El Borda, la pelea continúa

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El Borda, la pelea continúa

02 Mayo 2013

No sólo se tiró un edificio histórico, parte del patrimonio histórico nacional que cumple 150 años este 2013 (protegido por decreto 349/99), sino que tenía enormes dimensiones: 40 x 20 metros aproximadamente. Por la noche de ayer los compañeros pudieron ver el terreno y no quedaba nada, “parecía haber ocurrido una guerra allí”, contaron.

LOCURA. El proyecto PRO es manicomial y por eso busca romper con la tradición de Hospital Público Abierto que practican los laburantes y profesionales en el Borda. Existe este proyecto, contra todo lo que determina la ley de salud mental 448, llevar a los pacientes a pequeños establecimientos parecidos a las actuales clínicas privadas. Detrás de esto hay un enorme negocio inmobiliario con las tierras del Moyano, Borda y Tobar García.

Fuentes del Hospital contaron a Radio Gráfica que durante la represión de ayer los pacientes se desbordaron y no había posibilidad para el cuerpo médico de contenerlos en una situación tan violenta. Un hombre que está internado, según pudimos saber, en la mañana de ayer mientras la Metropolitana reprimía en el jardín del Hospital, se escapó y estuvo a punto de suicidarse. Podemos entonces, en la pelea que lleva varios años en estos hospitales, clarificar dos posturas: el cierre por un lado y la defensa de lo público por el otro.

PAQUETE DE LEYES. El kirchnerismo junto a las fuerzas progresistas de la Ciudad siempre acompañaron la pelea de lo público. En 2011 el eje de la fórmula Filmus-Tomada estuvo en el desarrollo de una fuerte oposición al proyecto neoliberal que amenazaba con profundizarse con la reelección de Macri. Pero llegó noviembre del 2012, y si bien ya antes con Diego Kravetz como jefe de bancada del FPV se había negociado la mayoría de las leyes con el PRO, en este caso con Juan Cabandié al frente se firmó el paquete de leyes.

Entre las más polémicas concesiones de los legisladores del campo nacional estuvo el Distrito de las Artes en La Boca y el remate del Edificio del Plata para la creación del Centro Cívico en el sur de la Ciudad. Esto dio luz verde al PRO para el Centro Cívico y está por tanto relacionado con las topadoras de ayer. Si bien figura en la versión taquigráfica la “palabra” de Cristian Ritondo al kirchnerismo que no sería en las tierras del Borda la nueva sede de gobierno a construir, está claro que ese fue sólo un gesto pa` la tribuna en el medio de un acuerdo muy polémico.

PUEBLO O CORPORACIONES. Es decir que si vinculamos el proyecto del centro cívico con el negocio inmobiliario. Si visualizamos la suba exponencial del valor del metro cuadrado con la consecuente expulsión de los sectores populares de la ciudad. Entonces hay dos veredas la del pueblo y las corporaciones. Irsa, corporación que maneja el Banco Hipotecario y a través del mismo el Plan Procrear, explica este paquete de leyes y que el kirchnerismo haya votado por orden de la Casa Rosada con el PRO. Sin embargo, no señalar esta contradicción haría del militante popular parte de un doble discurso del que no tiene porqué apropiarse. En ese sentido debatir la planificación urbana significa confrontar las corporaciones: ejemplos sobran con Irsa, sino veamos cuánto paga por sus concesiones en la ciudad por todos los shoppings que son de su propiedad. Veamos la responsabilidad del DOT de Saavedra en las inundaciones que se llevaron vidas en Barrio Mitre hace menos de un mes. 

Por todo esto, como cuando hablamos de Clarín o de cualquier grupo empresario que busca asociarse al Estado para ganar pingues ganancias, es necesario plantear “Pueblo o Corporaciones”. El Estado de la Ciudad en este sentido hay que recuperarlo para una planificación urbana que permita una ley de alquileres, la urbanización de las villas y el impuesto a las más de trescientas mil viviendas ociosas, entre otros puntos. Más Estado implica la justicia social, por eso cuando se cae en un pragmatismo que busca negociar todo a partir de la coyuntura, la militancia y las organizaciones políticas deben poder meter el debate para enriquecer la discusión y construir otra relación de fuerzas para cambiar la política.

LO QUE SE VIENE. Esperemos una marcha el próximo martes masiva. Con todos los sectores anti-macristas en la calle, sean del kirchnerismo o no. Que quienes pelean por lo público se expresen para que Macri pague el costo político. Porque desde los grupos económicos que respaldan con su andamiaje mediático al Capriles criollo buscarán invisibilizar la represión y las topadoras, dos imágenes que nos retrotraen a la dictadura. 

Esperemos que no caiga todo esto en el olvido y que permita en un año electoral debatir en cada rincón de la Ciudad para dar batalla al sentido común liberal. Para convencer a los vecinos del sur de la Ciudad que la “modernización” macrista implica la suba de alquileres y no el bienestar común. Para amalgamar a sectores que otrora votaron al progresismo y se expresen en las urnas para que a fin de año haya una Legislatura con más oposición. 

Pero es necesario un sinceramiento dentro del campo nacional. El paquete de leyes de noviembre pasado es parte responsable de lo que sucedió en el Borda y lo que seguirá pasando. Porque como decía un compañero ayer en medio de la represión que Radio Gráfica cubrió desde temprano “vienen por todo”. Así es, lo vimos en Venezuela, las derechas en América Latina son dictatoriales. Los movimientos nacionales en cambio reivindicamos el caudillismo. Pero dentro del movimiento la crítica moviliza la política. Sin esta herramienta las tácticas liberales de las consultoras van a seguir batiendo fórmulas que no serán por cierto útiles para la defensa de lo público.