Jornadas solidarias de la Juventud Sindical Peronista por el día del niño
AGENCIA PACO URONDO: Cuentenos sobre las jornadas que estuvieron organizando con la Juventud Sindical Peronista por el día del niño.
Eduardo Montenegro: Empezó como una iniciativa de la CGT que conduce el compañero Antonio Caló para ayudar a los niños. Empezamos desde el cono sur del conurbano bonaerense en hospitales como el Gandulfo y el Hospital Iriarte de Quilmes, más que nada tratando de llegar a los niños más vulnerables para que puedan tener la misma posibilidad que tienen otros chicos de recibir un presente.
APU: ¿Cómo sería el cronograma de estas actividades?
Eduardo Montenegro: El viernes estuvimos en el Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora y en el Hospital Iriarte de Quilmes. El sábado estuvimos en el Instituto Nuevo Dique, en La Plata, y el domingo estuvimos en Campana. Esta semana cerramos el jueves en Quilmes. Estamos entregando 2.000 juguetes para los chicos.
APU: ¿Cómo viene evolucionando este proyecto de juventud sindical?
Eduardo Montenegro: Gracias a la conducción del Secretario de la CGT , Antonio Caló y la participación por supuesto, de todos los secretarios generales que integran esta CGT, venimos construyendo un lugar donde los jóvenes militantes tenemos un respaldo.
Hay muchos gremios en el interior. Tratamos de hacer un trabajo regional, más federal, que llegue a todo el país para que todos los militantes se sientan parte de ese Movimiento Sindical de Juventud Peronista y puedan participar de nuestro proyecto.
APU: Con estas jornadas, por ejemplo, hay un punto de trascender lo gremial. ¿Por qué lo piensan así?
Eduardo Montenegro: Porque creemos que el Movimiento Obrero funciona y se radica en sus trabajadores. Muchas veces, en todos los sindicatos se habla mucho de toda la parte gremial y no nos tenemos que olvidar que el movimiento obrero somos todos. Con eso tenemos que ver a cada hijo de trabajador que en este momento quizás no tienen la posibilidad de tener un trabajo o que no tienen la posibilidad de comprar un regalo. Tratamos de que el trabajador sienta un respaldo.
APU: ¿Qué respuestas obtuvieron en estas jornadas?
Eduardo Montenegro: La verdad fuimos muy bien aceptados. En el Hospital de Quílmes donde tuvimos la posibilidad de entrar a la guardia donde hay chicos que son más vulnerables. No nos vieron como una cuestión de “vienen por algo” sino como “vienen a solidarizarse con una causa, de entregar un presente”. La verdad que fue muy emocionante y muy gratificante haber podido participar de estas jornadas que todavía no terminan.