Garrahan: la salud pediátrica en conflicto

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    Protestas por el Hospital Garrahan
    Reclamos de trabajadores y trabajadoras del Hospital Garrahan. Foto: Daniel Davobe (Télam)
El debate sobre la salud pública

Garrahan: la salud pediátrica en conflicto

04 Noviembre 2022

Durante las últimas semanas se hizo más fuerte el reclamo de los trabajadores de la salud, en especial el sector médico, en relación a la recomposición salarial y las condiciones de trabajo. El grupo más involucrado en los reclamos viene siendo el de los médicos residentes, aunque no exclusivamente porque también los médicos de planta, especialistas y becarios se sumaron a los reclamos, asambleas y marchas.

Una de las instituciones mas afectadas por los reclamos de los profesionales es el Hospital de Pediatría Garrahan, ubicado en la Ciudad de Buenos Aires, donde también se da fuertemente el reclamo de médicos residentes y especialistas y se contabilizan tres paros de actividades en los últimos 10 días y se prevé una movilización masiva para el martes próximo. Una situación de tal magnitud solo se había registrado en 2005 a expensas del reclamo del sector de enfermería. Hoy la voz del reclamo está en “los guardapolvos blancos”: médicos, profesionales y enfermeros.

En los cuatro años de gobierno de Cambiemos, el poder adquisitivo de los trabajadores del Garrahan se redujo en casi un 50%. Sobre esa base de deterioro salarial, el actual estado de situación, la complejidad de la crisis económica y el proceso inflacionario elevó esa perdida de capacidad de compra del salario en alrededor del 80%. Con un componente extra, el aumento del dólar, moneda con la cual se abonan de bolsillo de los propios médicos y profesionales, los insumos ligados a la capacitación, actualización  y perfeccionamiento que este tipo de profesionales, de alto grado de formación académica, científica y médica, requieren para mantener el nivel de excelencia que caracteriza al hospital Garrahan y que lo posiciona a nivel  nacional, regional e internacional, como uno de los referentes mundiales en la atención de la salud pediátrica.

Un segundo componente que enfrenta este conflicto son las condiciones de trabajo a que son expuestos los profesionales con aumento de la demanda asistencial, lo que origina un factor estresor propio de la complejidad de los pacientes que son atendidos en este hospital, con renuncias masivas de profesionales altamente calificados y sobredemanda de turnos de atención.

Sumado a esto, las extensas y extenuantes jornadas de trabajo lleva a los médicos residentes a desistir de ese modelo de formación y buscar otras formas de capacitación post-universitaria.

La problemática que golpea a este grupo se da en todo el sistema de salud y en las diferentes regiones de la República Argentina, a excepción de la provincia de Buenos Aires, donde se efectivizó recientemente un nuevo Reglamento Básico General para el sistema provincial de residencias que establece una reducción de la jornada laboral de lunes a viernes, con guardias de 12 horas. Se contempla además un día libre para quienes se encuentran en el último año de las residencias, lo que les permitirá la incorporación paulatina a otros empleos remunerados por fuera del sistema de formación en servicio. Estos reclamos históricos de los casi cinco mil médicos residentes y las organizaciones profesionales y gremiales fueron atendidos y resueltos en forma favorable por las autoridades sanitarias y el gobierno provincial.

Además, este nuevo régimen establece mejoras en los componentes del salario, con plus por guardia con un valor igual al 13% del sueldo de un jefe de residentes, una compensación por zona de baja cobertura de profesionales en todo el territorio bonaerense y el adicional por nacimiento de hijo, y el doble en caso de hijo con discapacidad. Previsionalmente se establecen a cargo del empleador los aportes jubilatorios al Instituto de Previsión Social bonaerense (IPS).

