HUMOR I Para Fachóstegui, con "YPF empieza una ola de estatizaciones"
Antes de escribir este artículo redacté otros para diferentes medios españoles. En todos, comencé con un pedido de disculpas por lo realizado por CFK. Que aunque no me guste, también es mi presidente. Lo que pasó es un atropello tremendo contra la seguridad jurídica, contra la propiedad privada, en definitiva, contra cualquier racionalidad. El populismo en su versión más peligrosa.
Si la escribanía llamada "Congreso Nacional" ratifica el proyecto enviado por CFK (lo que descuento) se habrá concluido con una etapa muy importante de nuestra historia energética. En los 90, se decidió que capitales privados se ocuparan del petróleo, lo que hicieron con notable eficacia, a tal punto que hoy Repsol es un orgullo de España y Europa. Y también de muchos argentinos que sabemos valorar el esfuerzo y la capacidad. Algo similar ocurrió con Aerolíneas Argentinas: hoy, esa empresa estatal es una verguenza por sus deficits constantes que sirven para enriquecer a jóvenes k . ¿Ese es el destino de YPF?
Si esta estatización avanza sin resistencia civil el riesgo es muy grande. El buen populista pensará: ¿dónde parar? La tentación será avanzar por todos los resortes económicos, sociales, ¿políticos? Hoy, un colega español habló de la "monarca Cristina". Esta sería una terrible monarquía, no como la española, que convive con los valores republicanos.
"Vienen por todo, Jorge", me dijo entre lágrimas este mediodía un periodista amigo, al que prefiero no nombrar para proteger su seguridad. Una serie de proyectos recorre los pasillos del Parlamento con futuras intervenciones del Gobierno. La más obvia, es la estatización del Grupo Clarín, como el peronismo histórico hiciera con La Prensa. Se lo darían a la CGT como prenda para negociar una tregua: Camioneros se ocuparía del diario, la UOM de canal 13, UPCN de TN, los gremios menores del resto de los 300 medios del Grupo. También se habla de expropiaciones masivas ("para todos y todas", se llamaría el programa) de Techint, Ford, Renault, Telefónica, Arcor, todas las cerealeras, Telefe, los bancos extranjeros y nacionales, entre otras.
No descarto alguna intervención internacional, que esperemos no llegue a acciones militares. En ese caso, este Gobierno es capaz de llevarnos a una guerra con países hermanos. ¿Donde concluirá el atropello populista?