Violencia de género: hablemos de los medios

Por Myriam Pelazas, Coordinadora del Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión

La violencia de género en los medios es una de las cuestiones más relevantes entre las diversas temáticas que son abordadas por el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión que coordina la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual y es asesorado por el INADI y el Consejo Nacional de las Mujeres.  En ese sentido, para conocer las formas de producción y de tratamiento de las noticias respectivas en los programas informativos de Argentina, durante los primeros cuatro meses  del año 2013 llevamos a cabo un Monitoreo de Violencia contra las Mujeres en los noticieros nocturnos de los canales 2, América; 7, la Televisión Pública; 9; 11, Telefé y 13, Artear.

Este monitoreo se realizó tomando categorías múltiples, pero ha sido fundamental un concepto directriz de la Ley Nº 26.485[1]. En ella se enmarca la violencia contra las mujeres como “toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal”. De manera que en este primer monitoreo de carácter exploratorio -que será repetido a fines de este año- se hizo foco en esa violencia y en sus cinco tipos y seis modalidades[2].

En ese marco, entonces, el equipo de trabajo visualizó más de 300 hs[3] en las cuales registró un universo de 8792 noticias, de las que sólo 126 eran informaciones sobre la temática. De manera que rápidamente puede advertirse que este tipo de noticias no abundó en las agendas informativas –con excepción de alguna efeméride pertinente o caso muy resonante- y que su aparición fue irregular, tanto en lo que hace a la cantidad como a su distribución a lo largo de cada uno de los períodos relevados. En tanto que la mayoría de las noticias refería a situaciones de violencia física que generalmente terminaron en la muerte de la mujer en cuestión y que hay escasa cobertura de violencias de otros tipos. Asimismo se constató que los casos presentados fueron particularizados, a la vez que se inscribieron como hechos aislados, contados según argumentos que de algún modo justificaban la violencia a partir de la descripción de las características personales de víctimas y de victimarios. Así, a pesar de que se registraron cambios en el lenguaje con el que fueron abordados algunos  casos -por ejemplo se escucha la palabra “femicidio” y prácticamente ya no hay menciones de “crimen pasional”- la mayor parte de estas noticias no fueron construidas desde una perspectiva de género. Esta perspectiva además de adoptar una visión crítica, se basa en la desnaturalización de la jerarquía atribuida a la relación entre los géneros y su finalidad es contribuir a una construcción subjetiva de la realidad que reconozca la existencia de mujeres, hombres y las diversidades sexuales por fuera de los modelos que imponen lo que cada persona debe hacer de acuerdo al lugar que la sociedad le ha otorgado. Partiendo de ello, en esta muestra fueron escasas las consultas a especialistas en la temática mientras que, tanto desde lo discursivo como desde las imágenes, casi siempre se reprodujeron como únicas fuentes, las policiales y/o judiciales, o los testimonios de personas que sólo aportaron conjeturas. Porque además, en varios casos, los/as entrevistados/as afrontaban una fuerte carga emocional (por ejemplo, por tratarse de familiares o amigos/as de los/s implicados/as) y en algunas oportunidades siquiera se respetó su intimidad y tiempo.

Así, el abordaje de la temática en los noticieros muchas veces configuró una re-victimización de las mujeres víctimas de violencia porque se les adjudicó responsabilidad sobre lo acaecido o porque se señala que no supieron retirarse con premura de una relación “enferma”. En otros directamente se alienta una cosificación de las mismas. En este sentido, se relevó que el 22% de las noticias analizadas focalizaron en aspectos morbosos de las víctimas. Esto sucede casi en todos los canales con la excepción de Canal 7, la TV Pública. Pero además algo que consideramos grave es que en muy pocas ocasiones –por ejemplo en un informe especial de Canal 9, otro del 7 y uno de Telefé- se brindó información de dónde acudir en el caso de necesitar ayuda. En la mayoría de las notas, por el contrario, en lugar de señalar donde podría recurrirse en busca de soluciones, la edición en forma paternalista eligió exponer la debilidad de la mujer en cuestión y la orfandad que la rodeaba.

En este sentido, debe destacarse que más allá de los avances normativos sobre comunicación social y violencia contra las mujeres que Argentina alcanzó, también en los últimos meses se instrumentaron recursos como la Línea 144 que funciona las 24 horas, los 365 días del año, para brindar contención y asesoramiento a las mujeres en situación de violencia en todo el país. El funcionamiento pleno de la misma se implementó mientras transcurría este monitoreo por eso entendemos que ese recurso no se hubiera señalado, más allá de la cantidad de otros que podrían haber sido especificados entonces. No obstante, confiamos en que este año muchos medios atiendan la resolución 1222/13 del AFSCA que recomienda a quienes sean titulares de licencias, permisos, reconocimientos y autorizaciones de servicios de comunicación audiovisual que “cuando difundan en sus noticieros y flashes informativos noticias sobre violencia de género” inserten un zócalo o lean -en los casos de radios- la leyenda “si sos víctima o conocés a alguien que sufra violencia de género llamá al 144 las 24 horas”.

De manera que, desde este espacio creemos que una comunicación con enfoque de género colaboraría con la promoción de un cambio de los vínculos tradicionales entre hombres y mujeres, en un contexto social  donde aún las mujeres son víctimas de un proceso cultural patriarcal sostenido históricamente pero también que la buena información puede salvar vidas. Por eso pensamos que la articulación de distintas acciones entre el Estado, organizaciones sociales y los medios de comunicación posibilitaría la reducción de esta violencia que no cesa.

Por otra parte, pero con este mismo fin, el Observatorio analiza la violencia simbólica que aparece en muchas publicidades y ficciones, tanto radiales como televisivas, y hace llegar dichos informes a los y las responsables de esos discursos que en varias ocasiones luego modifican sus matrices discursivas sexistas. Y, por último, como sostenemos que las leyes son esenciales para lograr los cambios, pero que solas no bastan, el Observatorio realiza distintas jornadas de sensibilización a lo largo del país en escuelas primarias y secundarias, en universidades e institutos terciarios y en distintas organizaciones sociales.

Visibilizar con respeto e información correcta esta temática es una tarea esencial para promover el cumplimiento de los derechos humanos.

[1] Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales

[2] Ver Art. 5 y 6 de la Ley 26.485.

[3] Se relevaron las dos primeras semanas de los noticieros nocturnos de los canales mencionados durante enero, febrero, marzo y abril de 2012.