"La violencia obstétrica sigue siendo un grave problema de salud pública"

"La violencia obstétrica sigue siendo un grave problema de salud pública"

19 Mayo 2016

Por Juan Ciucci

APU: ¿Cómo surge el Observatorio de Violencia Obstétrica?

Casildas: El OVO de Argentina nace en el año 2015 como una iniciativa liderada por la agrupación feminista Las Casildas, la cual viene trabajando desde el 2011 en torno a esta problemática. Se trata de un organismo interdisciplinario, autogestivo y sin ánimo de lucro, cuyo objetivo principal es visibilizar, informar y denunciar las prácticas médicas y humanas que se enmarcan dentro de este tipo de violencia, así como su alto nivel de incidencia en los nacimientos de nuestro país y por supuesto, los derechos sexuales y reproductivos de la persona gestante y su familia.

APU: ¿Está instalado socialmente el tema de la Violencia Obstétrica?

C: No, no lo está en absoluto, es una Violencia totalmente invisibilizada y naturalizada desde la sociedad en su conjunto. Si bien en Argentina se han hecho grandes avances en materia legal, gracias a las Leyes Nacionales 25.929, 26.485 y 26.529, la violencia obstétrica (VO) sigue siendo un grave problema de salud pública, los testimonios de las personas gestantes y sus familias no dejan lugar a dudas de la magnitud de este flagelo. Sin embargo la falta de cifras oficiales, tanto a nivel público como privado sobre los índices de medicalización e intervención de rutina que se realizan en los nacimientos y el trato deshumanizado que muchas mujeres reciben diariamente, no permite dimensionar el alcance y consecuencias de este problema.
Es por esto que desde su creación en el OVO nos hemos abocado a la implementación de su primer instrumento, la encuesta cuantitativa al parto/cesárea, para lo que hemos generado una red nacional con referentes en distintas provincias del país encargados/as de encuestar presencialmente y así garantizar la mayor representatividad en los resultados. A partir de la sistematización de los datos como herramienta concreta se posibilita la interlocución con los organismos y/o instituciones involucrados.

APU: ¿Les han prestado apoyo desde las instituciones públicas?

C: Se han firmado convenios y/o realizado alianzas de trabajo en conjunto con el Municipio de Lomas de Zamora, la Universidad Nacional de Quilmes y la Casa de Santa Cruz.

APU: ¿Cuales son los temas más preocupantes que encuentran a partir del observatorio?

C: Esta violencia se expresa tanto en el trato deshumanizado, como en el uso injustificado de medicalización e intervenciones de rutina, pero ante todo lo que nos resulta más preocupante es la vulneración reiterada de la autonomía de la mujer, al no cumplir con el deber de dar información ni pedir la autorización para realizar cualquier práctica sobre ella o e/la bebé. El equipo médico despoja a la mujer de su condición de sujeta de derechos relegándola a un plano de inferioridad e imponiendo dichas prácticas autoritariamente.

Estas prácticas, que se asumen como naturales y habituales generan un estado de sumisión al poder del “otro/a” provocando la pérdida absoluta de control y autonomía sobre el propio cuerpo y proceso. Es así como la VO deja marcas psico-emocionales y físicas muy profundas. Se trata de experiencias traumáticas que impactan directamente en el vínculo con el/la hijo/a, la relación con el cuerpo, los procesos sexuales y reproductivos y en la calidad de vida en general (pérdida de autoestima, miedos, etc.) de la mujer.

Algunos datos de la encuesta presentada:

Semana media del parto
38.8 semanas en cesáreas programadas
39.7 semanas en inducciones

El cálculo habitual de las semanas de gestación tiene un margen de más/menos dos semanas con respecto a la que será la edad gestacional real del/la bebé, este dato ratifica la alarma de la OMS sobre la “epidemia” de partos prematuros a raíz del alto índice de inducciones y cesáreas programadas, con el consecuente riesgo de patologización iatrogénica en el/la bebé. No es casual entonces que nos encontremos con un 40% de bebés ingresados/as en los servicios de neonatología. Es un índice absolutamente injustificable desde el punto de vista médico y da cuenta de altos niveles de bebés prematuros/as o con problemas por partos incorrectamente intervenidos y medicalizados, además del componente mercantilista del uso de las salas de neonatología

Acompañamiento (debería ser el 100%)
Durante el TP: 25.3% NO
Parto: 36% NO
Posparto: 20.2% NO
Siendo el sistema público el que reporta más casos de negativa al acompañamiento.
La negación de Acompañamiento tiene una influencia directa e inmediata sobre la salud psiquico-física de la mujer en trabajo de parto, interfiriendo negativamente en la fisiología y salud del desarrollo del mismo. Se deja a la mujer sin “interlocutores/as” de confianza y sin testigos de lo que acontece en su parto. Justificar este accionar mediante la falta de infraestructura o asepsia del ámbito no quita la responsabilidad del efector de salud correspondiente que infringe la ley.