La formación de especialistas en el Hospital Garrahan lleva no menos de 8 años posteriores a recibidos, entre residencias, becas o formación post básica. Los y las especialistas de alta capacidad resolutiva y excelencia medica con que cuenta el Garrahan deben suscribirse a revistas y portales científicos del mundo, participar en jornadas, talleres y congresos internacionales en diversos países, especialmente de Europa y Norteamérica, lo que les origina una erogación de dinero que en el actual estado de situación salarial resulta casi privativo. En la actualidad, el éxodo masivo de especialistas hacia la actividad privada podría significar un profundo deterioro de la calidad de atención de los niños y las niñas que concurren a recibir atención médica, y una sobrecarga laboral en los profesionales que mantienen por el momento su actividad en el sector público.

Estamos frente a un problema mundial y regional agudizado en Argentina por la crisis y en especial en el Hospital Garrahan por la falta de propuesta efectiva e innovadora para la gestión del conflicto que genera principalmente, aunque no exclusivamente, el tema salarial, desde el propio hospital y fundamentalmente desde el Ministerio de Salud de la Nación. La magnitud del conflicto es tal que en la última jornada de protesta se sumaron voces de referentes y organizaciones sociales. Entre ellas, la de Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo.

Las autoridades ministeriales buscan calmar las aguas a través de la implementación del Convenio Colectivo de Trabajo para los trabajadores del Garrahan, una propuesta que nació del acuerdo entre los gremios y la anterior conducción del Hospital pero había sido resistida por el propio Ministerio, que hoy intenta utilizarla para frenar el conflicto.

La crisis del Garrahan y de otros hospitales nacionales que participan de los reclamos y paros, y el malestar que se evidencia en el Consejo Federal de Salud a partir de muchos ministros de Salud provinciales, se enmarca en un profundo deterioro de la gestión sanitaria nacional que se viene observando desde la salida de Gines González García.

Entre los ministros de Salud de las provincias circula la preocupación por la decisión de suspender la entrega de leche a las niñas, niños y madres gestantes en los centros de salud de todo el país, dispuesto por la ministra Carla Vizzotti, a través de la Resolución 409/2022, a expensas de quien fuera directora de salud perinatal  y actual presidenta del Consejo de Administración del Hospital Garrahan, Gabriela Bauer, quien hoy es la responsable de navegar el conflicto salarial que enfurece a los médicos.    

La entrega de leche en polvo a los niños y niñas a partir de los 6 meses y hasta los 2 años de edad, extendiéndose en caso de bajo peso o riesgo nutricional hasta los 5 años, a quienes se les otorgaba un kilo adicional (es decir, 3 kilos por mes), se desarrollaba en el marco del programa Materno-Infantil

Como estrategia sanitaria, la entrega de ese alimento favorecía la asistencia a los controles de salud de la población pediátrica, garantizando el acceso alimentario y nutricional a través del aporte de leche fortificada con hierro y vitaminas y ayudaba a detectar situaciones de riesgo tales como violencia intrafamiliar o abusos. En cambio, la nueva norma establece un subsidio en dinero que no alcanza para cubrir el precio de la misma leche en góndola, según las propias familias.

Otra situación sanitaria que afecta a la población pediátrica es la preocupante caída en la tasa de cobertura de vacunación del calendario obligatorio, por debajo del 80 % en los niños, niñas y adolescentes, con reaparición de casos de sarampión y riesgo de otras enfermedades infecto contagiosas. Las provincias reclaman que se implemente urgentemente un programa territorial de vacunación pediátrica en los barrios, municipios, escuelas y clubes.

Sumado a esa situación se experimentó además una caída cercana al 40% en las denuncias de cardiopatías congénitas, debido exclusivamente a la falta de controles en la población pediátrica que superada la pandemia no reciben acceso a los controles de salud.

Se nota un agotamiento en la gestión sanitaria atribuible a la errática política de salud de la cartera nacional y al desprendimiento de numerosos actores calificados en políticas sanitarias que migraron de la gestión nacional hacia otros espacios o jurisdicciones en los últimos dos años junto a la salida de González García del Ministerio, una situación que pone en riesgo la salud pediátrica y adolescente en nuestro país y que alarma a los ministros provinciales.

(*) Médico Pediatra- Sanitarista. Exmiembro del Consejo de Administración del  Hospital de Pediatría “Juan P. Garrahan”.