Intentando entender el tsunami libertario que nadie vio

Y de pronto llegó un tsunami sin avisar. Los encuestadores dijeron como Tu-Sam “puede fallar” y fallaron nomás. Nadie la vio venir. Y al día siguiente todos se suben a la ola. Incluso algunos nuestros salen presurosos en auxilio del ganador.

Néstor Bello, de Villa la Angostura, me cuenta espantado: “los muchachos del Mallin, el Mallin es el barrio pobre de acá, en masa... en masa, votando a Milei, en las obras nuestras, los laburantes, en las escuelas secundarias...en el CPEM 17 los pibes entraron cantado viva Milei, al otro día que ganó…”

Miguel Estévez dice muy preocupado en el grupo de wasap: “En los sectores de mayor instrucción hay preocupación por el loco Milei, pero en los sectores más pobres ni siquiera se puede hablar. En el hospital todos los tercerizados, seguridad, cocina y limpieza votan por Milei y en los barrios los que tienen y viven de una changa también. Lo peor es que no podes hablar porque les gana lo emocional. No aceptan argumentos, te dicen peor no vamos a estar. Lo primero que señalan es el precio de la comida, transporte, pensión, etc”

En Neuquén, Milei ganó en mesas de la comunidad mapuche: En Lonco Luan: Milei sacó 56 votos, UP 55 y JxC 10 . En Trompul: Milei, 54 votos, UP 52, JxC 19. Mesas de pueblos originarios a quienes la Villarruel quiere desterrar… En Jujuy después de las movilizaciones, represión y tercer Malón, Milei ganó con el 39,8 %.

Aclaración para los despistados. Yo considero que la presidencia de Javier Milei es un peligro para la democracia argentina. Una persona que piensa o al menos dice que “el Estado es una organización criminal que vive de los impuestos y, por lo tanto, todos los impuestos son un robo”, está cuestionando la base de nuestro sistema de organización social.

Incluso aquellos compañeros que lo comparan con Carlos Menem, están errados. Menem fue la Madre Teresa al lado de las propuestas de Milei. Dicho esto, como considero que es un adversario muy difícil de vencer, propongo hacer un análisis lo mas detenido y profundo que se pueda.

De todos los textos sobre el tema, que se publicaron estos días, el que me pareció mas inteligente y útil fue el reportaje en la revista Seul a Esther Solano, doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Complutense de Madrid y profesora de la Universidad Federal de São Paulo, quien vio desde muy cerca el ascenso de Jair Bolsonaro en Brasil y lleva cinco años escuchando a sus votantes.

Como no todos lo han leído, me voy a permitir reproducirlo en parte y comentarlo.

Dice Solano: “Su camino hacia el poder parece inevitable y los actores del sistema parecen cometer siempre los mismos errores: demonizar, caricaturizar o subestimar al movimiento, que es una forma de demonizar, caricaturizar o subestimar a sus votantes, enlazados con el líder a través de un vínculo profundo y libidinal.”

“Lo primero es no menospreciar el fenómeno. Hay una tendencia clara del campo tradicional político a menospreciar a estos personajes como si fueran personajes transitorios, personajes vacíos, huecos (...). Entonces no se los debe menospreciar ni mucho menos: hay que tomar el fenómeno en serio.”

“Reducir a Bolsonaro –como se puede pensar ahora en Milei– a un fenómeno foklórico, de caricatura, jugarlo todo a los memes, a reírnos de ellos. Eso fue un error enorme porque no es caricatura y no es folklore: es un fenómeno muy profundo. Y porque si caricaturizas a Bolsonaro o a Milei, lo que estás haciendo es caricaturizar a su votante. Si tú dices que Bolsonaro y Milei son simplemente fenómenos idiotas, indirectamente estás llamando a sus votantes idiotas o burros o ignorantes. Para mí eso es una cuestión totalmente prohibida como estrategia.”

Aquí voy agregar un comentario a lo dicho por Solano. En esto, nuestro espacio ha hecho escuela; ya en 2015 nos tomamos en joda a Macri, y nos ganó . Acuñamos el “cariñoso” mote “globoludos” para referirnos a sus votantes. Incluso, una muy conocida y respetada dirigente nuestra, dijo: “el 35% de votantes de Macri, es una raza muy hija de puta”, y todos aplaudimos el chiste.

Ahora surgieron rápidamente interpretaciones descalificativas como: el pueblo se derechizó, son anti-derechos, fascistas, pro-nazis. Otras que he leído : “Milei es el candidato del patriarcado, que vincula fuertemente los patrones de la masculinidad hegemónica, con el avance del pensamiento liberal de ultraderecha”. Y algún interrogante en el mismo diario “¿Son todes les votantes de Milei y Villarruel negacionistas o pro genocidas? ¿Cómo se dialoga con elles?” . De arranque diría que para dialogar con “elles” habría que sacarle la e final.

