“No nos podemos aislar si hay que defender la universidad pública y gratuita”

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“No nos podemos aislar si hay que defender la universidad pública y gratuita”

03 Noviembre 2015

Por María Brun Lubatti

APU ¿Cómo se constituye el MLI como fuerza política dentro de la facultad de ingeniería?

Fernando López: El Movimiento Linealmente Independiente se consolidó en concreto como espacio político en octubre de 2005 tras una etapa de gestación que se venía dando desde un año atrás.

Varios compañeros, atravesados de maneras muy heterogéneas por la crisis social, económica y particularmente política que estalló en 2001, se sentían interpelados por la situación de la Universidad y su rol en un marco nacional pero no encontraban un espacio que fuera realmente capaz de contenerlos. Empezó a hacerse explícita esta necesidad de tener un espacio propio donde trabajar en pos de un proyecto de Universidad y que realmente represente a los estudiantes de FIUBA.

APU ¿Qué significa ser independientes dentro de una facultad tan compleja políticamente ?

FL: Significa poder tomar las decisiones y dar discusiones sin ruidos, interferencias o imposiciones externas. Al estudiante en general le resulta atractiva la idea de una agrupación enfocada en representarlos como tales y en abarcar específicamente los problemas y discusiones de FIUBA sin segundas intenciones o priorizando otros temas. A los partidos por lo general les cae incómodo porque no pueden encasillarnos política y/o ideológicamente tanto para analizarnos como para referirse a nosotros frente al resto de la comunidad.

APU: ¿Esperaban un triunfo tan contundente?

FL: Durante la semana vimos que estábamos ganando, pero nunca supimos exactamente por cuánto.

La contundencia del triunfo no es tal en el global (solo 3%), pero al evaluar los resultados dentro del ámbito de FIUBA ahí se puede ver que los estudiantes claramente tuvieron preferencia por nuestra propuesta. La Presidencia no gozaba de alta imagen negativa ni habían señales explícitas de proceso agotado. Esto significa que para muchos estudiantes hicimos las cosas tan bien durante el año que valió la pena optar por otra opción, aún sin estar del todo disconformes con la conducción previa.

APU: ¿Cuales son los desafíos para la gestión?

FL: Creo que los desafíos principalmente son tres, aunque los dos primeros se vinculan uno con el otro. El primero, reconstruir la imagen del Centro de Estudiantes de Ingenieria ante la mayoría del estudiantado. Hoy la gente cree que el Centro no tiene nada que aportar a su cotidiano estudiantil. Tampoco lo terminan de entender como institución.

El segundo, acercar a la gente a participar y hacer propio su órgano gremial. Qué entiendan que la capacidad o incapacidad del CEI de transformar realidades en FIUBA depende en gran parte de su aporte, que no hay una presidencia omnipotente y omnipresente que se ocupa de arreglar todo mientras ellos cursan tranquilos. Recuperar también el valor de la asamblea y de la movilización como método de protesta.

El tercero, más en lo concreto, tiene que ver con resolver la recuperación de los servicios que el centro de estudiantes perdió en 2007, culpa de la pésima (y posiblemente fraudulenta) administración que llevó adelante durante años la CEPA y que llevó a que el Centro perdiera el control tanto de la Fotocopiadora como del Comedor y la Librería. Hoy el centro de estudiantes no maneja un peso, y eso dificulta mucho la realización de ciertas actividades y proyectos que requieren en mayor o menor medida de cierto presupuesto.

APU ¿Cómo se enmarca este triunfo en la coyuntura nacional?

FL: En principio, diría que la mayoría de la gente no tomó la decisión de votarnos pensando en lo nacional, sino que espera que tengamos la intención y la capacidad de poner nuestra cabeza en el cotidiano de la FIUBA: los planes de estudio, los concursos docentes, el manejo local del presupuesto, la situación edilicia, entre tantas otras cosas que no están directamente atadas al gobierno nacional.

Nosotros entendemos que la coyuntura actual no es del todo alentadora, y que existe una posibilidad importante de tener que volver a salir a las calles a resistir los embates de un ajuste presupuestario en la Universidad. Si llegara a ser necesario, el MLI está dispuesto y preparado para movilizar y conducir a los estudiantes de FIUBA. Aunque sigamos ocupándonos del día a día, entendemos que aislarnos dentro de la Facultad sin prestar atención a lo que pasa afuera sería un error, tanto para la defensa de la Universidad pública y gratuita como para representar adecuadamente los intereses estudiantiles.