Bahía Blanca: ¿cuánto cuesta el colectivo?

Bahía Blanca: ¿cuánto cuesta el colectivo?

30 Enero 2013

Diego Kenis: El trasporte es un tema de mayor relevancia en 2012 y ha cruzado varias veces la Plaza Rivadavia entre el Palacio Municipal y el Concejo Deliberante. Ha estado presente en el diario La Nueva Provincia, que hizo lobby a favor de las empresas que prestaban servicio.

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuánto cuesta el colectivo en Bahía Blanca?

DK: De acuerdo al último aumento que salió por decreto el 3 de diciembre del 2012, tiene un costo de $4,15 en la primera de las secciones, va a ser subsidiado hasta marzo por lo cual, el costo de bolsillo es de $3,90. Para la segunda sección es de 4,65 con el subsidio es de 4,40. Ha sido subsidiado hasta el mes de marzo como una manera de menguar el impacto en el bolsillo de los pasajeros. En diciembre, ya estaba 3,20 para la primera sección, lo cual, lo ponía en el mismo lugar de la ciudad de Córdoba que tenía el boleto más caro del país.

APU: Córdoba tiene el triple de población y de superficie que Bahía Blanca.

DK: Bahía Blanca tiene 400 mil habitantes, son 16 las líneas de colectivo que en este momento prestan servicio. El modelo es el “diametral”, las líneas de colectivo parten de los extremos de la ciudad y todas pasan por el centro sin excepción, hacia el otro extremo de la ciudad. A fines del 2011 se presentó un proyecto de un grupo llamado “La cigarra” donde se hablaba de otro paradigma, justamente a partir de líneas circulares que combinasen con las líneas diametrales. Para contar lo que ocurrió en el 2012, habría que remontarse un poco más atrás. En 2008 en Bahía Blanca el pasaje para la primera sección costaba 1,35 y en ese momento la totalidad de las 16 líneas se prestaba a través de empresas locales de la Ciudad de Bahía Blanca. Durante el 2008 se abrió una licitación que terminó con el 70 % de las líneas concesionadas al grupo Plaza, los colectivos rojos que también están en Capital Federal.

APU: El grupo Cirigliano, acusado de la masacre de Once.

DK: Exactamente. Quedó sólo la firma Rastreador Fournier como empresa local, el 70 % estaba en manos del grupo Plaza y Rastreador Fournier es una empresa que es propiedad parcial de la familia del concejal Julián Lemos. Hasta entonces la familia Lemos tenía pertenencia radical. Después de un año, sorpresivamente, Julián Lemos saltó a Unión PRO y se convirtió en concejal por el espacio de Francisco de Narváez que por entonces no tenía la alianza con el radicalismo que tuvo después. En mayo de 2009, Plaza ya estaba reclamando el aumento del boleto a 1,80 para la primera sección. El poder Ejecutivo, en ese momento a cargo de Cristian Breitenstein, hoy ministro de Producción bonaerense, hombre muy cercano a Daniel Scioli, accedió, pero el Concejo Deliberante rechazó el aumento. Y comenzó una suerte de lockout, porque el Grupo Plaza decidió restringir el recorrido y la frecuencia.

Las unidades empezaron a pasar cada 60 minutos y también suspendió el servicio entre las 21 y las 6 am. Además en 2008 se creó el sistema de tarjeta magnética descartable, donde se debían comprar al menos cuatro viajes, con lo cual, si uno quería viajar una sola vez, estaba pagando cuatro pasajes. Ese panorama se mantuvo durante buena parte de estos 4 años, con numerosas quejas de los usuarios y los grupos políticos, fundamentalmente por la frecuencia, el estado de las unidades y por el costo creciente del pasaje. En enero del 2012, La Nueva Provincia dirigido por Vicente Massot, incluyó en su edición un “ultimátum”, así lo decía el subtítulo, que el Grupo Plaza enviaba a través del diario al Gobierno Municipal, ya no a cargo de Cristian Breitenstein, sino de su reemplazante Gustavo Bevilacqua. El Grupo Plaza exigía un nuevo aumento en las tarifas y modificaciones en los recorridos para evitar pasar por calles de tierra. Durante varios días no existió comunicación oficial entre el Grupo y el Municipio. A cambio, hubo declaraciones de algunos funcionarios vía redes sociales, como por ejemplo, Damaso Larraburu, un hombre con preeminencia sobre el oficialismo municipal, quien dijo que sentiría alivio si el Grupo Plaza se retirara de la Ciudad.

