Crónicas bosteras: Y un día volvió Gago

  • Imagen

Crónicas bosteras: Y un día volvió Gago

02 Septiembre 2013

Es una actitud miserable la de escribir sólo cuando gana Boca. El fin de semana pasado, Estudiantes de La Plata ganó con justicia un partido lleno de fricciones. Este cronista no fue capaz de sentarse a elaborar un comentario que estuviese por encima del lamento previsible. Ayer Boca volvió a ganar, y el cronista a escribir. Miserias de la vida literaria.

Boca y Velez, desde hace ya más de una década, se enfrentan como quien se para ante un espejo. Teniendo en cuenta que Velez es uno de los mejores equipos de la Argentina, se fue creando un clima de clásico desmentido por las buenas intenciones. De un lado y del otro, las referencias se cruzan, dentro y fuera de la cancha. El técnico más ganador de la historia de Boca es también el más ganador de la historia de Velez, además de su más grande goleador; el técnico de Velez –el “Ferguson argentino”- no sólo fue goleador en Velez sino que se destacó junto a Diego Armando Maradona, en el Boca del 81’. ¿Quién era de Boca y quién de Velez? En la Bombonera se aplaudía a jugadores del equipo de Liniers (al “pocho” Insúa, por ejemplo) y algunos jugadores de Boca se internaban en el banco de los suplentes de Gareca como si fueran uno más del plantel visitante. El cruce de afectos parecía no terminar nunca.

No fue únicamente una cuestión de reconocimiento entre ex compañeros. Velez jugó con un equipo alternativo; en este sentido, Boca encontró en su rival a un conjunto atravesando el dilema –muy común para el xeneize- de los “distintos frentes” abiertos. Un Velez Sarfield ganador en torneos internacionales no es nunca un equipo fácil; al contrario, con las sustituciones aceitadas, el equipo de Gareca no perdió el equilibrio en ningún momento del partido. Si es cierto que se trató de un espejo, hay que decir que Boca no se desequilibró tampoco gracias a la propia entereza futbolística del visitante. Siempre hay que tener cuidado con las imágenes especulares; nos devuelven nuestro rostro, pero invertido. Como el boxeador y su sombra; nunca se sabe si estamos o no en un capítulo de La Pantera Rosa. Hay sombras capaces de mandar al boxeador a la lona.

Carlos Bianchi, al término del partido, habló precisamente en términos de “pelea”. Señaló que, tanto en la cancha como en el ring side, uno puede pegar mucho y sin embargo, el que se defiende, antes de caer o tirar la toalla, puede alcanzar a tirar un golpe en el mentón de su oponente y dar vuelta las cosas. Velez podría haber empatado, o ganado. Así y todo, Boca jugó mejor y hasta se dice que fue el mejor partido del equipo en lo que va del campeonato. Ahora bien, Boca no sólo jugó bien, además jugó… Gago. Y levantó la cabeza con pelota dominada; francamente, parecía un astrónomo calculando vida extraterrestre fuera de la Bombonera (a ver si daba para tirar un centro de otro planeta, supongo). Con Fernando Gago en el mediocampo, Boca respiró otro aire y –si había estado en terapia intensiva durante buena parte de este invierno- fue dado de alta.