Trato:
27.9% fue criticada
55.6% la llamaron con sobrenombres
29.7% recibió comentarios irónicos o descalificadores
36.1% la hicieron sentir que corría peligro ella o su hijo/a
47,3% NO se sintió contenida
Toda discriminación verbal, física o emocional es violencia en cualquier ámbito donde suceda. Teniendo en cuenta la vulnerabilidad de una mujer de parto, esta violencia se profundiza por el nivel de sumisión a la que se la somete desde el supuesto “saber” médico. Es importante aclarar que el uso de sobrenombres en el vínculo profesional de la salud- usuario/a del sistema, supone un hecho de violencia que coloca a este/a última/a en estado de subordinación. Se trata de un hecho que infantiliza a las mujeres.

Información sobre la evolución del trabajo de parto y su bienestar y el del/a bebé:
43.9% NO fue informada
El derecho a recibir información adecuada, completa, verdadera y oportuna constituye el primer eslabón básico de la persona gestante en relación al efector de salud. Sin este requisito primordial, todo lo que suceda luego puede considerarse VO, aunque el trato haya sido respetuoso y la atención adecuada, si la persona gestante no tiene la posibilidad de elegir, está siendo vulnerada su autonomía y sus derechos conforme a las leyes vigentes.

Libertad de movimiento:
44% NO durante el TP
70% NO durante el parto (estándar de la OMS <30%)
Según todas las actualizaciones médicas disponibles, la libertad de movimiento cumple un rol fundamental para el proceso de parto, siendo justamente la posición de litotomía e inmovilidad la menos beneficiosa en términos de salud.

Los datos de la encuesta demuestran el alarmante índice de uso injustificado de medicalización e intervenciones, con presencia incluso de prácticas que cómo la Maniobra de Kristeller están categóricamente desaconsejadas por ser consideradas altamente peligrosas o como la rotura artificial de bolsa, el monitoreo fetal continuo o la episiotomía para las que no existe evidencia alguna que valide su uso rutinario y por el contrario son reconocidos sus perjuicios y riesgos. Esto sin olvidar que la episiotomía de rutina constituye una mutilación genital. Mientras que aquellas que pueden ser consideradas beneficiosas presentan un nivel muy superior al establecido por la OMS como médicamente justificable, es decir, que estamos en presencia de uso indiscriminado de prácticas y medicalización con los riesgos que eso conlleva tanto en la salud de la persona gestante como del/la bebé.

Cesárea: (estándar de la OMS 12-15%)
46% SI
De las cuales 39% programadas, y de este numero el 54% en primerizas, influenciando negativamente en posibles embarazos y partos siguientes y su salud en general.
Mayor índice en el sistema privado 64%
Colocación de oxitocina sintética (estándar OMS entre el 5-10%)
66.6% SI. el 69% NO recibió información clara, adecuada y completa y por ende no dio su autorización

Colocación de vía
78.9% SI, el 64% NO recibió información clara, adecuada y completa y por ende no dio su autorización
Rotura artificial de bolsa
43.3% SI, el 70% NO recibió información clara, adecuada y completa y por ende no dio su autorización

Monitoreo Fetal Continuo
46% SI, EL 51% NO recibió información clara, adecuada y completa y por ende no dio su autorización

Episiotomía (estándar de la OMS <15%)
65.7% SI, de las cuales el 87% fue hecho en primíparas, el 80% NO recibió información clara, adecuada y completa y por ende no dio su autorización

Kristeller (estándar OMS 0%)
34% SI, por razones obvias el 96% NO recibió información clara, adecuada y completa y por ende no dio su autorización
Se trata de una práctica categóricamente desaconsejada por los altos riesgos que conlleva. Se considera que no existe justificación médica para realizarla.

Inducción (estándar OMS <10%)
29, 7% SI, el 56% NO recibió información clara, adecuada y completa y por ende no dio su autorización

Anestesia
35.9% SI, de las cuales el 36% NO la solicitó y el 26.2% NO recibió información clara, adecuada y completa y por ende no dio su autorización

Prácticas sobre el/la bebé
El 74% de las mujeres NO recibieron información clara, adecuada y completa sobre las prácticas que realizaron sobre su hijo/a, por ende tampoco dieron autorización para realizarlas. Aproximadamente el 45% de las mujeres no sabe o recuerda que prácticas fueron hechas sobre su hijo/a.
La inmensa mayoría de los/las bebés son retirados/as del lado de su madre para realizarles prácticas de rutina sin que medie justificación médica, ni información, ni autorización por parte de ella o su acompañante. Es preocupante como muchas veces al consultar a las/os ma/padres sobre dónde está su hijo/a, no pueden dar cuenta de quién se los llevó? A dónde se los llevaron? Para qué y por cuánto tiempo?
No se tiene en cuenta, de parte del personal médico e instituciones, la inmensa cantidad de evidencia existente sobre el riesgo de salud que ocasiona este tipo de prácticas sobre los/as bebés y la vulneración de derechos que esto implica sobre quiénes, obviamente, no tienen defensa alguna.

Estos números hablan por sí sólos, visibilizan la vulneración cotidiana y sistemática presente en los nacimientos del sector público y privado de todo el país. Es innegable que estamos frente a una abrumadora vulneración a los Derechos Humanos y un gravísimo problema en el campo de la salud pública. Desde Las Casildas y el OVO sostenemos la responsabilidad de seguir generando y creando los aportes indispensables para hacer, e