Escuela de Cuadros Justicialistas: "Hay que leer a Perón y no a sus intérpretes"

Escuela de Cuadros Justicialistas: "Hay que leer a Perón y no a sus intérpretes"

15 Agosto 2013

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo surgió la idea de impulsar la Escuela de Cuadros Justicialistas?

Diego Abatecola: Venimos laburando en la agrupación desde hace cinco años la idea de trabajar todos los espacios de formación política. Siempre creímos que el partido tenía que desarrollar un espacio de consolidación, de militancia, de contención, pero sobre todo de formación política permanente que genere cada día más y mejores cuadros a disposición del proyecto nacional. Empezamos buscando por dónde podíamos avanzar en estas cuestiones, la formación es algo que está siempre presente en el discurso del peronismo pero pocas veces se lo puede llevar a cabo, sobre todo por las cuestiones coyunturales del día a día donde la política se lleva puesto todo.

Además, porque creemos que la juventud tiene una responsabilidad de dotarse de esa doctrina mística que aporta la historia y toda el contenido del justicialismo. Eso fue lo que empezamos a laburar más orgánicamente a principio de este año en el PJ de la Ciudad.

APU: ¿Cómo está conformada la Agrupación que trabaja en la Escuela? ¿Cómo se ideó?

DA: Efectivamente hay algunos compañeros que están desarrollando la Escuela y otros que están desarrollando otras actividades, pero el objetivo puntual de la existencia de la agrupación es la formación de cuadros, estamos todos abocados en ése mismo camino. No porque seamos grandes cuadros que sabemos formar a todos, sería una cuestión iluminista decir que nosotros somos los que sabemos, es un hecho de realidad efectiva, nos pusimos a hacerlo. No encontrábamos ningún espacio donde pudiésemos desarrollar las cosas con las que nosotros nos formamos. En los 90, formarse en las cuestiones que tienen que ver con el justicialismo, el peronismo y el pensamiento nacional era a veces en resistencia, pequeños lugares con amigos, conocidos, la familia, no había ningún espacio de apertura a la política, algo que volvió con este discurso que ya conocemos y que a partir del 2003 la política se hizo carne en la sociedad y en los jóvenes.

Buscando ése camino nos fuimos encontrando con un grupo de compañeros con los que nos conocemos por distintas experiencias del pensamiento nacional. Algunos por la muestra de Arturo Jaureche que hubo en su momento, otros compañeros que laburaban en fundaciones y decidimos ponernos a trabajar en armar algo que complemente lo que ya existía. Hoy hay grandes experiencias de cuestiones de formación como Gestar, la Escuela Nacional de Gobierno, pero están más orientadas a la administración propia del Estado.

Lo que nosotros queríamos era aportar desde nuestro lugar y de un corte generacional de juventud, poder trabajar lo que significa, para qué lo hacemos. Sabemos lo que hay que hacer, cómo se administra el Estado, cómo se gobierna, cuáles son las medidas lógicas, pero trabajar sobre lo más profundo, la doctrina, lo que te guíe cuando se confunde las cosas.

APU: ¿Quiénes son los profesores y cómo es el programa?

DA: Tenemos un coordinador de la Escuela que es Mariano Keena, un compañero que además está a cargo de llevar adelante dos materias fundamentales para nosotros: Doctrina Justicialista y Teoría de la Organización, que es un poco lo que organiza todo lo que tiene que ver con el resto de la Escuela. Luego tenemos varios compañeros que están cada uno especializado de alguna manera en los temas que trabajan. Trabajamos cine y política, historia, geopolítica, Malvinas, todos los puntos que nosotros creemos que son estratégicos a la idea de consolidación de ése pensamiento nacional.

Para la Comunidad Organizada tenemos un móvil entero sobre todo lo que refiere a analizar ese libro que salió del Congreso Nacional de Filosofía del 49. Analizamos la Constitución del 49, la trilogía de los libros de Perón que nosotros creemos que tiene que ver con Comunidad Organizada, Conducción Política y Modelo Argentino del año 73. Todos los puntos fundamentales a través de eso y proponer una actualización doctrinaria, es decir, cuánto de eso hoy se traduce a la realidad y cómo podemos comprender lo que fue el pasado para entender este presente y trabajar en función del futuro.

