New York Times: La CIA reconoce que ayuda con armas a la oposición siria
Por Eric Schmitt, desde Washington I Un pequeño número de oficiales de la CIA está operando secretamente en el sur de Turquía, ayudando a sus aliados a decidir qué opositores sirios recibirán armas a través de la frontera para luchar contra el gobierno sirio, según funcionarios estadounidenses y oficiales de inteligencia árabes.
Las armas, incluyendo rifles automáticos, granadas propulsadas por cohetes, municiones y antitanques, están siendo canalizadas principalmente a través de la frontera con Turquía a través de una red oscura de intermediarios incluyendo los Hermanos Musulmanes de Siria y pagado por Turquía, Arabia Saudita y Qatar.
Los oficiales de la CIA han permanecido en el sur de Turquía durante varias semanas, en parte para ayudar a mantener las armas fuera de las manos de aliados de Al Qaeda u otros grupos terroristas, según señaló un funcionario estadounidense de alto rango. El gobierno de Obama ha dicho que no está proporcionando armas a los rebeldes, pero también ha reconocido que los vecinos de Siria podrían estar haciéndolo.
El esfuerzo clandestino de la CIA es la instancia más conocida al detalle del apoyo – limitado - estadounidense a la campaña militar contra el gobierno sirio. También es parte del intento de Washington de aumentar la presión sobre el presidente sirio Bashar al-Assad, que recientemente ha aumentado la represión mortal de su gobierno hacia los civiles y las milicias que luchan contra su gobierno. Con Rusia bloqueando medidas más agresivas contra el gobierno de Assad, Estados Unidos y sus aliados han girado hacia la diplomacia y armar a los rebeldes para forzar a Assad a salir del poder.
Al ayudar a los grupos rebeldes veteranos, agentes de inteligencia estadounidenses en Turquía esperan aprender más acerca de una creciente red de oposición dentro de Siria y establecer nuevos lazos. "Los oficiales de la CIA están ahí y están tratando de establecer nuevas fuentes (de información) y reclutar gente ", dijo un funcionario de inteligencia árabe que es informado regularmente por homólogos estadounidenses.
Funcionarios estadounidenses retirados de la CIA dijeron que el gobierno también estaba sopesando ayudar más a los rebeldes, como proporcionar imágenes de satélite y otra información detallada sobre la ubicación de las tropas sirias y movimientos. El gobierno también está considerando la posibilidad de ayudar al servicio de inteligencia rudimentaria que la oposición siria creó. Pero no se han tomado decisiones sobre medidas aún más agresivas, como el envío de oficiales de la CIA en la propia Siria.
La lucha en el interior de Siria tiene el potencial de intensificarse significativamente en los próximos meses con la llegada de poderosas armas tanto al gobierno sirio como a los combatientes de la oposición. El presidente Obama y sus asesores están tratando de presionar a Rusia para frenar los envíos de armas, como helicópteros de guerra a Siria, su principal aliado en Oriente Medio.
"Nos gustaría ver que las ventas de armas al régimen de Assad lleguen a su fin, porque creemos que han demostrado que sólo usará su ejército en contra de su propia población", señaló Benjamin J. Rhodes, asesor adjunto de seguridad nacional para comunicaciones estratégicas. Lo dijo después que Obama y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se reunieran en México el lunes pasado.
Voceros de la Casa Blanca, del Departamento de Estado y la CIA no quisieron hacer comentarios sobre las operaciones de inteligencia para apoyar a los rebeldes sirios, detalles informados la semana pasada por The Wall Street Journal. Hasta ahora, la cara pública de la política del gobierno hacia Siria ha sido diplomacia y ayuda humanitaria. El Departamento de Estado ha autorizado $ 15 millones (de dólares) en ayuda no letal, como suministros médicos y equipos de comunicación, a los grupos de la oposición civil en Siria.
El Departamento de Estado dijo el miércoles que la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton se reunirá con su homólogo ruso, Sergey V. Lavrov, en el marco de un encuentro de cancilleres Asia-Pacífico en San Petersburgo, Rusia, el próximo jueves. Las conversaciones privadas se centrarán, al menos en parte, en la crisis en Siria.
El Pentágono afina una serie de opciones militares, tras una petición de Obama a principios de marzo para una planificación de contingencia. El general Martin E. Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo a los senadores en ese momento que las opciones que se examinan incluyen puentes aéreos humanitarios, vigilancia aérea del ejército sirio, y el establecimiento de una zona de exclusión aérea.
El ejército también ha elaborado planes para que las tropas de la coalición neutralicen las reservas considerables de Siria de armas químicas y biológicas si una guerra civil total pone en peligro la seguridad (de la coalición). Pero altos funcionarios del gobierno han puesto de relieve en los últimos días que no están considerando activamente opciones militares. "Actualmente, cualquier acción es hipotética en extremo", dijo el general Dempsey a los periodistas este mes.
¿Qué cambió en marzo que provocó el flujo de armas y municiones a los rebeldes? El ambiente cada vez más feroz y ataques de artillería lanzados por el gobierno destinados a contrarrestar la mejor coordinación, tácticas y armamento de las fuerzas de oposición, según señalan los miembros del Consejo Nacional Sirio y otros activistas.
El mes pasado, los activistas dijeron que vehículos del Ejército turcos entregaron armamento antitanque en la frontera, que pasó de contrabando a Siria. Turquía ha negado esto en repetidas ocasiones con la excepción de ayuda humanitaria a la oposición, principalmente a través de los campamentos de refugiados cerca de la frontera. Los mismos activistas dijeron que EE.UU. fue consultado acerca de las transferencias de armas.
Analistas militares estadounidenses ofrecieron opiniones encontradas sobre si estas armas han compensado las ventajas en poder del Ejército sirio, militarmente superior. "Los rebeldes están empezando a descifrar el código para desactivar tanques", dijo Joseph Holliday, un ex oficial de inteligencia del ejército estadounidense en Afganistán, ahora investigador en seguimiento del Ejército Sirio Libre para el Instituto para el Estudio de la Guerra, en Washington. Sin embargo, un alto funcionario estadounidense que recibe informes clasificados de inteligencia de la región, señaló que, en comparación las armas de los rebeldes son "cerbatanas" contra las armas pesadas y helicópteros bélicos del gobierno.
El Consejo Nacional Sirio, el principal grupo de oposición en el exilio, ha comenzado recientemente a tratar de organizar en una fuerza más unida las unidades dispersas y localizadas que luchan bajo el nombre de Ejército Sirio Libre. Cerca de diez consejos militares de coordinación en provincias de todo el país están ahora compartiendo tácticas y otra información. La ciudad de Homs es la excepción notable. Le falta un consejo, porque los tres principales grupos militares en la ciudad no se llevan bien, según afirmaron funcionarios nacionales encargados del consejo.
Jeffrey White, analista de defensa en el Instituto Washington para Política del Cercano Oriente que sigue vídeos y anuncios de batallones autodenominados rebeldes, dijo que actualmente hay cerca de cien formaciones rebeldes, frente a los alrededor de 70 hace dos meses, que varían en tamaño desde unos pocos a un par de cientos de combatientes. "Cuando el régimen quiere ir a un lugar y pone el número adecuado de fuerzas, puede hacerlo", dijo White. "Pero la oposición está elevando el costo de este tipo de operaciones".
Neil MacFarquhar contribuyó (en este artículo) desde Beirut, Líbano. Souad Mekhennet también contribuyó informes.