“Los empresarios tienen como rehén a Sancor y quieren que los trabajadores paguemos el rescate”

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“Los empresarios tienen como rehén a Sancor y quieren que los trabajadores paguemos el rescate”

04 Mayo 2017

Por José Cornejo *

Eran las 16.01, llegaba un minuto tarde a la conferencia de prensa del gremio lechero. Yrigoyen, que a la altura de Almagro es avenida, no alcanzaba a estar cortada. Pero de ambos lados había delegados y banderolas. En la entrada vi a dos amigos de ATILRA, uno negro y grandote y otro desgarbado tipo universitario público. A la mitad de ambos perfiles está el estereotipo del laburante lechero. Admito que posiblemente entre ambos esté la mayoría de los trabajadores formales de Argentina.

El primero, Luchi, me indicó el camino hasta la conferencia. Era un salón pequeño, atiborrado de periodistas, delegados y cámaras en media luna. Una media sombra separaba un pasillo donde se divisaba con facilidad el busto de Eva y del General.

Haciendo las veces de locutor, el colega Gustavo Idoyaga dio inicio a la conferencia,. Desde el lateral que quedé, lo vi ubicarse a Héctor Ponce, secretario general de ATILRA, y a su izquierda a Heber Ríos, secretario general de ATILRA General Rodríguez. Localidad donde tiene sede la principal planta de La Serenísima y la multinacional francesa Danone.  

Ponce habló con el rictus serio, pero pausado. Tenía un punteo donde respondía una por una las principales acusaciones contra el gremio en la crisis que atraviesa Sancor. Pero a modo de prólogo, les dedicó una reflexión a los periodistas. “Antes, yo estuve en la prensa del sindicato. Y les pido, por favor, que antes de operar, tengan en cuenta que detrás de cada uno de nosotros hay una familia que vive de ese salario. Se los pido por favor”.   

De sus definiciones, subrayé las siguientes:

-    Sancor emplea directamente a cuatro mil trabajadores lecheros e indirectamente a otros 22 mil.
-    El gremio no es responsable de las decisiones que tomó la empresa. De hecho, hace tiempo que le veníamos señalando irregularidades al Consejo de Administración.
-    Se nos pidieron esfuerzos que fueron aceptados por un Congreso de Trabajadores, órgano máximo de nuestro gremio. Hay retrasos de salarios y una financiación con interés cero de 140 millones de pesos que la empresa nos debe. (Observación mía: dentro 18 meses, cuando ATILRA cobre esa suma, habrá perdido alrededor del 50% vía inflación.) Esa deuda va en detrimento de la Obra Social del conjunto de los trabajadores lecheros.
-    No conformes con este esfuerzo, la cámara de los empresarios lecheros nos exige un convenio a la baja para todos los trabajadores de las industrias lácteas. No estamos habilitados ni moral ni legalmente para eso. Los empresarios tienen como rehén a Sancor y quieren que los trabajadores paguemos el rescate. Muchos, son los mismos que se aprovecharon de esta situación crítica de Sancor.
-    Nos acusan de tener salarios altos. Nosotros preferimos llamarlos salarios dignos. En vez de ver cómo subir el resto de los salarios, nos presionan a nosotros para que los bajemos.
-    Por todo esto, vamos al paro general por 24 horas este jueves 4 de mayo.

Para recalentar el clima, y como si continuara siendo el presidente de Boca Juniors, Mauricio Macri reflexionó horas antes sobre la crisis de Sancor. El titular del Poder Ejecutivo enumeró tres males que afectaron a la empresa lechera. Uno, el kirchnerismo. Dos, los negocios con Venezuela. Tres: “un pésimo convenio laboral (…) que generó, a partir de los avances de ATILRA, una industria inviable a futuro”. Un modus operandi que el presidente ya había implementado en la apertura de las sesiones legislativas, cuando ironizó sobre las amenazas contra el dirigente docente Roberto Baradel.

Salí rápido porque era el cumple de mi pibe y me reencontré con los delegados de ATILRA. Estaban departiendo con Eduardo Murúa. El Vasco es un referente de fábricas recuperadas y todo un símbolo que esté en la puerta del gremio en este momento. Se lo veía preocupado, acorde con todos los demás.

Mientras me iba, recordé una frase de Edgardo Form, ex diputado del P-Sol, el partido que encabeza Carlos Heller. “Así como el menemismo se llevó puesto al Hogar Obrero, cooperativa de construcción insigne de los 90s, ahora el macrismo quiere destruir a Sancor”. La diferencia es que acá hay un gremio poderoso dispuesto a luchar.    

* Director de la Agencia Paco Urondo