APU: Dos hechos destacados de lo que es el transporte en Bahía. Primer punto, el más caro del país, segundo punto, hasta hace muy poco gestionado por el responsable de la masacre de Once.

DK: Un grupo vinculado a los hermanos Cirigliano. A tal punto que las palabras que tomó el diario La Nueva Provincia en enero del 2012 para hacer lobby a favor del Grupo fueron las del vocero Gustavo Gago. Este participó de las comunicaciones oficiales de Trenes de Buenos Aires en el marco de la tragedia de Once. El 31 de enero, el Municipio exige al Grupo Plaza una comunicación formal. Una semana más tarde, el 7 de febrero, hubo una reunión entre el Secretario de Gobierno Fabián Literas y dos de los abogados del Grupo Plaza que negaron que existiera un ultimátum del Grupo de irse de la ciudad.

El 8 de febrero se da una reunión del intendente con concejales. El Concejo Deliberante aprobó la emergencia por 60 días, posteriormente prorrogada, en el transporte público bahiense. Finalmente se firma la caducidad de la concesión al Grupo Plaza mediante el decreto 225/12. En el decreto se enumeraban una serie de considerandos que habían sido negados por el intendente anterior, Breitenstein. Bevilacqua enumeraba la “falta de solvencia ética y de buena fe” del Grupo Plaza y el incumplimiento del contrato por parte de la empresa. Recordaba también los informes de la Comisión de Usuarios Testigos, que resumía las principales quejas. Enumeraba multas de un millón de pesos que ha debido abonar la empresa y otros 700 mil que se encontraban al cobro por incumplimientos al pliego y el incumplimiento en las frecuencias a pesar de los subsidios.

También reseñaba la negativa del Grupo de implementar la tarjeta Bahía Urbana, similar a la SUBE. El contrato establecía que la empresa estaría obligada por 2 años, luego de una eventual caducidad, a seguir prestando el servicio pero esto no sucedió. El cuarto artículo del decreto 225 facultaba a una Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria (SAPEM) que se bautizó “Bahía Transporte”, a ofrecer el servicio de transporte público de pasajeros y otro de los artículos hasta estabilizar la prestación del servicio. El 22 de julio, Plaza queda fuera de la prestación del servicio en Bahía Blanca y como prestatarias quedaron las SAPEM, la empresa Rastreador Fournier y la Unión Transitoria de Empresas “San Gabriel”, empresa privada en torno a la cual se dieron algunas polémicas porque no se licitó.

APU: Esto indica que una parte del problema del alto costo del servicio tiene que ver con la administración municipal.

DK: A propósito de eso, el pasaje subió dos veces en el año. La primera vez a mediados de año, cuando se convirtió en el más caro junto al de Córdoba, de $ 2,40 a $ 3,20 y posteriormente el 3 de diciembre, por decreto, se aumentó a $ 3,90 de bolsillo, $ 4,15 a partir de marzo. Esto se da siempre en el mismo contexto: primero se licitan las líneas y posteriormente, a las pocas semanas, se suele aumentar el pasaje de colectivo.

APU: Con cada renovación empresarial suben los precios. Si bien el de Bahía Blanca es un caso extremo, el creciente aumento del pasaje que pega en los sectores que ya sabemos, tiene que ver con el aumento del descontento de los sectores populares que hemos estado atravesando el último año.