Ni Una Menos y Villa; fútbol y coger

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    Juicio Villa
OPINIÓN

Ni Una Menos y Villa; fútbol y coger

09 Junio 2023

La exposición mediática de la condena por abuso sexual al jugador de Boca, Sebastián Villa, generó distintas opiniones y expresiones en los medios y en las redes sociales. Las decisiones del club fueron juzgadas tanto positivas como negativas, antes de la condena y después de ella. Hay quienes no admitían que le permitieran seguir jugando habiendo una denuncia contra él. También hay quienes plantean que, si alguien es condenado, pero sin pena de prisión, no debe perder sus derechos laborales. Sea Villa o quién sea. 

Es complejo porque entran en juego cuestiones legales. Pero también cuestiones simbólicas: ¿puede tener un efecto en la sociedad una inhabilitación para trabajar por condena por abuso sexual que recaiga en alguien "famoso"? ¿Podrá esa consecuencia disuadir a otros abusadores? Porque, ¿qué buscamos? ¿Qué necesitamos lograr? ¿Qué los machos no hagan lo que quieren hacer (abusar,violar,matar)? ¿Ó que no quieran hacerlo? ¿Qué "paguen" por lo que hicieron? ¿Qué no suceda nunca más? ¿Todo eso junto? 

Creo humildemente que es un gran debate que los feminismos y la sociedad toda nos debemos. El punitivismo no ha logrado hacer cesar ni disminuir el delito (ni éste ni ningún otro). Los programas de prevención no parecen estar dando muchos resultados tampoco… ¿Y entonces? Ningune tenemos la respuesta correcta. Ni toda la respuesta. Sólo podemos intentar aportar nuestra modesta mirada.

El jugador que días después fue condenado, se había fotografiado, junto a su equipo, portando el cartel de NI UNA MENOS. Seguramente protocolo de la AFA (porque se hizo en todos los clubes) ¿Sabían él  y sus compañeros qué significa esa consigna? ¿De dónde surge, por qué, para qué? ¿Alguien les explica a estos muchachos (a los que miles de pibes y pibas tienen por ídolos) lo que es la desigualdad entre los géneros? ¿Saben que viven en una sociedad patriarcal y machista, que aún puesta en cuestión y en permanentes intentos de transformación, conserva todavía sus privilegios por géneros? ¿Y que esos privilegios son el caldo donde se cultivan y crecen las desigualdades, las injusticias y las violencias que padecen mujeres y diversidades? ¿O viven como los peces de la famosa metáfora, sin saber que habitan el agua?

La foto. Sacarse la foto. Y que se distribuya en las redes. Ese es el aporte. Ni los fotografiados ni muchos de los que la ven y le ponen "me gusta", tienen incorporado el sentido de lo que difunden y miran. Son ellos. Pero ellos no tienen nada que ver con lo que enuncian o suscriben. Nadie parece hacerse cargo ni de sus actos, ni de sus palabras ni de sus silencios. Miles de imágenes para el "afuera" que no atraviesan internamente a nadie. Que no interpelan. Y que entonces, inevitablemente, no modifican nada.

Voy seguido a la cancha de River. Desde hace mucho tiempo. Soy una apasionada del fútbol. De mi cuadro. Y también de lo que implica ser hincha, alentar y bancar. Pero en los últimos años (no podría precisar desde cuándo, porque la falta de memoria es otra de las características de la vejez -incipiente aún, en mi caso-), lamentablemente no puedo acompañar con mi canto, todas las arengas de la barra.  Y no sólo las de cantos xenófobos y discriminativos (en las que "negro" "puto" ó "boliviano" son insultos). Porque yo intento en general hacerme cargo de lo que digo. En cualquier contexto. Pero es que tampoco puedo acompañar las que dicen "coger". No porque no pueda decir esa palabra en público o por razones "morales". Sino porque el sentido que esos cantos le dan no tiene absolutamente nada que ver con lo que para mí significa coger: una relación sexual consentida entre personas que tienen ganas o deseos, que disfrutan de ese acto como uno de los más placenteros de la vida. Y si además hay amor, o cariño al menos, qué lindo. 

Muy lejos de mi intento de definición, los muchachos - y las chicas- vociferan: "este es el famoso River, el famoso River Plate, bajense los pantalones que los vamos a coger" Por citar sólo un ejemplo, si jugamos con el Rojo, le cantan al equipo: "ponga huevo y vaya al frente, que esta tarde/noche nos cogemos a Independiente" Y, con otras rimas, para otros equipos.

No hace falta ser una persona experta en literatura para darse cuenta que se podría cantar "esta noche le ganamos a...". El cantito te queda igual y seguís hablando de fútbol. Ganar ó perder. ¿Cuándo, cómo, por qué se coló algo relacionado con la sexualidad, en el terreno de juego? ¿Cómo se vinculan para los barras jugar/ganar en el fútbol con coger? Parece que para ellos coger es, cogerse a alguien, es ganar, es vencer a otro que pierde. El otro no quiere, pero va a ser cogido. El otro iba a jugar -un partido- pero se lo van a coger, a través de los goles, porque parece que la pelota va a penetrar mucho más que una valla. 

Cualquier parecido con el abuso sexual y/o la violación que algún lector pudiera encontrar, es pura coincidencia. Pura. 

Familias enteras, niños y niñas con sus padres (es lo más habitual que vayan con el padre) pero también sólo con sus madres, crecen alentando a su equipo con estos cantos, junto con familiares y amigos. Multipliquemos la escena por todos los cuadros de fútbol, de todas las categorías, en un país “futbolero”. Pensemos en los jugadores – como Villa, ya que lo tenemos en el candelero estos días- que juegan a la pelota desde los 4 años más o menos. Incalculable la cantidad de gente que se vienen cogiendo, a fuerza de ganar. Y muchas veces serán ellos los cogidos, a la fuerza, por perder. En la semana, después de los partidos, muchos niños y muchas niñas irán a la escuela. Y otros y otras a estudiar en otros lugares, a trabajar. En esos ámbitos, a muchos y muchas de ellos, alguien intentará hablarles de Educación Sexual Integral o les harán cumplimentar la capacitación en la Ley Micaela. Me parece que el partido está trabado. Viene difícil. Y a mí, al menos en este marco, no me gustaría seguir perdiendo.