Obra Social Bancaria: vigilia en la Superintendencia de Servicios De Salud
Los trabajadores de la Obra Social Bancaria Argentina, a través de su organización gremial UTOSBA (Unión de Trabajadores de OSBA) informa que a consecuencia de la extrema crisis que sufre nuestra Institución, que pone en serio riesgo la atención médica de nuestros afiliados y atenta contra la preservación de los puestos de trabajo, hemos declarado mantener el “Estado de Alerta y Movilización”, decretar paro, movilización y vigilia de 24 horas este jueves 5 de Julio en sede de la Superintendencia de Servicios de Salud, Av. Presidente Roque Sáenz Peña 530 de esta ciudad.
OSBA se encuentra colapsada financieramente, con una importante parte de su deuda en Concurso de Acreedores, un incremento pos-concurso de la misma de alrededor de 200 millones; asistiendo precariamente a sus afiliados, siendo dificultoso el cumplimiento del Plan Médico Obligatorio, por lo que la mayoría ha migrado a otras Obras Sociales, dejando un reducido padrón de afiliados, de él tan solo el 8% son trabajadores activos bancarios, el resto monotributistas y alrededor del 60% jubilados y pensionados, es una masa filial altamente demandante y de bajos aportes. En esta situación y con estas reglas de juego, OSBA es una institución inviable, nuestros puestos de trabajo son vulnerables e inseguros, las condiciones laborales son precarias, sin Convenio Colectivo y con muy bajos salarios.
Las pésimas administraciones que condujeron OSBA en los últimos 15 años y el corolario que culminó con la causa de la mafia de los medicamentos, son las principales responsables de esta situación. Pero, desde diciembre de 2.010, la Asociación Bancaria muestra una persistente negativa a hacerse cargo de la misma, luego de la culminación de la intervención del Poder Ejecutivo. Es el Estado Nacional el responsable de encontrar una salida sustentable en el tiempo. Luego de un año y medio de intervención y otro tanto de administraciones designadas desde la Superintendencia de Servicios de Salud, ya deberían haberse tomado las medidas para evitar el cierre.
Durante largos meses venimos recibiendo promesas y ninguna concreción. Nuestro tiempo como institución y como trabajadores está agotado, mantener esta agonía es arbitrio de los Organismos del Estado que deberán resolver en forma urgente para evitar la angustia de pacientes y trabajadores, y no ser ellos los que terminen pagando un alto costo político, por la caída de una Obra Social, y de un importante centro de salud como lo es el Policlínico Bancario, justamente en medio de una demanda insatisfecha en el Sistema de Salud Nacional.
Más info: Tomás Mereles, 15 3347 4496.