Christophe Thillier: el peregrino blanco

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Christophe Thillier: el peregrino blanco

05 Septiembre 2015

Por Antonella Riso

Desde distintos puntos de Argentina, sobre todo desde las ciudades aledañas, Salta recibe entre cantos, lágrimas y ovaciones a miles de caminantes que sobreponen cualquier fuerza de la naturaleza y de su propio físico para dar esa gran prueba de fe.

En el año 2012, Christophe Miller se encontraba en ese entonces allí, cumpliendo con su profesión cuando se encontró con una gran masa de gente marchando a paso de hombre. Entre los peregrinos reconoció a muchos mineros que provienen de la ciudad de Patito. Luego de recibir una invitación de ellos, decidió acompañarlos por un día. Al año siguiente decidió convertirse en un peregrino más.

“Hace cuatro años vine por trabajo y ahora vivo en Salta desde entonces. Conocía a los mineros que cada año caminaban. Empecé a sacar fotos porque me intrigaba la fuerza de esta peregrinación. Los escuchas desde arriba, bajando en la Quebrada del Toro, los cánticos. Hay algo fuerte que pasa. Entonces quería entrar, conocer desde adentro. En 2013 empecé a sacar fotos de la caminata durante un jornada. Un día me acerqué y los mineros de Patito (una ciudad a 290 kms. de Salta Capital) me dijeron: el próximo año vienes. Entonces decidí a acompañarlos desde la mina hasta Salta, caminando unos siete días. Este domingo salen de Hombre Muerto, en Catamarca. Una etapa más. Voy a acompañarlos ese día”, expresa el fotógrafo.

Solvitur Ambulando significa: “Se resuelve caminando”. En la carta de presentación escrita por Christophe, él relata: “Aquí se describe la piedra angular de este trabajo fotográfico que en última instancia se reduce a un reportaje social, un documental silencioso que ilustra una experiencia humana extraordinaria como lo es la peregrinación del Milagro, y que tiene lugar cada año al final del invierno, en la Provincia de Salta, Argentina”.

Las fotos reflejan día a día la caminata. Los rostros cansados pero alegres de los creyentes que se resisten a los callos, las ampollas, al sudor y a las lágrimas. Los niños también acompañan a sus padres y abuelos. Los gauchos y los obreros se funden en una imagen. Según Christophe, las fotografías no son perfectas ni pretenden ser una obra de arte, sino que son “honestas” al igual que las experiencias vividas. El formato que eligió para revelarlas es en blanco y negro ya que consideró que así podría apreciarse mejor la luz y la composición de la imagen a través de los diferentes paisajes que debieron atravesar.

Como reflexión personal Thiller concluye: “En cualquier tipo de cultura, cuando sacas lo que son las etiquetas convencionales, que sea un abogado, médico, obrero, minero, compartes todo. Es inimaginable. Intercambias experiencias. Yo aprendí mucho de la gente. Lo bueno es que sacas todas esas convenciones. Una cosa que me impactó fue al momento de llegar a Salta, hay zonas rurales donde hay familias que te abren sus casas, muy humildes, te abren las puertas en la noche y te ofrecen lo que tienen. Esta gente está con los brazos abiertos. No estaba acostumbrado a ver eso y me impactó mucho”.

La muestra se podrá visitar durante todo el mes de septiembre de lunes a viernes de 9 a 16 hs. en la Casa de Salta (Av. Roque Sáenz Peña 993, CABA)