"El macrismo pretende un desalojo lento de las villas"
Por Enrique de la Calle
APU: ¿Cómo analizan la situación habitacional en Ciudad de Buenos Aires?
Jonatan Baldivieso: Recientemente sacamos un segundo documento sobre las políticas urbanas en Capital. El primero tenía que ver con analizar cómo impacto la especulación inmobiliaria en el actual déficit habitacional. Este reciente, analiza las políticas que ha tomado el gobierno de Macri sobre la urbanización de villas. Específicamente, describe la política para la Comuna 8, donde están todos los asentamientos. Creemos que el Plan Maestro para la Comuna 8 viene a deshacer todas las conquistas que ha logrado el movimiento villero en los últimos 80 años. Las leyes dicen que la urbanización debe hacerse con protagonismo de los vecinos de las villas, que hay que resolver la cuestión de los propietarios y los inquilinos, que hay que llevar infraestructura. El proyecto del PRO viene a dar vuelta todo eso. Pone en primer lugar la entrega de títulos de propiedad, lo que debería ser el último paso. El PRO quiere que sean los propietarios los que se ocupen de la urbanización y no el Estado. Lo que está detrás es la lógica de mercado. El PRO quiere expulsar a los villeros.
APU: Ese parece ser el proyecto histórico del macrismo. Sin embargo, no tiene posibilidades en un contexto de fuerte resistencia del movimiento villero. No estamos, además, en Dictadura, por lo cual no se pueden vaciar las villas por la fuerza.
JB: Claramente, el PRO sabe que no puede llevar políticas de erradicación ni caer con topadoras, como en otras épocas. Pero tampoco se resigna a que estas tierras queden en mano de los villeros. No quiere invertir plata en eso. Pretende un desalojo lento, de mediano a largo plazo. Porque el proyecto final es la mercantilización de esos terrenos. La política de Macri de mercantilizar las villas se profundizó en 2010 y derivó, entre otras causas, en la toma del Indoamericano. Cuando uno entrega títulos de propiedad en las villas se desentiende de los inquilinos, la población principal de los asentamientos. Hay una diferencia social entre propietarios e inquilinos.
APU: ¿La hipótesis de ustedes, es que una de las causas de la tomas recientes en Capital tiene que ver con la tensión entre inquilinos y propietarios dentro de las villas?
JB: Es un fenómeno complejo, de muchas causas. Pero una fuerte tiene que ver con eso. Antes de la ocupación del Indoamericano, el macrismo había anunciado que iba a entregar títulos de propiedad a los propietarios. En ese contexto, los inquilinos salieron a tomar un predio, porque saben que necesitan tener tierra.
APU: En el caso de la toma de Villa Lugano: ¿ve un fenómeno parecido?
JB: Está relacionado en el punto de que el Estado rompe promesas. Los terrenos ocupados pertenecen a un predio que se iba a destinar a la urbanización de la villa 20. Así lo establece la ley. Las familias, durante años, protegieron ese predio de que fuera ocupado, porque pensaban que se iba a usar para la urbanización. Después se determinó que los terrenos se vendieran al sector privado. ¿Qué hicieron las familias de la villa 20? Lo ocuparon para que no se vendan a privados.
APU: Esa situación se da mientras el macrismo sub-ejecuta el presupuesto destinado a vivienda.
JB: Al macrismo le tocó una época de crecimiento económico y por ende, de crecimiento del presupuesto. Es cierto que el macrismo hizo más en villas que gobiernos anteriores, en un contexto económico diferente. Lo que también es cierto es que se redujo el impacto sobre el presupuesto de los recursos destinados a villas. Pasó del 5 % al 2,7 %, cuando se agravó el déficit habitacional.