“El 68% de los trabajadores municipales estamos flexibilizados”
Por Enrique de la Calle
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué evaluación hace de lo que fue el 2013, caracterizado por mucha conflictividad de los trabajadores municipales?
RG: En realidad, los trabajadores municipales de la provincia de Buenos Aires estamos en una situación bastante delicada, por bajos salarios, básicos que no llegan ni a la mitad del mínimo vital y móvil, sueldos que no llegan al 50 % de la canasta. El 2013 nos encontró en plena lucha.
Por ejemplo, tratando de derogar una ley de flexibilización laboral que fue sancionada en el año 95 cuando el gobernador Duhalde nos quitó todos los derechos a los trabajadores municipales de la provincia. Venimos discutiendo esa derogación y hemos presentado, cuando tuve la suerte de ser legislador provincial por el FPV (2005 – 2009), un proyecto de derogación de la ley, que establezca paritarias provinciales en dos niveles, provinciales y locales.
APU: ¿Cuántos trabajadores municipales hay en la provincia de Buenos Aires?
RG: Hay cerca de 200 mil trabajadores municipales, en las 135 comunas de la provincia.
APU: ¿Cuál es el salario medio del trabajador municipal?
RG: Sacando dos o tres municipios que tienen salarios medianamente dignos, la gran mayoría no llega a un promedio de 2.500 o 3.000 pesos.
APU: Hizo una diferenciación entre municipios. ¿Cuáles tienen mejores salarios?
RG: Son muy pocos los que tienen salarios importantes. Mar del Plata y Bahía Blanca, por ejemplo. Pero la mayoría de los municipios está en ese nivel salarial que te contaba. Hay algo que también complica que es el gran porcentaje que tenemos de contratos basura, casi un 68 % de los trabajadores municipales estamos flexibilizados.
APU: ¿Cuando habla de contrato basura, a qué tipo de contrato se refiere?
RG: Contratos que ni siquiera son contratos, porque esto es muy claro, contrato es cuando uno tiene que contratar un servicio y tienen que estar de acuerdo las dos partes y establecer un salario. Acá se nombra una persona en carácter de contratado, se hace un decreto municipal, se lo renueva cuando quiere, pueden pasar 5 o 10 años y el intendente dice que no lo necesita más, lo deja afuera. Eso es lo que normalmente nosotros llamamos fraude laboral.
Nosotros tenemos ante la justicia algunos fallos que sentaron doctrinas: en Avellaneda, por ejemplo, en el 2003 el intendente Baldomero Álvarez echó una cantidad importante de trabajadores que vinieron aquí a que los defienda nuestro equipo técnico: hemos conseguido fallos a favor. Después de discutir nueve años logramos que le devuelvan los puestos de trabajo y le paguen los salarios caídos.
APU: ¿Esos trabajadores tienen derechos diferentes al resto? ¿Tienen paritarias?
RG: Igual que los de planta permanente con algunas particularidades. Después están los que llegan con el intendente, los nombran en cargos obviamente mucho más importantes. Ese escalafón de trabajador se lleva en la mayoría de los casos la parte más fuerte del presupuesto.
APU: Nombró como excepción el caso de Bahía Blanca y el de Mar del Plata ¿A qué se debe la excepción? ¿Por qué tienen salarios mejores?
RG: Creo que primero y principal, se debe al ingreso de las ciudades, ingresos especiales. Hay municipios que se han tomado como una bolsa de trabajo, entonces qué hacen, toman a trabajadores porque no hay otra posibilidad, no hay fábricas. Entonces, un municipio que tendría que tener 200 a 300 trabajadores, tiene 1.500.
APU: ¿Cómo evalúa si un municipio tiene más trabajadores de los necesarios?
RG: Muy fácil, sale de una ecuación muy clara, uno divide la cantidad de habitantes por la cantidad de trabajadores que hay y le va a dar la ecuación.
APU: Pongamos que ese número debiera ser x. ¿En general, en la provincia de Buenos Aires la media de los municipios está muy por encima de ese número?
RG: Por encima, la gran mayoría de los municipios tiene más personal del necesario.
APU: ¿Ante esa situación cuál es la propuesta del gremio para avanzar en un esquema de mediano plazo que pueda revertir ese panorama?
RG: La propuesta del gremio está en una paritaria y en generar una negociación colectiva. Eso significa tener una paritaria provincial para establecer un piso para que todos los trabajadores arranquemos de ese piso y después se pueda discutir de acuerdo a la realidad de cada municipio.
Después está la negociación colectiva con el intendente para discutir todas estas cosas de las que veníamos hablando, la cantidad de los trabajadores, la calidad de vida de los trabajadores, la capacitación. Todo ese tipo de cosas que tiene que tener una negociación colectiva se tiene que dar en cada municipio, de acuerdo a su realidad.
APU: ¿Durante este año hubo mucha conflictividad?
RG: Este año nos hemos movilizado a la Federación Argentina de Municipios. Cortamos la 9 de Julio con los miembros de la comisión directiva para reclamar un diálogo que se nos viene negando por parte de algunos intendentes. Justamente el día que lamentablemente operaban a nuestra Presidenta teníamos programada una movilización nacional con los trabajadores municipales: llegaron delegaciones de todo el país y fuimos al Ministerio de Trabajo más de 15 mil municipales.
Todas estas actividades nos permitieron instalar el tema municipal, seguramente se van a repetir a partir de marzo, con un agravante, como es la situación actual después del conflicto de la policía. Hay una gran expectativa, el tema inflacionario, hay municipales que no llegan ni a 2.500 pesos, no se puede vivir con eso. Eso es lo que tenemos que resolver y acá tiene que estar presente la política provincial y nacional, que se tienen que poner al frente de esto.
APU: ¿Es optimista con lo que puede pasar este año?
RG: Sí, creo que hemos hecho cosas muy importantes, la política ha tomado nota de esto y saben que tenemos un fuerte compromiso con los trabajadores municipales. Esto se puede ir agravando en la medida que no nos den una respuesta satisfactoria.