Delfina Goldaracena, joven poeta de un mundo soñado

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Delfina Goldaracena, joven poeta de un mundo soñado

01 Enero 2017

Por Miguel Martpinez Naón

Delfina nació un 21 de Septiembre de 1990, era muy pequeña cuando comenzó a escribir poesía. A los ocho años fue publicada en la antología “Poesía en el subte” (Ediciones de La Flor), ese mismo año integró la antología de la Casa de la Poesía del gobierno de la ciudad. Muchos de sus poemas fueron publicados en revistas (La Guillotina, por ejemplo) y portales web. Obtuvo premios literarios en los colegios St. John`s y Southern Cross, y participó en infinidad de ciclos literarios.

Tocaba el piano, sus allegados cuentan que a los seis años compuso sus primer pieza musical.
También fue una gran deportista y le encantaba navegar en los Optimist del Club Náutico de San Isidro.

“Cuando la conocí Delfina Goldaracena miraba y sonreía como si recién hubiera aparecido. Donde ella estaba era como si se hubiera abierto de golpe una ventana, un espacio sorprendido. Y es que su criatura era pura luz inteligente. Desde muy niña escribía poemas asombrados y asombrosos. A los seis años decía: La flores que gritan el silencio/como los áboles que tiran/los gritos al silencio” (Palabras del poeta Leopoldo Castilla)

A los 11 años tuvo un accidente en la montaña cuando practicaba esquí, por lo cual padeció amnésia y graves daños en su columna. Le apasionaba la literatura japonesa, los libros de Kawabata y el rock de los 60. Como alumna del colegio ECOS comenzó a realizar tareas solidarias en barrios humildes y en su interés por ayudar a chicos sordomudos aprendió el lenguaje de las manos. Un 10 de Octubre de 2016, Delfina regresaba del Chaco junto a sus compañeros de ECOS. Habían realizado tareas comunitarias en una escuelita rural, el colectivo en el que viajaban chocó contra un camión fuera de control en la ruta 11. Perdió la vida ella junto a otras 11 personas.

Delfina tenía 16 años. A continuación compartimos algunos de sus bellos poemas, muchos de ellos fueron leídos en su momento por Luis Alberto Spinetta quien la apreciaba mucho.

SUS POEMAS

(De 1997)

La flores que gritan el silencio
como los árboles que tiran
los gritos al silencio

Mientras amanece


Los ronroneos de los gatos
la lluvia que cae del cielo
el pan del amanecer
y las alas del picaflor
que no se ven

Sólo una vez (1998)

sólo una vez lo hice
por debajo del agua
con el romance
desnuda
y el palacio del mar
acusándome de un robo
los caracoles
los peces
las aguas frías

(mi alma no resiste
a tal belleza)

me matan
me entierran
pero mi alma sigue viva


La muerte

La luna va detrás de mí
impidiendo la muerte
que se realizará mañana a primera hora
Quiero ver la primera hoja que cae
despertar
aliviar
morir
nacer
perder
ganar

yo no sé cuál de ellas
yo no sé cuál
yo no sé el día
yo no sé la noche
pero hay algo que sé

cuántos días pasaron

Viento (1999)

El viento volaba
en aquellas rocas se oía
el viento era fuerte, astuto, rencoroso
y con forma de caballo manchado por tinta roja


Un mundo soñado

Una uva que me mira
con sus pies amarillos
El espejo que me mira
ya no es mi mundo

Te haremos un cumpleaños mi niño
en la uva:
mojada
rota
flor
flor de uva
flor vida
flor que cuando
las nubes se hicieron para mirar
el agua que no soporta

Mi uva mira la nube
Mi uva es el mundo
ya no es vida
es muerte.

El día y la noche

El sueño de una estrella es el que se cuenta
cuando el cielo lo decide
el día de sol no es un día de aventuras de cuento
son días que
ya saben
que el rostro puede sentir aire mojado
seco
o
ya saben
aquel bosque que conocí era raro
no tenía
árboles
claro
tenía árboles pero eran
ya saben
los árboles comunes
del sueño son
rosa el tronco y azul la copa

(Del 2000)

Las frutas de aquella noche llovieron
las sombras de tu universo son mágicas
ese plato, el que nunca
me di cuenta de que era una rama sin flor
noche sin luna
e incluso
hojas de geranio que derramaban tu petróleo
el petróleo de tu mirada
el que no me deja respirar tu voz
El sufrimiento resulta ser un acto
telón, escenografía e incluso mi gato
quiso ser protagonista
Pero no
nadie en el escenario
porque el reglamento dice así:
ceniceros en llamas
flores sin tallo que soporten su deslumbrancia
una sorpresa de madre
nuevos intentos
de los que nadie podría escapar

La injusticia de la vida ha sido probada
el camino corto es el sabio
el ignorado
La injusticia es potente contra el viento
y el camino destruido por la lluvia
Un campo a lo lejos vi ayer
el campo no tenía hora
solamente tenía furia por dentro
¿por qué no hubo hora terminada?
Y ¿por qué no tuvo fuerzas para evitarlo?

(Del 2005)

Voz del tiempo
reloj de sangre
carne
que late al compás del viento
Cultivo mi ansiedad con fantasías
Voz del tiempo
reloj de sangre
¿cuánto falta para que todo termine?

(Del 2006)

Fruto de las mil maravillas
esta vez no dije nada
No supe deliberar el secreto
pero mis pestañas dibujaron
las palabras, esas que el humo
de la pureza del aire recitó
entre sus labios


Alguien espera
en el final

Que no entiendan
el idioma del amor
y le teman
a lo desconocido
con uno
disuelto
entre las
sombras

Nadie escucha
nadie quiere entender