“Los trabajadores tienen un gran orgullo y pasión por su oficio”

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“Los trabajadores tienen un gran orgullo y pasión por su oficio”

18 Agosto 2013

 

Por Juan Ciucci

APU: ¿Qué querían contar con la serie?

Esteban Garelli: Es una serie sobre la industria naval y sus oficios que muestra cuáles son las tareas que se hacen diariamente en un astillero como Tandanor.  En los distintos programas se explica cómo se repara un submarino, cómo se construye una barcaza, cómo se realizan trabajos de mantenimiento en buques de carga, poniendo siempre el foco en los trabajadores que son los que todos los días mantienen el astillero en marcha.

La industria naval es muy importante para el desarrollo de un país y, a pesar de que se recuperó mucho en los últimos años, en la Argentina todavía tiene muy poco desarrollo. Por ejemplo, el transporte fluvial es el más barato de todos y hoy solamente mueve el 5% de las mercaderías que circulan por el país. Hay mucho por hacer. Además, es una industria de la que hay muy poca información. Tandanor es uno de los astilleros más importantes de Sudamérica y está a pocos minutos del centro de Buenos Aires, pero es algo desconocido para la mayoría. Por eso es que surgió la idea de mostrar en un ciclo de televisión cuáles son las capacidades y las potencialidades de una industria tan importante.

Además, Tandanor tiene una gran historia, no es un astillero cualquiera. Fue fundado por la generación del ´80, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, perteneció al Estado por más de un siglo. Después de ser privatizado en los 90 lo quisieron cerrar para hacer un gran negocio inmobiliario, pero los trabajadores resistieron y atravesaron la crisis del 2001 defendiendo sus puestos de trabajo. Fueron ellos los que lo pusieron en marcha y después de años de mucho esfuerzo e incertidumbre, volvió al Estado en el 2007.  Hoy el 90% de la empresa pertenece al Ministerio de defensa y el otro 10% a los trabajadores.


APU: ¿Cuál fue la reacción de los trabajadores a la propuesta?

EG: Desde un primer momento, todos tuvieron una gran disposición para participar del proyecto y ayudarnos en todo lo que necesitamos.  Algunos estaban sorprendidos de que su trabajo de todos los días sea mostrado en un programa de televisión. Otros ya habían participado de notas y sabían más o menos cómo era el tema. Lo que es común en todas las personas que conocimos es que tienen un gran orgullo y pasión por su oficio, lo que se transmitía en todas las charlas que tuvimos.

El trabajo empezó en el mes de febrero, cuando con  la productora Maite Dorio y el director Juan Pablo Félix, empezamos a ir al astillero a conocer el lugar y entrevistarnos con los trabajadores. Tuvieron mucha paciencia para explicarnos todos los detalles de su trabajo y una gran apertura para contarnos sus historias de vida. Durante todo el proceso se dio un intercambio muy enriquecedor. Porque mientras nosotros aprendíamos de su oficio ellos también iban conociendo el nuestro. Ahora nosotros sabemos de materiales, herramientas y procesos en la reparación y la construcción naval y ellos saben cómo se escribe el guión de un documental y cómo se graba un programa de televisión. Fue intercambio muy interesante.

APU: ¿Cómo eligieron los temas a trabajar en cada episodio?

EG: Cada uno de los capítulos se centra en un sector del astillero. El primero es sobre el Syncrolift, la plataforma por la que entran y salen las embarcaciones que llegan a Tandanor. El segundo sobre el área de Submarinos. El tercero sobre el sector de construcción de barcazas y el último sobre la reparación integral del Rompehielos Irízar. La idea es que entre todos se cuente cuáles son los trabajos que se pueden hacer en un astillero como Tandanor.

Los protagonistas son siempre los trabajadores. Además de las obras que se muestran, cada uno de los capítulos se cuenta la historia de vida de uno de ellos.  Cuando los elegimos tratamos de que representen fielmente lo que vimos en nuestros días en el astillero. Hay muchos trabajadores que están desde hace cuarenta años y aguantaron los momentos más difíciles en la empresa. Hay muchos jóvenes que llegaron en los últimos años a partir de la recuperación que está viviendo la industria naval. Por eso es que hoy, los trabajadores del astillero tienen entre 20 y 30 años los más jóvenes, y alrededor de 50 o 60 los mayores. La generación intermedia no está porque fueron muchos los años en los que la industria naval estuvo abandonada.