Toniolli (II): "Hay una idea que el militante juvenil es el de sectores medios o universitarios"

Toniolli (II): "Hay una idea que el militante juvenil es el de sectores medios o universitarios"

02 Diciembre 2011

APU: ¿Qué balance hacés desde esa Rosario híper combativa de diciembre del 2001 al epicentro de la protesta sojera en el 2008?

ET: Rosario es una ciudad muy atada a los vaivenes del país. Es como un canal por donde pasa todo lo que sale de esa pampa gringa. Pasó de ser una ciudad industrial a ser una ciudad de servicios, donde el negocio inmobiliario hizo un boom impresionante, donde la plata viene de los sectores más acomodados de la producción agropecuaria. Pero el resto de la ciudad miró (la movilización sojera) de costado. Salvo un grupo minúsculo que pretendía juntar esas dos ciudades (la pobre y la rica) atrás del reclamo de la ciudad opulenta, como la CCC (organización territorial del PCR- maoísta), que movilizó por ejemplo, militancia del barrio Toba. Obviamente, ¿qué pasó? se abrían los gringos que estaban ahí. Digo los gringos, en el sentido de que hay instalado en muchos lugares un cierto racismo y desprecio por los humildes. El PCR pensó que era el sujeto revolucionario, no sé qué carajo vieron, pero estuvieron ahí. Salvo eso, (en la concentración al Monumento de la Bandera de 2008) eran sectores muy acomodados de nuestra sociedad que no querían que se distribuya el ingreso. Es una sociedad muy fragmentada. Hay muchas Rosarios. Y se vio inclusive en las últimas elecciones, donde una parte de la ciudad apoyó masivamente a Cristina y otra son los sectores más acomodados en que se hace fuerte el socialismo.

APU: ¿Cuán socialista te parece el socialismo?

ET: Pertenece a la tradición del socialismo conservador de la Argentina, del juanbejustismo, del socialismo conservador. Acá en Capital Federal, donde le iba bien a Pinedo le iba bien a este socialismo, que parece heredero del socialismo independiente del abuelito de Pinedo. Ahí se juntan dos historias. En Recoleta, Palermo votaban a Federico Pinedo y a Binner. Parece una foto del año 30, contra Yrigoyen. En este caso, Yrigoyen, sería Cristina, no Ricardito Alfonsín

APU: De 2008 a 2011, ¿ves que hay un boom de la participación política en la juventud?

ET: La resistencia al neoliberalismo siempre tuvo mucha militancia juvenil. Y no era visible en el sistema político institucional y quizás para los grandes medios de comunicación. Mucha de esta militancia joven durante la segunda mitad de los 90, nos integramos al kirchnerismo desde esa historia de resistencia. Y en algunos casos construimos nuestra referencia dentro del marco de las organizaciones juveniles del kirchnerismo. En otros casos eran compañeros con la misma edad que nosotros y pasaban a ser dirigentes con referencia importante del kirchnerismo sin que aparecieran como jóvenes. Además con esto de la militancia juvenil también hay mucho verso o mucha idea formada donde el militante juvenil es el de sectores medios o el militante universitario. El pibe que milita en el barrio, primero porque capaz que tiene hijos antes, no se lo considera un militante juvenil, es un dirigente barrial, piquetero o lo que fuera. Hay construcciones que se generan en torno a esto. Desde el 2008 -y lo pongo en 2008, no con la muerte de Kirchner- en adelante, es obvio que cuando queda claro que la política se recupera como herramienta de transformación social, en una franja etaria donde vos te comprometés cuando podés ver blanco sobre negro, cuando le ves la cara al enemigo, aparece el conflicto del campo, el conflicto con las corporaciones mediáticas, Kirchner se para en un atril y dice “¿Qué te pasa, Clarín?”, o sea, le pone nombre y apellido a un montón de fantasmas y eso desencadena que muchísimos militantes de los bordes del sistema político (emerjan)… El kirchnerismo no inventó la lucha por los derechos humanos, no inventó la lucha por el convenio colectivo de trabajo o por una nueva ley de medios de la democracia, ni por el matrimonio igualitario. No inventó un montón de luchas, pero sí las puso en el centro de la escena y en muchos casos las convirtió en legislación. Eso hizo que esas reivindicaciones se sintieran convocadas a defenderlas desde un proyecto que las incluía. Eso es obvio que va a generar un mayor grado de movilización y de compromiso. Y está claro que en donde más va a incidir esto es en los sectores juveniles. Conozco militantes que durante mucho tiempo miraron con desconfianza este proceso y que pertenecían, por ejemplo, a los medios alternativos o populares de comunicación y que venían peleando por una ley, y se sintieron convocados a partir de que el Gobierno impuso una nueva ley de medios.

APU: ¿Qué sensación te despertó este año cuando finalmente fuiste electo diputado provincial?

