Corrientes: “Kevin fue asesinado en la represión de la unidad penal”

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Corrientes: “Kevin fue asesinado en la represión de la unidad penal”

01 Julio 2020

Por Juan Borges

El 21 de abril de 2020 en una represión desatada en la Unidad Penal N°1 de Corrientes, en el marco de una huelga de hambre, Kevin Candia (22) fue asesinado por el Servicio Penitenciario y la Policía de Corrientes. Su cuerpo presentaba tres impactos de balas de plomo. Las autoridades sostuvieron la teoría del enfrentamiento entre internos a punta de cuchillo, la misma fue desestimada rápidamente debido a pericias y testigos. Sin embargo, a pesar de todas las evidencias incontrastables, no hay acusados ni detenidos y la familia sigue reclamando justicia y esclarecimiento del crimen institucional que señala directamente al Servicio Penitenciario y la Policía de la Unidad Penal N° 1 de la provincia de Corrientes. En 2016 fue acusado de robar un celular a una vecina y paso 10 meses en la Unidad Penal Nro. 6, salió en libertad con la condición de realizarse un tratamiento psicoterapéutico. Dos años después fue condenado a seis años de prisión por faltar a algunas sesiones de su tratamiento. Este último lunes 22 de junio se realizó una marcha en la ciudad de Corrientes encabezada por la familia de Kevin Candia y acompañada por vecinos y organizaciones sociales reclamando justicia. En este marco, Erika Maura, la madre de Kevin Candia, dialogó con AGENCIA PACO URONDO sobre el caso del joven. 

APU ¿Cómo fueron los hechos el 21 de abril?

Erika: Yo soy la madre de Kevin Candia, interno de la Unidad Penal número 1 de Corrientes que fue asesinado en la represión desmedida del servicio penitenciario, junto con la policía de Corrientes. El día fue iniciado por el mismo Servicio Penitenciario cuando un interno paso a buscar a otro sector una pelota de futbol se había caído en un lugar que no era el de ellos. El guardia a cargo no aviso de ese movimiento y allí comienzan los disturbios. El guardia responsable comienza a disparar balas de goma a la cancha donde estaban jugando a la pelota, allí se comienza el desbande de los demás pabellones y el director del penal no tiene mejor idea que permitir el ingreso de la infantería y policía. El conflicto se inició en el pabellón 10 y mi hijo estaba en el sector 6 – 7. Comienzan a disparar a mansalva y resulta muerto mi hijo por tres balas de arma de fuego.

APU: ¿Se tomó alguna medida después de eso?

Erika: Ninguna todavía, todavía no nos dejaron presentarnos como querellantes porque el mismo Estado sostiene que supuestamente por la pandemia no se puede. Tenemos muchas pruebas a favor nuestro que el mismo Servicio Penitenciario quiso tapar inventando que mi hijo fue muerto en una reyerta de arma blanca pero en la autopsia dio que mi hijo tenía tres disparos de arma de fuego. Nosotros seguimos haciendo marchas y pidiendo justicia. Nosotros confiamos que el hecho se va a esclarecer porque hay muchas pruebas de que a mi hijo lo mataron.

APU: ¿Por qué fue detenido su hijo?

Erika: Es detenido el 8 de diciembre de 2016 por robar un celular a una vecina, ella lo reconoce. Lo detienen y lo llevan a la Unidad 6 donde lo tienen nueve meses. Le dan la probation por no tener antecedentes, se arregla con la damnificada el pago del celular en cuotas por el daño causado esperando el juicio. En el juicio mi hijo es condenado a seis años de prisión.

APU: ¿Cómo era Kevin?

Erika: Mi hijo era un gran compañero, amiguero. Humilde como siempre le enseñe que fuera. Siempre cuando iba a visitar estaba pendiente que sus compañeros también recibieran visita y si estaban solos los invitaba que estuvieran con nosotros. Así era Kevin, mi gran compañero de la vida porque yo lo tuve a los 16 años y me crie con él. Siempre sentía el dolor ajeno, siempre hacia chistes, nunca mostraba dolor. Tengo los recuerdos más hermosos de mi hijo.