Comunidad y tecnología: reabre sus puertas el Centro de Arte Sonoro

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Comunidad y tecnología: reabre sus puertas el Centro de Arte Sonoro

06 Diciembre 2020

Por Gabriela Canteros

Por decisión de la autora y de los/as entrevistados/as, el articulo contiene lenguaje inclusivo.

Reabrió sus puertas el Centro de Arte Sonoro, con protocolo y horarios reducidos.

El CASo es el primer centro permanente del país dedicado a promover este campo. Entiende el arte sonoro como una expresión contemporánea y se basa en tres ejes fundamentales: escucha, comunidad y tecnología.

Un espacio que “no puede explicarse sin volver a Casa Tomada, un proyecto que llevamos a cabo lxs trabajadores de la CNB junto a la entonces Directora, Valeria González (hoy Secretaria de Patrimonio Cultural), un montón de artistas y otrxs hacedores semióticos a quienes convocamos.” 

“Casa Tomada tuvo lugar en 2016, en pleno gobierno neoliberal en el que la Cultura como institución sufrió grandes ajustes presupuestarios, pero no sólo eso, la cultura como bien común y condición constitutiva de subjetividades también sufrió (y mucho) una fuerte erosión que paralizó muchas acciones y degradó nuestra autoestima colectiva.”

 Aquí inicia el diálogo con el equipo y su historia.



AGENCIA PACO URONDO: ¿Regresó el CASo presencial luego de un largo lapso de jornada vía web, cuáles son las propuestas? 

Equipo del CASo: La idea principal que guía la vuelta del CASo es la reapertura consciente. Esto significa que se realizarán actividades siguiendo el protocolo para museos en tiempo de pandemia. Por tal motivo, el CASo es parte de la propuesta de “La casa por la ventana” en la Casa Nacional del Bicentenario y consiste en llevar adelante exhibiciones de trabajos artísticos para un público reducido y para ser vistos desde las vidrieras principales de la planta baja del CNB. Más adelante se organizarán actividades en el patio de la sede. Con esto, hacemos referencia principalmente a conciertos, performances y encuentros que serán presenciales y que también podrán ser apreciados a través de streaming en vivo por Radio CASo. Buscamos aprovechar las instalaciones y la estructura de Riobamba 985 para que distintos artistas sonoros puedan tener un lugar para expresarse y experimentar. De todas formas, Radio CASo llegó para quedarse y seguiremos con la programación 24 h los 365 días del año porque nos parece fundamental que podamos seguir conectados con los públicos y artistas que no residen en CABA.
Ya tenemos programadas dos exposiciones para 2021: una en sintonía con la propuesta del Museo Nacional del Grabado y otra sobre feminismos y diversidades que se centrará en el pensamiento tecnológico no hegemónico y la acción colaborativa. 
Ahora en diciembre del 11 al 20, se viene también el Festival Tsonami, la Radio va a ser sede y estas alianzas fortalecen el trabajo cultural en territorios más amplios.
Poner en diálogo lo que sucede en el país con la programación de la radio y del centro, también es nuestro desafío para el 2021.

APU: ¿Qué podés contarnos del artista y la obra que inauguraron el 20 de noviembre? 

E.C.: La obra se llama “Todo mientras sucede parece eterno” y es una instalación del artista intermedial, compositor y desarrollador tecnológico Facundo Suasnabar. Suasnabar desarrolló una “máquina-parásito” lumínica y sonora que parece tomar el espacio y marcó un sendero para que los humanos lo transitemos. El artista escribe sobre su obra: “la máquina-parásito y el espacio se integran, generando un ecosistema de cuerpos tecnológicos que emulan cuerpos orgánicos y ocupan un espacio que lxs humanxs ya no pueden ocupar.”
Este trabajo está en consonancia con algunas preguntas que se están formulando en los últimos tiempos en relación a cómo nos percibimos los humanos en el ecosistema y cuál es el papel de la tecnología en esa percepción. La amenaza de una crisis climática en un futuro próximo y la aparición de la pandemia del coronavirus (que es también una crisis ecológica) coinciden con un momento en el cual los desarrollos tecnológicos (por ejemplo, en inteligencia artificial) no aseguran que no se profundice la explotación de seres humanos por seres humanos. La instalación está diseñada para impactar en nuestros sentidos y puede ser leída como una llamada a repensar la relación entre máquinas y humanxs, así como entre humanxs y nuestro planeta. 

APU: La historia del CASo es también una historia de resistencia artística y política, según mi relevamiento tiene varios hitos, su creación en un momento en que la cultura sufrió grandes ajustes y despidos, emergió como un espacio de resistencia con propuestas absolutamente innovadoras, ¿nos contás más sobre su historia? 