APU: ¿Por qué cree que es importante revisar, estudiar y entender la obra de Perón?

DA: Creo que es fundamental, se habla muchísimo de Perón y se habla muchísimo de la gente que habla sobre Perón, nuestra propuesta es que leamos a Perón en lugar de leer a los intérpretes de él. Entender el movimiento político más activo de Latinoamérica y probablemente del mundo y en todo lo que ha trascendido a través del tiempo, es fundamental. Hay un montón de intérpretes de nuestra doctrina, nuestra ideología, un montón de cuestiones que están trabajadas desde visiones políticas propias de quienes las expresa.

Nuestra propuesta es empezar a analizar directamente los conceptos que decía el General Perón para poder comprenderlos y apropiarlos desde el lugar más natural. El líder que tuvo el justicialismo no sólo se dedicó a conducir, sino que también se dedicó a escribir y dejarnos lo que era el camino de lo que él entendía que era nuestra doctrina. Y desde ése lugar entendemos que hay que trabajar desde las raíces filosóficas del justicialismo, las raíces políticas, los objetivos sociales y esa fue la gran propuesta que nos trazamos.

Hablamos siempre del peronismo, veamos qué es y desde dónde proviene, desde su génesis.

APU: ¿Qué importancia le dan a la doctrina?

DA: Para nosotros es fundamental, la doctrina es el eje para el resto de las cosas. Nosotros hacemos una fácil descripción de que la doctrina es el alma que instruye al cuerpo para la acción. La doctrina es algo que se inculca y que no es móvil, pero es lo que te guía para todo lo que vas a hacer a la hora de administrar algún gobierno o a la hora de llevar adelante cualquier actividad que tiene que ver con la política.

Los valores doctrinarios tienen que ver con la independencia económica y la justicia social, que son las grandes banderas del peronismo. Un ejemplo práctico sería que la independencia económica es una doctrina justicialista, de ahí surgen las distintas teorías que se pueden tener para ver cómo salvar una administración de gobierno, por ejemplo: el desendeudamiento. Las teorías pueden cambiar para llevar adelante una cuestión doctrinaria, nosotros entendemos que el objetivo es la independencia económica y en función de eso el hacer puede ser un canje de deuda, declarar que no pagamos más la deuda como pasó en el 2001, según cómo aplique cada uno la teoría.

Lo que no puede cambiar es lo doctrinario, es lo que nos guía a la hora de entender cuando las conducciones no están claras. El Movimiento Nacional ha tenido conducciones que no han sido tan claras como ahora o como cuando estuvo el General Perón. En función de eso, lo que te guía es saber los valores fundamentales del peronismo para no caer en conductores que desorientan, como decía Jauretche.

APU: Y la actualización de esa misma doctrina a los tiempos de hoy ¿Cómo fue resuelto por la Escuela?

DA: Creemos que la actualización es fundamental, no sólo porque lo decía Perón, sino por una realidad obvia de analizar sobre el contexto y sobre la realidad objetiva. Lo que hacemos es tomar distintos discursos o medidas de gobierno que tienen que ver con lo que se está haciendo actualmente en el proyecto nacional desde el año 2003 y comparar los puntos fundamentales con los puntos históricos de gobierno del peronismo. Lo ponemos como vara de comparación porque entendemos que el proyecto nacional del 2003 es la continuación del peronismo. Esa continuidad que había quedado trunca en el 55 y que después tuvo un pequeño lugar en el 73/74 pero en realidad creemos que esto es una continuidad directa de lo que es el peronismo. Desde ahí es que nosotros trabajamos todos los puntos fundamentales que han dado tanto Néstor como Cristina durante su gobierno, que tiene que ver directamente con la doctrina justicialista.

