Antonio Puigjané : un Franciscano capuchino con alas de libertad

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Antonio Puigjané : un Franciscano capuchino con alas de libertad

01 Septiembre 2019

Foto principal: Diana Hoffmann

Por Nadia Mayorquín

 “Con un oído en el evangelio y el otro en el pueblo”

Monseñor Angelelli

 

El martes 27 de agosto, al mediodía, falleció Fray capuchino Antonio Puigjané a los 91 años de edad. "El Piru” nació en Córdoba el 13 de junio de 1928 y fue hijo de Juan Daniel Puigjané, secuestrado y desaparecido en el barrio de Caballito, en Buenos Aires, el 8 de septiembre de 1972. Antonio siempre conectado con la realidad cotidiana del pueblo: siempre estuvo con los más desprotegidos, fue colaborador del Obispo Angelelli y acompañó en las rondas a la lucha de las Madres de Plaza de Mayo.

Antonio Puigjané ingresó a la orden sacerdotal en 1940 y en 1949 hizo sus primeros votos, hasta que se ordenó en 1952. Entre los años 1969 y 1972 realizó su servicio pastoral en barrios carenciados de la ciudad de Mar del Plata, hasta que fue removido por Monseñor Plaza, este último fue un activo colaborador de las fuerzas represivas durante la última dictadura militar, dicho personaje se valió de su posición en la Iglesia para entregar a decenas de personas a las Fuerzas de Seguridad que aún permanecen desaparecidas, entre ellas a su propio sobrino, José María Plaza quien luego fue visto en la ESMA. Monseñor Antonio Plaza fue designado capellán mayor de la Policía de la Provincia de Buenos Aires el 11 de noviembre de 1976. Posterior a esta remoción Antonio continuó con su misión en Anillaco en La Rioja, junto a Monseñor Enrique Angelelli, hasta que este último fue víctima de la dictadura y fue asesinado el 4 de agosto de 1976. En ese momento nuevamente fue trasladado, siendo su nuevo destino la Iglesia de Nuestra Señora de Itatí, en Quilmes Oeste, Provincia de Buenos Aires, donde permaneció  hasta 1989.

Fue miembro del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM) desde su fundación hasta 1976. Siempre honró su entrega con los más desprotegidos y abandonados del sistema, fiel a su compromiso, solidario, de corazón humilde, se sumó al movimiento de Derechos Humanos en plena dictadura militar del periodo 1975 a 1982.

A mediados de 1986 se integró al Movimiento Todos por la Patria (MTP). Fue condenado a 20 años de prisión por el asalto al regimiento de La Tablada. El 23 de enero de 1989, se presentó espontáneamente en el juzgado federal para declarar que desconocía por completo la idea del copamiento militar a la Tablada. Una farsa jurídica llevó a Antonio a quedar detenido en la cárcel de Caseros durante 7 años. Dicha cárcel fue construida por la dictadura militar del año 1976, una cárcel sin espacios abiertos, solo celdas.  Cumplió otros 2 años en el penal de Ezeiza.

Estuvo preso hasta 1998, cuando cumplió 70 años y obtuvo el beneficio del arresto domiciliario; vivió con los religiosos capuchinos, en el Santuario de Pompeya. En 2002 le ofrecieron un indulto preferencial a condición de que el resto de sus compañeros permanecieran en la cárcel. No aceptó.

Luis Coscia, el párroco de Nuestra Señora del Rosario, fue quien confirmó que a las 10:45 del día martes había fallecido Antonio. Concluyó el mensaje, expresando: "Antonio ya participa de la condición de los santos y está definitivamente con Dios para interceder por nosotros y por esta patria también tan necesitada, la Argentina".

 

Película: Un Franciscano a contrapelo, Antonio Puigjané, el Piru. Guionista y director Fabio M. Zurita.