. Sí me resulta realmente interesante como plantea sus composiciones. Y tengo el placer de decir que mucha gente del folclore me felicitó por la canción y para mí eso es muy importante, porque de esa música que es tan nuestra, es un poco de dónde venimos. En la canción además, tocó el bombo legüero Camilo Carabajal y sumaron sus guitarras el Trío dos más uno, integrado por Hugo y Marcelo Dellamea y Ariel Sánchez. 

APU: Contame un poco sobre las letras en general, ¿hay un método para escribirlas?

E.S: Con respecto a las letras siento que cada vez voy más adentro mío. Creo además, entre los/as que hacemos canciones hay dos grupos. Por un lado, los/as melodistas que en general pueden llegar a ser más estéticos/as y por el otro, los/as letristas que son más conceptuales y que es en donde me siento más representado. De todos modos, ningunos/as son mejores que los/as otros/as, se complementan perfectamente. Porque a magia de una canción es la suma de una melodía con una letra, así que las dos cosas son muy importantes.

APU: A modo de ficha técnica, ¿dónde fue y quiénes participaron de la grabación del nuevo material?

E.S: Tuve la alegría de hacer este disco con mi banda, Los Enroscaos, que la integran Damián y Gustavo Bustos en batería y guitarra respectivamente y Matías Puntillo en el bajo. En la producción artística, estuvo nuestro operador de sonido Alejandro “lechuga” Alvés. Las bases fueron grabadas, mezcladas y masterizadas en el estudio Del Abasto Monsterland con el capo de Álvaro Villagra como técnico de grabación junto a su asistente, Mauricio Escobar. Como músicos invitados estuvieron Martín Avati en sitar, un amigo de toda la vida, los aportes de Gerardo Faréz en teclados, los violines estuvieron a cargo Luis Sava que prácticamente es un integrante más de mi grupo y con quien además, hago todos los arreglos de cuerdas. Y finalmente en varios temas puso voces, palmas, panderetas y adornitos Manuel Hattom.

Cuarentena, docencia y gastronomía

APU: Estamos viviendo desde marzo al menos en nuestro país, un tiempo de excepción con respecto a la pandemia del Coronavirus y la decisión que tomó el gobierno nacional de dictar al principio una cuarentena obligatoria. ¿Cómo te pegó la situación?

E.S: Con respecto a la cuarentena, al comienzo pensé que en este contexto iba a hacer el disco de mi vida. Tal vez, porque es una situación ideal, al no tener otra cosa más que hacer que quedarme en casa cuidándome. Recuerdo que en situaciones muy parecidas hice muchas canciones aunque en esta ocasión existen otras particularidades sociales. Personalmente, al principio el aislamiento no me pegó nada bien. No tenía ganas de tocar. Si en cambio me conecté con la cocina como nos pasó a millones de personas en todo el mundo. Comencé a preparar comida judía por mi descendencia, y creo que la creatividad y el impulso emprendedor como se dice ahora, lo canalicé hacia allí y armé un emprendimiento gastronómico que se llama Schleper.

APU: Es habitual en tus conciertos que en la previa cocines para todos/as aquellos/as que van a verte. Contanos algo más de Schleper, tu emprendimiento gastronómico.

E.S: El emprendimiento es un delivery de comida judía, y su nombre en lengua idish significa justamente croto que es usado un poco en broma y otro poco de forma despectiva por las madres de la colectividad cuando se refieren a los novios de sus hijas (risas). En verdad fue pensado para que en ocasión de la presentación a la prensa del disco pudiera entregar a todos/as los/as presentes una especie de souvenir comestible hecho por mí. Al estilo de cuando cocino en los shows del Club Cultural Matienzo (CCM) por ejemplo. Pero, vino la pandemia y no pudo ser.

APU: La última, ¿seguís conectado con la pedagogía musical por estos días?

E.S: Sigo dedicándome a la pedagogía musical. Por estos días, estoy haciendo un encuentro virtual por la aplicación Zoom cada mes y medio aproximadamente, donde participa gente de todo el país y de muchas partes del mundo. Y lo que hacemos es componer juntos una canción mientras analizamos su estructura. Y el resultado final es increíble.