APU: Si hay algo que distingue a la doctrina peronista y a la obra de Perón, es justamente lo de actualizar la doctrina para que no quede caduca…

DA: Exacto, porque este carácter de movimiento habla de una fluidez, claramente lo dice la palabra. Lo que no puede cambiar son los valores doctrinarios, lo que sí cambia es el contexto, la actualidad en la historia, el momento histórico, todo eso tiene que estar en base a la realidad. El justicialismo tiene una base muy concreta que es analizar sobre la realidad objetiva, fáctica, en función de eso lo único que marca cuál es la realidad es el contexto, el lugar desde donde te parás y donde estás viviendo. Hay cosas que pueden ser anacrónicas si uno no las actualiza, como pasa con todo.

APU: ¿Cómo se está desarrollando y qué días se lleva a cabo?

DA: Venimos trabajando en el partido hace un año y medio, antes lo veníamos haciendo en distintos locales y distintos lugares, decidimos acercarnos al partido porque creemos que tiene que ser la casa de los peronistas y donde tiene que haber un espacio de formación permanente. Empezamos a lanzar un ciclo todos los jueves de 18:30 a 21:00 horas, donde trabajamos distintas materias en un programa de seis meses de duración, que toca los aspectos fundamentales de lo que nosotros creemos que es la iniciación y el desarrollo de la formación de pensamiento justicialista, de Perón. Pensamos hacer ciclos semestrales con la idea de poder tratar desde un principio a fin una serie de ideas fundamentales para poder desarrollarlas, más allá de poder llevar adelante pequeñas charlas especiales con invitados que lleven a tocar temas más profundos.

En esta primera etapa, tenemos anotados 30 compañeros que vinieron de distintos espacios políticos, distintas agrupaciones. No tenemos ninguna idea de encuadramiento en nuestra agrupación, sino que nosotros ponemos la doctrina y lo que conocemos en función del resto de los espacios. Como decía Perón, organizar es adoctrinar. Desde ese lugar brindamos un espacio todos los jueves para que venga cualquier compañero.

APU: ¿Qué herramientas se lleva el compañero una vez que termina el curso?

DA: Las cuestiones fundamentales que se llevan es empezar a analizar puntos que son muy discutidos desde lo dialéctico, se llevan un análisis profundo y una construcción colectiva del pensamiento de Perón. Hablar de Conducción Política se ha escuchado mil veces, pero en la Escuela se habla de los puntos fundamentales, qué es la unidad de acción y de concepción, cómo hacemos la conducción aplicada. Somos los cuadros medios los que tenemos que tener la responsabilidad de asumir eso y para eso tenemos que conocerlo. Entender de qué se trata la justicia social, entender cuáles son sus raíces filosóficas, cuál es su etimología, los componentes de organización política. Entender la Comunidad Organizada en su sentido más complejo y cómo era la precisión a la que se quería llegar cuando se planteaba la manera de gobernar y de entender la realidad del justicialismo.

APU: ¿Por qué la agrupación se llama Fermín Chávez? ¿Rescatan a ese gran militante peronista que fue Fermín?

DA: Es un homenaje a Fermín, pero también porque nosotros nos fuimos formando con esa visión de lo que significa la historia y la política. Fermín era un militante, un historiador, un teólogo, pero también una persona de pueblo, del interior, que tenía una visión muy parecida con la que nosotros nos fuimos formando históricamente. Además, porque creemos que vale la pena rescatar a esos cuadros que en los años más difíciles dieron esa batalla cultural real de establecer los caminos fundamentales que son los pilares del movimiento nacional. Fermín lo llevó adelante, tuve la suerte de conocerlo, era un tipo encantador pero además su obra es maravillosa y es desconocida.

Vale la pena leer a Fermín Chávez, vale la pena conocer la historia de “Pepe” Rosa, vale la pena tocar todos los caminos que tienen que ver con los revisionistas y después analizar desde el camino histórico del peronismo recuperando y homenajeando a los hombres que dieron ésa pelea que hoy nosotros tenemos la ventaja de darla a la luz del día, porque ellos la daban casi de manera oculta. Publicar un libro en la década de los 90 era casi una osadía y Fermín publicó muchísimos y vale la pena leerlos.