E.C.: El Centro de Arte Sonoro no puede explicarse sin volver a Casa Tomada, un proyecto que llevamos a cabo lxs trabajadores de la CNB junto a la entonces Directora, Valeria González (hoy Secretaria de Patrimonio Cultural), un montón de artistas y otrxs hacedores semióticos a quienes convocamos. 
Casa Tomada tuvo lugar en 2016, en pleno gobierno neoliberal en el que, como decís, la Cultura como institución sufrió grandes ajustes presupuestarios, pero no sólo eso, la cultura como bien común y condición constitutiva de subjetividades también sufrió (y mucho) una fuerte erosión que paralizó muchas acciones y degradó nuestra autoestima colectiva. 
La bajada de Casa Tomada era “No es una exposición. Ciertas hipótesis acerca del arte como veedor de las relaciones entre recursos públicos y bienes comunes”. Nos preguntamos si podía haber generación de valor artístico bajo la forma de una experiencia que no pueda ser subsumida, que excediera a la lógica de legitimación institucional cuantificable en un precio. Y la apuesta fue a que en Casa Tomada haya algunas zonas, como dice Valeria, de gerundio absoluto, algo que no pueda ser catalizado como trabajo muerto (valor) por la institución, que no pueda ser aprovechado ni por la propiedad privada ni por la estatal. 
Como era de esperarse, Casa Tomada fue “desalojada” antes de tiempo por el ex-Ministro de Cultura Avelluto. Ahí fue cuando nació el CASo, entre un grupúsculo de empleadxs y artistas que se resistía a volver al museo de antes. Por eso a veces decimos que el CASo nació como táctica de supervivencia, para intentar que ciertas prácticas y espacios instituidos por Casa Tomada no se destruyan totalmente. El CASo perenne. Por eso también es que el CASo es un espacio de acción y pensamiento cooperativos, que toma la forma de un taller mutante y permanente, que incentiva los encuentros y trata de desmarcarse de lo acabado, de lo muerto, de lo definitivo. 
Ahora pensamos que eso que emergió como un espacio de resistencia, debe ir mutando hacia constituirse como un modelo de gestión experimental y abierto, contando con el apoyo de un Ministerio que valora las nuevas prácticas institucionales, más horizontales, más cooperativas y más felices. 

APU: Una de las lógicas que propone es el trabajo más bien horizontal y colaborativo ¿cómo está planteado esto en la dinámica con lxs artistas? 

E.C.: Nos interesa en particular apoyar el trabajo de las comunidades, colectivos y redes de artistas en sus múltiples formas, así como fomentar actividades que impliquen hacer cosas entre todxs, y/o sean participativas. En ese sentido, además de ofrecer espacios (físicos o virtuales) a diversas comunidades para que pudieran llevar adelante sus investigaciones y proyectos, buscamos ofrecer propuestas de formación en línea con la horizontalidad y el cooperativismo.
Una de las mayores apuestas de este año, fue PAN (Panorama de Audioexperimentación Nacional) es un proyecto que busca promover la presencia federal en la plataforma online Radio CASo mediante el encargo de podcasts sobre sus escenas locales a referentes del arte sonoro, la música experimental y la música contemporánea de todo el país en el marco de las acciones del Centro de Arte Sonoro.
La propuesta pretende generar un espacio para visibilizar el trabajo realizado por artistas, investigadores/as, gestores/as culturales, aficionados/as u otros/as referentes de las provincias en estos campos artísticos. Y en este sentido, poder acceder a las escenas sonoras locales a través de les artistas por toda la Argentina, generó un movimiento experimental a nivel nacional nucleado por Radio Caso, pero también, con dinámicas propias que fortalecieron las escenas experimentales en el país. El apoyo entre les artistas de las diversas provincias es muy fuerte, ante lo que va sucediendo cada domingo y lo que genera en sus lugares de residencia, en los pueblos de los cuales provienen es bien interesante. Poner a disposición ciertos canales, también habilitó lazos que exceden nuestro propio trabajo. La idea es poder seguir pensando y trabajando en ese sentido.

APU: El debut de este año fue Radio CASo que tuvo transmisiones de 24 horas, ¿cuál ha sido las devoluciones del público que han recibido de esas experiencias maratónicas?

E.C.: Radio CASo transmite durante las 24 horas todos los días, pero es cierto que llevamos adelante algunas “maratones”, programas que han durado 24 hs, durante 2020: el Drone Day (24 hs de Drone local, un tipo de composición heredera del minimalismo en la cual priman las notas largas) y la doble transmisión de Wireless (junto a Radioee) y la Ópera de los Vientos (junto a Radio Tropósfera) por los cien años de la primera transmisión radial en Argentina. Esto permitió ampliar los públicos y artistas por fuera de la escena nacional, sumando actores latinoamericanxs y también del otro lado del charco. 900 personas escuchando el viento y más de 3500 la transmisión de Wireless. Un alcance imprevisto e imposible para el CASo antes de la existencia de la radio, por ejemplo.
Las repercusiones siempre son buenas, cada vez más artistas de todas las latitudes nos envían sus materiales y sus propuestas para ser transmitidas por la radio y también estamos armando un espacio en nuestra web para generar contenidos, en modo de artículos, acerca de la escucha y de la música experimental. Un espacio de consulta y reflexión que ya cuenta con algunas entrevistas y artículos que tuvieron bastante repercusión. Cuando se tejen puentes entre culturas, saberes, música, coyuntura, política, arte e historia, nada puede salir mal.

Lo más siniestro del capitalismo opera sobre nuestro tiempo. La radio es ese espacio de resistencia. Tiene el tiempo a su favor.

 

https://centrodeartesonoro.cultura.gob.ar/