Arte para hacer un mundo menos peor

Arte para hacer un mundo menos peor

02 Junio 2016

 

Por Gabriela Margarita Canteros

Valentina Mariani es profesora de Arte en Artes Visuales egresada del Instituto Superior Josefina Contte. Sobre su obra, dice: “Mi producción artística tiene que ver principalmente con la defensa de los derechos humanos: la memoria, la violencia de género, la diversidad sexual, la identidad de género, el femicidio, los roles de género, la pobreza, etc. En la actualidad me encuentro trabajando en torno al género y sus roles, la diversidad sexual, la transexualidad, el aborto. Desde el aspecto formal me encuentro experimentando con los textiles, el bordado y los nuevos soportes, como en el caso de mi última obra, las toallitas femeninas”.

APU: ¿Cree que los espacios artísticos son históricamente espacios masculinos?

Valentina Mariani: Sí, creo que los espacios artísticos fueron históricamente espacios masculinos. Un claro ejemplo de eso es el hecho de que en los libros de historia del arte las artistas mujeres estén prácticamente invisibilizadas, muchas artistas que rompieron paradigmas no son mencionadas, y en otros casos se las menciona por ser musas o pareja de artistas varones.

También existió la desigualdad desde el punto de vista institucional, como en su momento denunciaban las guerrilla girls, que menos del 5% de l@s artistas de las secciones de arte moderno de la mayoría de los museos del mundo eran mujeres, pero el 85% de los desnudos eran femeninos”. Hoy en día, la visibilidad e igualdad de las mujeres en el sector del arte sigue siendo una asignatura pendiente. Me pasó de presentarme en muestras por el día de la mujer y darme cuenta que a muchas de las artistas no las conocía o no las hubiera conocido si no fuera justamente, por una muestra del día de la mujer. De todos modos, considero que estos espacios aún son necesarios ya que muchas veces es la única manera de visibilizar el arte hecho por mujeres.

APU: Desde rol de artista, ¿Qué prácticas realiza en términos de igualdad de género?

VM: Mi trabajo está fuertemente relacionado con mi activismo por la igualdad de género. Si bien, no trato de concientizar a través de mis obras, busco representar nuevas sensibilidades, dar lugar a mi experiencia como mujer dentro de una cultura patriarcal y a la de mis compañeras, o incluso mujeres que no conozco. En este sentido considero que es prácticamente imposible plantear una perspectiva de lo femenino que no tenga que ver con la violencia.

En cuanto a la marcha ni una menos, considero que fue fundamental en mi trabajo, ya que el inicio de mi carrera coincidió en cierto modo con el surgimiento del reclamo, un año antes para ser más exacta. Y si bien en un primer momento me planteé no mezclar el arte con el activismo, el 2014 fue un año donde el número de víctimas fue altísimo, donde la indignación cada vez era mayor… Lo que hizo imposible que todo este panorama no atravesara mi trabajo, por lo que decidí utilizar el arte como medio de denuncia.

APU: ¿Considera que es equitativa la presencia de mujeres en espacios artísticos y culturales en relación a la de los varones?

VM: En cuanto a los espacios artísticos y culturales si, considero que es equitativa, sin embargo, si nos referimos a los puestos de directores, ministros y secretarios, existe aún una gran desigualdad ya que la mayoría son ocupados por varones.

APU: ¿Cree que las intervenciones de mujeres y varones son igualmente valoradas en el mundo del arte?

VM: No, no creo que las intervenciones de mujeres y varones sean igualmente valoradas, pero no creo que sea algo que sólo sucede en el mundo del arte, se da en todos los ámbitos.

Aclaración, en cuanto a este punto, desde mi experiencia no puedo aportar mucho porque recién estoy entrando en el mundo del arte. Estoy exponiendo en Opera Prima en la Casa Nacional del Bicentenario.

APU: ¿Qué acciones cree que como mujer puede fortalecer para acercarnos a la igualdad de género en el campo artístico?

VM: En el campo artístico, mediante la denuncia a través de mis obras pero también generando espacios donde las artistas tengan un lugar para expresarse, difundiendo su trabajo y fortaleciendo lazos entre artistas y gestoras. También considero importante que se dé lugar a las mujeres en ciclos de conferencias, ponencias y congresos de arte ya que en estos espacios muchas veces la presencia de varones y mujeres es menos equitativa.

APU: ¿Puede contarnos más sobre cómo construyó su serie toallitas femeninas y que significó para usted?

VM: La serie de toallitas femeninas parte, desde lo conceptual de la obra de otra artista, una performer transexual llamada Elizabeth Mía Chorubczyck, también conocida como Effy beth. De su proyecto performatico  “Nunca Serás Mujer” donde ella cuenta: “Una vez una persona me dijo: aunque vos te sientas mujer, te crezcan las tetas, tomes hormonas, te operes los genitales, nunca serás mujer porque no menstruás ni sabés lo que eso significa”, me surge esta necesidad de criticar la noción de mujer desde el punto de vista biológico. La obra reúne experiencias propias y de otras mujeres de lo que significa ser mujer, y ese sentido represento todo tipo de mujeres, mujeres cisgenero, mujeres transgenero, mujeres con pene, mujeres que abortan, mujeres que no quieren ser madres, tratando de representar el universo femenino en toda su diversidad, dejando de lado los estereotipos existentes en torno al género femenino. Y el material interviene para resaltar esta idea pero también como una necesidad propia de experimentar con nuevos soportes y técnicas. Para mi, esta obra significó mucho porque muchas de las experiencias que la conforman son muy fuertes y en muchos casos se trata de amigas cercanas y también de mi misma, en ese sentido fue difícil contar mi propia experiencia pero también me sirvió a modo de contención y en ese sentido significa mucho para mi, creo que es una de mis obras favoritas.