ET: Desde 2005, el M-Evita de Rosario fue además de toda esta construcción social y político, siempre tuvimos vocación por la disputa electoral. Desde la marginalidad, pero en 2005 presentamos una lista que encabecé yo a concejales con el padre Joaquín Núñez (como candidato a intendente), un sacerdote tercermundista. Para conformar un espacio, no porque creyéramos que podíamos entrar. A partir de 2007 al tener un diputado provincial (se refiere a G. Rico), saltamos a construir en toda la provincia, además de Rosario y Santa Fe que eran los lugares fuertes. Fui candidato en 2005, 2007, 2009. Porque nos sentíamos una estructura que necesariamente tenía que dar la disputa electoral, porque es el lugar donde se juega el proyecto de país. Y además es una tribuna que te da visibilidad para las posiciones que sosteníamos desde el llano. Nosotros traemos las reivindicaciones de los que están afuera. No sólo los excluidos económicos, afuera de la distribución del poder. Y la distribución del poder también se da en el escenario institucional. El (diputado nacional Agustín) “Chivo” Rossi en Santa Fe, en la interna abierta, llevó dos listas de diputados provinciales. Una llamada Frente para la Victoria y la otra, Jóvenes para la Victoria, integrada por compañeros juveniles de organizaciones sociales, gremiales, pueblos originarios, organizaciones de la diversidad sexual, organismos de derechos humanos, gremios.    

APU: ¿Juventud Sindical también?

ET: No, en la provincia no está formalizada. Pero había un compañero de la Juventud de ATE. Secundarios no, porque no daba la edad. Inclusive quisimos poner un compañero de la localidad de Román, casi fue a firmar. ¡Tenía 19 años! Imaginate la improvisación nuestra, de venir de muy afuera del sistema político. No sabíamos que los 21 era el límite de edad. Eran todos compañeros menores de 35 años. Pero lo mejor de eso no era el corte etario. Yo repetía esto en los medios y me miraban raro, porque decían “este va a venir y va a explotar el tema de la juventud”. Y lo más importante era precisamente que todos los que integraban esa lista eran protagonistas de luchas que el kirchnerismo había puesto en el centro de la escena. Y además se sintieron llamados no desde un aspecto parcial de ese proyecto y se bancan las contradicciones de todo este proceso. En mi caso y de otros compañeros de H.I.J.O.S. de Santa Fe Capital,  nos movimos al kirchnerismo a partir de que Kirchner bajó el cuadro de Videla, de generar las condiciones para los juicios por genocidio. Todo eso quedó expresado en una lista y fue fantástico como experiencia, no porque la lista era de jóvenes y los jóvenes son buenos y hay que renovar la política. Para nosotros el eje es la liberación de nuestra Patria, mejorar las condiciones de vida de nuestro Pueblo. Nosotros lo estamos haciendo de una manera quizás mucho más progresiva -aunque en algún momento va a tener que pensar objetivos trascendentes mucho más grandes-. El peronismo, por ejemplo, fue mucho más aluvional, fue una revolución, sucedió en muy poco tiempo. No es que se fueron todos los viejos políticos figurones, conservadores. Muchos de esos se transformaron y pasaron a ser parte del peronismo. Ahora, había cientos de diputados obreros en el Congreso.    

APU: Como Cooke, el más jóvenes que entró a la Cámara.

ET: Pero nadie decía “Un joven, ¡qué bien!”. Era Cooke, Tenía unos huevos así. Y otro, venía un tipo del nacionalismo más reaccionario, como Ernesto Palacio, que se suma vía el radicalismo, se termina sumando al peronismo. Cientos de desconocidos que eran dirigentes obreros. Rubias teñidas, que en realidad eran morochas. Algunas fueron al Congreso, un montón de estas empezaron a partir de Evita a tomar protagonismo político. Y hubiesen tomado mucho más si no hubiesen volteado el peronismo en el 55. Lo que hizo el peronismo fue meter adentro a los que estaban afuera. Y lo que queremos hacer nosotros ahora es lo mismo. La verdadera reforma política que necesita la Argentina no es ver si votamos con un botoncito o con una boletita. Esas son cuestiones accesorias. La verdadera reforma política acá en la Argentina es que la política, que durante muchos años fue expropiada por los sectores concentrados de la economía y sus políticos “profesionales, que la política vuelva a ser de los sectores populares, del pueblo argentino.

APU: ¿Cuál pensás que va a ser tu función ahora en el Congreso provincial?

ET: Tenemos una situación muy particular, vamos a ser oposición (del socialismo) pero con las dos Cámaras en manos del peronismo. Un Senado donde la mayoría de los senadores provinciales no son kirchneristas.

APU: ¿Son antikirchneristas?

