Conflicto del Conicet: Opinión de Universitarios por el Proyecto Nacional
I. Es fundamental que la institución deje aclaradas como en cualquier otra convocatoria los criterios que prevalecerán, la existencia de vacancias temáticas y/o geográficas como la existencia de cupos por universidades. En segundo lugar, debe en el proceso de la selección de los nuevos integrantes ser coherente con dichos criterios. Por último, informar sobre el procedimiento de evaluación, selección y decisión política. La negativa sistemática a publicar los órdenes de mérito elaborados por las comisiones asesoras y junta de calificaciones sólo contribuye a generar un sentimiento de desconfianza que poco colabora con la credibilidad de una institución científica. Creemos que los criterios además de fundamentarse en la excelencia académica deben contemplar la transferencia del conocimiento a la sociedad y sus organizaciones Y SER COHERENTES CON LA POLÍTICAS NACIONALES IMPULSADAS DESDE EL ESTADO.
II. El debate sobre los horizontes de expectativas de doctores y doctoras es un tema que merece ser asumido profundamente. Desde UPN no creemos que el CONICET deba ser la única institución donde aquellos puedan trabajar. En todo caso, entendemos que hay que repensar el sistema de articulación con los sectores privado y público donde los doctores puedan trabajar en instituciones públicas (ministerios, hospitales, universidades) y privadas. Respecto de esto último, las universidades deben repensar sus programas de docencia e investigación y prever la incorporación de doctores por medio de la concreción de concursos. Con el potencial de la Argentina y el aumento de la oferta académica con la apertura de nuevas universidades nacionales, estamos convencidos que muchos de los doctores tienen un gran aporte para realizar.
III. El tercer problema de índole cultural y política está asociado al debate sobre el denominado “modelo científico”, la cultura de conocimientos y el proyecto de país. En este sentido, una mirada de índole desarrollista/utilitarista no basta para dar cuenta de las propuestas científicas, tecnológicas y culturales que deben darse en el futuro. Es menester el involucramiento de actores sociales, culturales y políticos que puedan brindar su opinión respecto del horizonte en que debe enmarcarse un proyecto de ciencia y tecnología en un modelo nacional y popular. Al respecto, disentimos con aquellos que desde posiciones tecnocráticas sostienen que el país debe permitir el ingreso indiscriminado de investigadores de países centrales a raíz de las crisis. En el caso que esto suceda debe haber una planificación que estipule cuáles son las áreas vacantes con el firme compromiso por parte de los investigadores extranjeros de orientar sus actividades principalmente a la formación de investigadores argentinos o latinoamericanos. En este sentido, proponemos abrir una amplia discusión que incorpore a todos los sectores sociales –centrales de trabajadores, movimientos sociales, pymes, movimiento estudiantil, docentes, investigadores, artistas, partidos políticos, empresarios– o sus representaciones ministeriales. La discusión acerca de la distribución de recursos debe tomar en cuenta las prioridades que se fijen.
Como Universitarios por el Proyecto Nacional convocamos a una discusión amplia, colectiva y plural que considere los destinos de jóvenes doctores y doctoras, como así una relectura y consideración sobre los grandes debates que nuestras universidades han realizado desde hace décadas. Como consecuencia de este debate deberíamos poder refundar la universidad y un sistema de ciencia y tecnología que priorice un horizonte nacional y orientado a los intereses de las grandes mayorías.