Crónicas bosteras: la culpa y el perdón, según Burrito Martínez

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Crónicas bosteras: la culpa y el perdón, según Burrito Martínez

16 Septiembre 2013

La melodía de la marcha peronista puede escucharse en distintas versiones en cada una de las tribunas de las canchas y estadios de todo el país, pero ningún hincha la hizo tan suya como el racinguista: “brillará blanca y celeste... La Academia: Racing Club”. La referencia a los colores nacionales no son una simple identificación con su equipo en términos visuales. Se trata de un vínculo entre la Argentina y la Academia que -según cuenta la leyenda- hizo a Perón declararse hincha de Racing, dejando su verdadera pasión -Boca Juniors- en el ámbito de la intimidad. Pasaron más de sesenta años y en La Boca se sigue cantando “que esta hinchada no cambia de idea, lleva la bandera de Boca y Perón”. Entre otras cosas, un Boca Racing es siempre un encuentro (con frecuencia más cercano al combate que a un congreso) entre peronistas.

Al término de la goleada de Olimpo sobre Boca @BurriMartinez07 escribió “Solamente disculpas”. El delantero pide perdón, tiende su mano lo antes posible y su palabra de reconciliación es rettweeteada por más de 3700 usuarios. Había jugado mal o en realidad no había llegado a jugar. Lo del 7 en Bahía Blanca no tenía nada de “juego”. Hoy pudo jugar, se lo vio moverse y adueñarse del balón a toda velocidad, como si sólo se tratase de un juguete. Y el agua lo hacía más rápido todavía, más atrevido, más niño, más impredecible, sobre todo cuando resolvía de la manera más clásica, con un centro hacia atrás casi en cámara lenta, con la tranquilidad de quien ya no carga ninguna culpa porque pidió perdón a tiempo. Fue un Burrito analizado, sano, sin complejos. Puro cuerpo deseante.

Derrida decía que el pedido de perdón es un acto de habla, un modo de aceptar un daño hecho o un dolor inflingido a otro, una forma de decir “fui yo” ante el trazo o la abertura (haya sido voluntaria o involuntaria) de una herida que habrá dejado como signo o señal una marca, una cicatriz. Y el perdón, las disculpas (que es tanto el olvido como la afirmación y apropiación de las culpas) opera como promesa y compromiso, involucrando al que pide disculpas con su acción futura; programa de reparación. Hay que decir que el 7 de Boca jugó un gran partido ante Racing, redimensionando su palabra y cargándola con el peso del honor. Se rompió el culo durante todo el partido y mostró su mejor desempeño deportivo, tocando, desbordando, presionando, conectándose con sus compañeros. Entonces, agradecerle a @BurriMartinez07 por haber cumplido su palabra. Ganó confianza, demostró que se puede leer en serio lo que escriba en la red social, aunque no sean más de una o dos palabras. Hoy el hincha lo siente uno más, alguien capaz de dejar todo en la cancha, sin perder su nivel. Un jugador autocrítico, auténtico. Logró que Gago no pareciera una flor en el desierto.

Con el Burrito enchufado, hasta Jesús Mendez se relajó y fue por fín mucho más que actitud y energía desbocada. Hubo golazos y buen juego. Mucha recuperación del balón. Erbes de 4 y Ribair Rodriguez en el fondo, lo mejor de Bianchi (sin contar las Copas Libertadores, las Intercontinentales, los campeonatos, etc). Ganó Boca. Román Vuelve.