Volvamos a Solano: “Estos fenómenos, estos outsiders –y permíteme que hable en plural, porque es un fenómeno global, esto ya lo sabemos– pasan muy por debajo del radar de las encuestas. Es un fenómeno parecido: ellos están por debajo del radar, las encuestas no los captan porque es un voto antisistémico. No solo antipolítico: antisistémico. Ese voto antisistémico no hay como capturarlo si no es con la escucha atenta y cuidadosa que no te dan simplemente los grandes datos y los grandes números.”

“¿Qué han sabido hacer estos personajes? Han sabido radiografiar muy bien la rabia presente, sus causas, y saben que la rabia se politiza y se electoraliza de una forma relativamente fácil. Porque radiografían, mapean y entienden muy bien el malestar, el resentimiento, la frustración, la ira, el enfado. Eso es inherente a la situación en la que muchos países están ahora mismo. El resentimiento es un factor muy poderoso. La rabia es un enorme movilizador común y es un afecto que te empodera.”

“El tercer elemento es mucho más complejo: no podemos pretender que sabemos lo que la gente piensa. Hay que escucharla, pero escuchar cuidadosamente, atentamente, de forma sofisticada, de forma empática, de forma acogedora incluso. Un error en Brasil fue que en 2018 (en 2022 se cambió un poco la fórmula) se rotuló demasiado. “Al que vota a Bolsonaro no tengo por qué escucharlo”, “no quiero escuchar lo que dice, no tiene razones”, “no tiene capacidad de razonamiento, no tengo por qué escucharlo”. Se bloqueó el diálogo y se bloqueó la escucha y lo que justamente te proponen estos sujetos.”

Agrego comentario: los muy politizados y las minorías intensas que forman parte de nuestro espacio, somos muy adictos a querer ganar la discusión. Entonces nos acercamos a un par de pibes de barrio, votantes de Milei y le intentamos explicar que dolarizar no se puede, porque el M1 y M2 de la masa monetaria…. Y obvio te miran con cara de ¿lo que? . Pero si detenés a escucharlos, tienen claro, que si ganan cien mil pesos no van a ganar cien mil dólares. Lo que están planteando es que están hartos de la inflación, de no poder ahorrar nada, porque los pesos se le evaporan. Entonces compran la idea de dolarizar, no porque tengan alma pro-yanqui, sino porque piden a gritos un poco de estabilidad en su economía diaria.

Y si escuchás bien, el votante de Milei no está en contra del Estado, está disgustado con el Estado que funciona mal. Con el Estado que no le brinda seguridad a la piba que le roban la mochila y el celular. Con la escuela que además de cerrar seguido por paros y otras cosas no les ofrece a los chicos humildes educación de calidad. De los hospitales públicos que no le dan turno nunca, que los atienden mal. De los empleados de oficinas públicas, que los hacen hacer colas.

Entoncés todas esas broncas se acumulan y llega “el león de la selva” dando rugidos y diciendo “yo siento lo mismo que ustedes” , “vamos a privatizar”, “vamos a dar vouchers para que vayas a otra escuela mejor”. Y esa persona siente que alguien interpreta su bronca y se pone de su lado. Entonces nosotros como respuesta hacemos un video explicando que en Suecia los vouchers no funcionaron porque la UNESCO dijo….. Y Milei ya hizo su video donde nosotros somos la casta y el lidera una manada de leones, que son su gente, y vienen rugiendo a morfarnos.

Vuelvo a Solano: “Estos personajes son muy libidinales: forman lazos de pasión, de libido. ¿Cuáles son las potencias? Primero, la rabia. La rabia es una potencia brutal. Pero luego hay una especie de enamoramiento con estos personajes. ¿Por qué? Porque recuperan algo que la gente ha perdido en su día a día que es la pasión, la pasión por ser alguien, la pasión por que te vean. Ven lo que piensa la gente: “Entiende mi rabia, y yo soy invisible para la política tradicional”. Entonces hay una cosa muy fuerte de que yo estoy siendo visto, me están entendiendo, alguien me está escuchando. Eso lleva a un empoderamiento muy fuerte. La gente se siente vista, la gente siente que pertenece a un grupo, a un movimiento, a una onda, a un tsunami prácticamente. Es un fenómeno como cuando estás enamorado. ¿Qué te pasa cuando estás enamorado? Te sientes invencible”