ET: Hoy no existe más el antikirchnerismo, pero son a-kirchneristas. Y una Cámara de Diputados donde sí hay una buena cantidad. De 28 que entramos por el peronismo, por lo menos 26 se definen kirchneristas. Algunos son kirchneristas del 2003. Otros dejaron de serlo en algún momento en el 2008 y hoy lo son de nuevo. Esa particularidad hace que sea una oportunidad histórica no de poner palos en la rueda, pero sí que las iniciativas que uno genera desde la oposición al Ejecutivo tengan la oportunidad de ser promovidas efectivamente en la Cámara, que vaya a la de Senadores y puedan convertirse en leyes. Después deberán ser vetadas o no por el gobernador (socialista, Antonio Bonfatti) en función de los intereses de su proyecto. A mí me parece que esa Legislatura tiene que expresar la vocación transformadora de una parte importante de nuestra sociedad, los sectores más humildes de la sociedad, meter todas esas contradicciones en la Legislatura. Nosotros venimos planteando un montón de reivindicaciones como un marco legal para los centros de estudiantes secundarios, que desde la democracia hasta acá Santa Fe no tuvo. Un marco que los reconozca y los promocionen, porque hay una muy baja cantidad de centros de estudiantes a diferencia de como explotó la participación en la provincia de Buenos Aires a partir de disposiciones del Ministerio de Educación (a cargo de Mario Oporto). Ahora me enteré de un viejo proyecto de ley socialista va a ser aprobado en Diputados. Mejor si sale aprobado porque lo que pedimos es que haya un marco que permita reconocerles a los estudiantes secundarios que militan o que quieren hacerlo, el centro de estudiantes como herramienta de lucha más allá de la voluntad de los directivos. También un marco de promoción del empleo joven. Son cosas que planteamos en la campaña. Y me interesa mucho la comisión de Derechos y Garantías, que tiene que ver con la defensa de todos los  santafesinos, pertenezcan a la clase social que pertenezcan, estén en libertad o cumpliendo alguna condena en cárceles, comisarías. Bueno, comisarías no debería suceder, pero sucede. Esa comisión tiene todas las potestades para inspeccionar esas situaciones, denunciarlas, llevarlas a la justicia, interpelar al Ejecutivo provincial. También me interesaría comisiones como Agricultura. Hoy hay todo un debate en torno a los agroquímicos y las implicancias sobre la salud.

APU: ¿Te hubiera gustado militar en otro lugar?

ET: Desde que empecé a militar siempre tuve en la cabeza una idea más tradicional de la militancia, quizás porque miraba mucho los 70, que la que me permitía la década de los 90. El primer año que nace H.I.J.O.S., en 1995, no me acerqué porque ¿un organismo de derechos humanos? Yo quería una organización política. Ahora, después la verdad es que no había ninguna organización que me contuviera.

APU: Empezaste navegando el movimientismo.

ET: Y lo que se podía pensar como orgánica era la izquierda trotskista. Estábamos en la calle juntos, pero tienen otra forma de pensar la política. La verdad que siempre pensé la política como la pelea por el poder. Eso lo tengo claro. Poder para algo, para las mayorías populares, para transformar la realidad, no por el poder mismo. Este momento histórico que estamos viviendo es fantástico y estamos discutiendo eso. No quiero ser idealista ni decir estamos discutiendo a fondo. No, eso lo dirá la historia y lo juzgaremos nosotros mismos más adelante, si estamos yendo a fondo o no. Lo que no dudo es sobre el sentido, siempre para adelante. Del 2003 para acá se recuperaron derechos. Muchos pueden discutir los tiempos y la profundidad de esa recuperación, pero el sentido es positivo. El sentido de las transformaciones que se están haciendo realmente genera una ruptura con tantos años de entrega, de neoliberalismo. Hay muchos que pensamos que tenemos que ir más a fondo. Ahora, no lo pensamos desde afuera, desde arriba, desde el costado diciendo “Ustedes tienen que ir más a fondo.” Lo pensamos desde adentro y metiéndole todo y jugándonos todo. No somos el grupo que decíamos “vamos a ser kirchnerismo crítico”, lo que no quiere decir que no seamos críticos. Pero la crítica la hacemos desde adentro y bancándonos las contradicciones que hay que bancarnos. No estamos en política para preservarnos ni para caer siempre bien parados y decir: “Ah, yo estuve en el lugar correcto.” Y si nos equivocamos, nos equivocamos, pero le metimos a fondo por las cosas que pensábamos. Por ahora no nos equivocamos, como decía una bandera que llevamos con un amigo en la cancha de Newell´s: “(Marcelo) Bielsa, el tiempo te dará la razón”. Esto no significa organizarse para decir: “Siempre está todo bien, estamos yendo bárbaro.” No, hay que poner la alerta donde hay que ponerla, discutir, rectificar lo que haya que rectificar y para ser más efectivo en esta agenda que estamos llevando adelante.

APU: Gracias, Toniolli.