Nosotras paramos, hacemos huelga, nos organizamos y nos encontramos

  • Imagen

Nosotras paramos, hacemos huelga, nos organizamos y nos encontramos

09 Marzo 2017

“El machismo mata”, “Sin feminismo no hay justicia social”, “Sacá tu rosario de mis ovarios”, “De camino a casa quiero ser libre, no valiente”. Éstas fueron algunas de las consignas que se hicieron presentes en carteles, remeras, pintadas y en los cuerpos de quienes participaron del primer Paro Internacional de Mujeres. En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se marchó para decir basta a la violencia machista y en defensa de sus derechos como mujeres, trans, travestis y como trabajadoras.
Miles de personas de todas las edades colmaron las calles desde el Congreso hasta Plaza de Mayo. Contra el homo, lesbo y trans odio machista, a favor de la legalización del aborto, en contra del ajuste macrista y para exigir una educación sexual y asistencia gratuita a las víctimas de la violencia machista. Una vez más, la marcha dejó en claro que la lucha feminista es una lucha política, al igual que las otras dos movilizaciones de esta misma semana.

El paro le otorgó fuerza y visibilización a la movilización de mujeres, en la cual participaron “las ocupadas, las desocupadas, las asalariadas y las que cobran subsidios, las cuentapropistas y las que realizan tareas domésticas y de cuidado”, sostuvo el documento consensuado por el colectivo Ni Una Menos. Bajo el canto “El paro a Macri se lo hicimos las mujeres”, Avenida de Mayo reunía y encontraba a la multitud. Como expresó Marta Dillon, periodista integrante de dicho colectivo, en una nota del diario Página 12: “El paro internacional de mujeres es como una marea, se cuela por las grietas, abre debates en las estructuras de todas las organizaciones que no nos tenían en cuenta, se desmadra de su curso para contagiar rebeldía, para abrir imaginarios, para mover sensibilidades que ahora mismo están transformando las relaciones entre las personas, en las camas, en las casas, en las plazas y en los territorios”.

En apoyo a estas ideas llegaban al Congreso y a las calles de los alrededores, personas de todos lados. Desde las 17:00 horas, la marea crecía y se amontonaba progresivamente. Había personas autoconvocadas, solas, de a grupos, organizaciones políticas, universitarias, sociales y sindicales. Personas que tienen sobradas razones para marchar, para organizarse, para hacer visible que existen múltiples formas de violencia, que las mujeres padecen cotidianamente y que son naturalizadas por el sistema.
La masiva marcha, que se replicó en otros 51 países del mundo, transcurrió inmersa en un aire especial. Por un lado, el de festejo por formar parte de un acontecimiento de fuerza y libertad, por la unión para decir basta al maltrato cotidiano, a la violencia, al patriarcado que mata casi una mujer por día en la Argentina. Se sintió en la calle la heterogeneidad de quienes participaron, la pluralidad de espacios, el fortalecimiento de la lucha. Pero por otro lado, en el aire se sintió también esa angustia por las que faltan, por las que ya no están, por la opresión diaria, por la falta de decisión sobre los cuerpos.

Una vez que la multitud llegó a la Plaza de Mayo, el acto cerró con la lectura del documento consensuado a cargo de la periodista Liliana Daunes, donde se denunció que en la Argentina hay un femicidio cada 18 horas, se rechazó el desmantelamiento de la Maternidad Estela de Carlotto y la disminución del presupuesto del Consejo Nacional de Mujeres. También se expresó el apoyo a la apertura de paritarias sin techo, a la huelga de los y las docentes y a la libertad de Milagro Sala. Además, se manifestó el rechazo a todas las formas de violencia laboral contra las mujeres y el reclamo por el acceso a todas las categorías en igualdad de condiciones que los varones.

“Por un movimiento internacional feminista que revolucione nuestro lugar en el mundo”, cerró el documento del masivo encuentro. Una movilización para fortalecer y encontrar a las mujeres unidas, con la certeza de que el cambio cultural es posible y, sobre todo, necesario para que no nos sigan matando.

RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de textos: Negra Mala Testa Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs).