Mauricio Macri, sueños de empresario en sillón presidencial

Mauricio Macri, sueños de empresario en sillón presidencial

20 Abril 2016

 

Por Lucas Jiménez

José Aranguren (ex presidente de Shell, actual ministro de Energía), Gustavo Lopetegui (ex CEO de LAN, actual secretario de Coordinación de Políticas Públicas) y Pablo Popik (ex Axion, hoy al frente de la Subsecretaría de Refinación y Comercialización), son algunos de los tantos nuevos funcionarios que provienen de cargos jerárquicos en empresas importantes y llegaron a la órbita estatal de la mano del presidente de la Nación, Mauricio Macri.

La petrolera Axion justamente reemplazó a Iveco como patrocinador principal del Fútbol Para Todos, fue el principio de lo que era la salvación tanto para Macri como para Daniel Scioli: el desembarco de publicidad privada para paliar el déficit del FPT. Hoy el programa gubernamental, nacido en agosto de 2009, pende de un hilo. Ya cedió los derechos de la B Nacional, Copa Argentina y de la selección a Torneos y Competencias, cuyo ex CEO y actual accionista de la compañía, Alejandro Burzaco, se encuentra detenido en los EE.UU por el FIFA-Gate.

Luego de la visita a la Argentina del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, comenzó a tomar fuerza la noticia que la empresa estadounidense Turner, propiedad de Warner Time, quería quedarse con los derechos de televisación de la Primera División. “Tienen interés en el fútbol de la Argentina, fue una presentación, no una charla comercial. En un futuro tendremos una nueva reunión”, confirmó el rumor Fernando Marín, director del Fútbol Para Todos desde el cambio de gobierno.

El ex gerenciador de Racing aseguró la gratuidad del fútbol de primera pero también anunció que el Fútbol Para Todos, como programa gubernamental, termina en 2019. La experiencia de Marín en la Academia si bien incluyó un título en 2001 luego 35 años, se aumentó la deuda del club y su ciclo terminó con la gente echándolo a puteadas al grito de “Racing es mi vida, no la empresa de Marín”, luego de un 0-2 contra Independiente en el Cilindro. “Donde Marín ve una pasión arma un negocio”, reza el libro Academia Carajo del periodista Alejandro Wall.

La relación personal entre Marín y Macri data de muchos años, ambos provienen del campo empresarial y Fernando es íntimo amigo de Franco Macri. En la época que Marín era el presidente de Blanquiceleste SA, la empresa que gerenciaba a Racing, muchos jugadores de Boca pasaron al conjunto de Avellaneda sin cargo. La nota del diario Página 12 escrita por el periodista Gustavo Veiga allá por diciembre del 2000 titulada “¿Quién pone la plata en Racing?” planteaba la hipótesis que el mismo Mauricio Macri estaba atrás de Blanquiceleste SA. Como ejemplo daba la transferencia de Martín Palermo al Villarreal, en la que el club español abonaba una parte del pase con la ficha de Bruno Marioni, el delantero fue cedido a Racing sin consulta previa pero se negó a jugar en la Academia por su pasado en Independiente y los españoles debieron poner 1 millón y medio de dólares para completar la operación.

Si bien nunca se pudo confirmar la mano de Macri en el gerenciamiento de Racing, sí fue de carácter público su intención de comprar Deportivo Español, cambiarle el nombre por Unión Española y mudar su localía a Mar del Plata. Ese proyecto fracasó pero en la mirilla del hijo de Franco quedó para siempre el club del Bajo Flores. En 1998 como presidente de Boca pidió su quiebra por una deuda de 80 mil dólares por los préstamos de 6 jugadores (Silvio Carrario y Sandro Guzmán, entre otros). Así, el club de la Ribera, se transformó en el primer club en la historia del fútbol argentino en pedirle la quiebra a otro.

Ese pedido fue levantado por Español, pero al año siguiente llegó otro, también con aroma a Macri. “Fue dictada a pedido de la empresa Diseños y Construcciones S.R.L. Tengo entendido que esa empresa es del grupo SOCMA (Sociedad Macri) y que es la que reformó el sector de palcos de la Bombonera”, le decía al diario Olé el por entonces presidente gallego, Daniel Calzón.

Hoy parte de lo que supo ser el complejo deportivo de Español es el lugar de entrenamiento de la Policía Metropolitana por disposición del Gobierno de la Ciudad encabezado por Macri. Sin embargo no es el único caso de un club social que ve limitada o en peligro sus actividades por avasallamiento del Gobierno. A fines del año pasado vecinos del barrio de Devoto frenaron el intento de desalojo del polideportivo ONEGA y a principios de este lo propio hicieron los de San Cristóbal.

Si bien el presidente de la Nación irrumpió con éxito en la política luego de su paso como presidente de Boca Juniors, sus políticas deportivas responden más a su pasado como empresario que al de cabeza de un club de fútbol. Hace poco revivió su sueño de que los clubes sean sociedades anónimas en la Argentina. En 2001 en su rol de dirigente de Boca llevó a esa idea a la AFA en épocas del Todo Pasa y perdió por goleada con Julio Grondona. “Fue mi mayor fracaso político. Mi propuesta perdió por paliza, 38 a 1, el único voto a favor fue el mío.”, recordó hace poco.

Ya sin Don Julio como presidente de AFA, Macri volvió a la carga con su idea, por eso apoya la candidatura a presidente de Marcelo Tinelli, con el que colaboró con la cesión de algunos futbolistas de la cantera xeneixe como Héctor Bracamonte y Fernando Ortiz, en la época que el conductor televisivo compró el club español Badajoz. También ve con buenos ojos al presidente de Belgrano de Córdoba, Armando Pérez, que fue gerenciador del club antes de ser elegido por los socios y fue tentado por el mismo Macri para sumarse al aparato político del PRO en esa provincia.

El modelo Piñera

El anhelo macrista de clubes empresas y la televisación del fútbol lejos del Estado tiene su ejemplo más cercano en Chile. Una de las primeras visitas importantes que recibió como presidente fue la del ex mandatario chileno, Sebastián Piñera. “Macri tiene una visión mucho más moderna y sabe dónde están las grandes oportunidades y los grandes desafíos de la Argentina hacia el futuro”, lo elogió el ex dueño de Colo Colo luego de la reunión que tuvieron en el despacho de la Casa de Gobierno.

Piñera cuando era senador en Chile redactó el proyecto Sociedades Anónimas Deportivas que fue aprobado en 2006. Así “la derecha se adueñó de los clubes”, escribió el periodista Ezequiel Fernández Moores en La Nación. Luego de eso las SA fueron por la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) de Chile y desplazaron a su presidente Harold Mayne-Nicholls, lo que provocó la renuncia del por entonces entrenador del seleccionado de ese país, el argentino Marcelo Bielsa. “Las sociedades anónimas aplicadas al fútbol tienen la capacidad de privarnos de la pasión. Significa que alguien puede quedarse con algo que es de todos.”, dijo el rosarino en ese momento.

En los tiempos de Piñera presidente, su ministro de Deportes, el empresario Gabriel Ruiz Tagle reconoció que los problemas con Mayne-Nicholls se debieron a discusiones por la distribución de la plata del CDF, el Canal de Fútbol , cuyo propietario mayoritario (80%) es la ANFP y tiene los derechos de la televisación del deporte de la redonda en ese país, el primo trasandino del AFA TV, tan añorado y promovido por Grondona en su momento.

Ruiz Tagle fue presidente de Colo Colo, tenía vínculo estrecho con Francisco Muñoz, más conocido como “Pancho Malo”, ex líder de la Garra Blanca, la barra del conjunto cacique. En Boca el poder de La 12 comandada por Rafael Di Zeo aumentó considerablemente durante la presidencia de Mauricio Macri, que nunca trabajó para erradicar a la barra. De hecho el que supo ser el abogado de Di Zeo, Marcelo Rocchetti, fue designado Jefe de Seguridad de la Legislatura Porteña, durante la gestión macrista, hoy sigue siendo funcionario estatal, es Jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de Cristian Ritondo.

En una nota brindada a Clarín en 2008, Rocchetti reconoció su amistad con su ex defendido Di Zeo, la entrevista fue realizada en su estudio de Puerto Madero donde “sobresalen el título de abogado penalista, los diplomas de cursos en la Policía Federal y una bandera de Estados Unidos. En su escritorio exhibe dos fotos, un apretón de manos con el ex presidente Carlos Menem y una imagen de la barra de Boca con una dedicatoria: ´Gracias por estar siempre, Roquetti´.”

La relación del fútbol con el Estado no nació con Macri como presidente, difícil marcar un punto de partida de ese noviazgo que sí tuvo su casamiento en la primera presidencia de Juan Domingo Perón, donde gracias aportes del Estado se inauguraron estadios como el de Racing, Vélez, Huracán y Sarmiento de Junín.

El libro de investigación y recopilación “La cancha peronista”, del historiador israelí Raanan Rein grafica de manera perfecta tanto las políticas de inclusión a través del deporte del primer gobierno peronista, como el uso y abuso en algunos puntos. “Hay que distinguir el ´deporte espectáculo´ y el ´deporte actividad´. El primero presupone diez que juegan y trescientos mil que miran, cuando el ideal sería trescientos mil que jueguen y diez que miren. La verdadera utilidad del deporte está en su práctica. Sin embargo el espectáculo es también necesario porque educa, forma ambiente, crea clima y estimula”, profesaba en 1949 Juan Domingo.

Por aquellos años Perón buscó dar pelea en el campo mediático con la compra a través de terceros del paquete mayoritario de la Editorial Haynes, que fundo varias revistas, como por ejemplo Mundo Deportivo para competir con El Gráfico de Editorial Atlántida. Mundo Deportivo presentaba en sus líneas a Perón 1928 como el “Primer Deportista Argentino”. El General fue campeón militar de esgrima entre 1918 y 1928 y debió haber ido a los Juegos Olímpicos París 1924 pero el por entonces ministro de Guerra, Agustín Justo, se negó a autorizar el viaje.

El 22 de noviembre de 2015, horas después que Mauricio Macri le ganara en el balotaje a su competidor Daniel Scioli, la web del diario El Nuevo Herald, publicación del Miami Herald Media Company y el segundo periódico en español más leído en los EE.UU destacaba una característica del nuevo primer mandatario del país, que había roto con “la tradición de abogados en el sillón de Rivadavia y es el primer empresario que logra el bastón presidencial desde el retorno de la democracia, en 1983”.