CFK: “Todavía me da vergüenza como argentina”
Palabras de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, en el acto de elevación a la cota definitiva de la represa binacional Yacyretá, realizado en Posadas, provincia de Misiones el 25 de febrero de 2011.
“Señor Presidente de la República del Paraguay, don Fernando Lugo; señor Gobernador de la provincia de Misiones; señora Vicegobernadora; señor presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Misiones; amigos, amigas: en realidad, cuando una asiste a un evento de esta importancia histórica, para los que son muy jóvenes, es sorprendente realmente que una obra de esta envergadura haya debido transcurrir 37 años desde la firma del tratado para hoy poderse haber cumplido.
Para los desprevenidos, puede ser un gran día porque hemos terminado una obra muy importante, definitoria para ambos países porque nos permite producir energía que sirve para sostener el crecimiento económico de un país. Pero yo recién veía las imágenes y, en realidad, Yacyretá es como una parábola de lo que nos ha pasado a los argentinos y también a los paraguayos y a la región, en estos 37 años que han transcurrido.
Yo veía las imágenes del entonces presidente Perón hablando, precisamente, de esta obra. Pero lo recuerdo en otra imagen mucho más fuerte: durante el mes de junio, si mal no recuerdo, de 1974, cuando decide viajar a la República del Paraguay en visita de Estado para devolverle los trofeos de guerra al Paraguay de esa vergüenza que significó para la historia del continente la Guerra de la Triple Alianza que arrasó con el primer país industrial de la región.
Lo recuerdo como si fuera hoy: Perón iba con su uniforme de general en un día muy lluvioso en una especie de embarcación y aguantó la lluvia y el frío cuando ingresó a Asunción. A los pocos días, el 1º de julio de 1974, para ser más precisos, murió. Allí se marca el inicio de la historia de Yacyretá, pero también un poco más tarde comienza la historia de la dictadura, que no fue diferente a otras, tal vez más sangrienta, pero no diferente a otras del continente: el atraso, el sojuzgamiento, los intereses cruzados para que no pudiéramos desarrollarnos, para que no tuviéramos industrias, comienza lenta e inexorablemente el proceso de desindustrialización de la República Argentina.
Qué curioso: Paraguay, gobernada por el mariscal Francisco Solano López, había tenido los primeros hornos de fundición, los primeros ferrocarriles, las primeras fábricas y nosotros, bajo la presidencia también del presidente Perón, a mediados del siglo XX, habíamos logrado ser también el primer país industrial de toda América latina. Yo no creo en las casualidades, yo no creo en las coincidencias, la historia no se toma esas reservas.
Maurice Closs también mencionaba los intereses, los intereses que pretendieron quedarse con esta obra productora de energía, los intereses para que no se llevara a cabo o para que se prolongara en el tiempo, para servir a negocios grandes o pequeños. Lo mirábamos a Kirchner cuando hablaba de lo que fue la corrupción que envolvió a Yacyretá.
Pero también es cierto que Yacyretá estuvo parada durante años porque un país que no produce, un país que no tiene obreros, un país que no tiene industrias, no necesita energía. Por eso también estuvo paralizada durante años y por eso también hoy su inauguración a su máxima potencia es también un símbolo de la potencia industrial que está alcanzando la República Argentina.
(...) Superados hoy los conflictos regionales, falsos conflictos regionales instalados desde afuera para abortar nuestras posibilidades de integración y de unidad, que se ven claramente cuáles son sus resultados, porque yo les pregunto a los que denostaban y decían que tampoco servía el MERCOSUR, que tampoco servía la unidad con el Brasil porque era más grande, yo les pregunto qué nos responden ahora luego de este crecimiento virtuoso de la región a partir de la unidad y de la integración de la América del Sur.
(...) Yo, sinceramente, en un día muy especial como el de hoy, siento que estamos cumpliendo mandatos históricos muy fuertes que se originaron allá por los años '70, cuando veíamos la imagen del presidente Perón, cuando veía más tarde la imagen del presidente Kirchner comprometiéndose a reiniciar y terminar la obra; siento que vengo a cumplir una promesa que él hizo y siento que, en definitiva, somos los argentinos los que estamos cumpliendo con nosotros mismos de haber terminado el trabajo que otros iniciaron.
Por eso, hoy estoy muy contenta y yo creo que a los hombres que han hecho mucho por el país, que han hecho mucho por la transformación, por el cambio, por el progreso se los homenajea de esta manera, se los recuerda de esta manera: terminando sus obras y yendo por más para todos los argentinos, para todos los paraguayos y para toda la América del Sur.
Muchas gracias Misiones, muchas gracias Paraguay, muchas gracias Argentina por todo el cariño y el afecto, dan fuerza, dan esperanza y dan más coraje para seguir adelante.
Gracias”. (APLAUSOS)
Palabras de Cristina Fernández en la 1° CUMBRE DE ESTADOS LATINOAMERICANOS Y DEL CARIBE, (CELAC), En Caracas, Venezuela, 2/12/2011
“(...)Tenemos una oportunidad histórica de convertirnos en grandes protagonistas en el siglo XXI toda la región de América latina, del Caribe y de Centroamérica. Pero para eso necesitamos instrumentos, políticas concretas, alianzas muy fuertes, que no sean solamente en el campo económico, sino también en el campo seguramente de lo político.
Así que, yo quería hacer estas reflexiones en voz alta un poco porque pienso que deberíamos ver la posibilidad de encontrar esos mecanismos para que no sean solamente reuniones tras reuniones.
Yo creo que esto es muy importante, porque por primera vez, estamos reuniendo países que nunca lo habíamos hecho. La primera alianza que hubo en el continente fue MERCOSUR, luego fue la UNASUR y ahora la CELAC. Es como un anillo pequeño que se va abriendo en grandes círculos.
Yo creo que debemos ir consolidando cada uno de esos círculos regionales para ir fortaleciéndolos. Esto de CELAC es lo último, es lo más nuevo y lo más novedoso. Tenemos otros mecanismos que nos han dado mucho resultado como, por ejemplo, en el caso de la UNASUR donde hemos podido conjurar movimientos contra las instituciones y la democracia de varios países.
Pero digo: así como encontramos mecanismos muy fuertes y muy ágiles en las reuniones de la UNASUR, deberíamos también encontrar mecanismos muy ágiles en materia de administración de comercio, de alianzas entre los distintos países que hoy integramos la CELAC.
Esto es un poco lo que yo quería decir y pienso que la Unión Europea –lo dije una vez que estuve en Brasil, en una reunión bilateral con Dilma- es un buen espejo para mirar lo que no hay que hacer y lo que hay que hacer, tomar lo bueno que se hizo y no repetir lo malo que se hizo. Pero que el mecanismo de integración va a ser una de las salvaguardas de la región…
Vos mencionabas en el corto que exhibiste en el Teatro “Teresa Carreño” que somos 598 millones de personas. Esto se traduce en una cifra de casi 600 millones de usuarios y consumidores, un mercado apetecible, como dice mi ministra de Industria. Creo que somos muy apetecibles y debemos ser, además de apetecibles, lo suficientemente inteligentes como para que no se repita la vieja historia del despojo y de los procesos truncos.
Aquí está la figura del Mariscal Francisco Solano López; fue Paraguay el primer país más industrializado de todo el Continente Americano, con hornos de fundición, con ferrocarriles y demás: frustrado.
Por eso creo que, en definitiva, lo que debemos aprender –y a vos que te gusta tanto la historia- es de la historia para no repetir viejos errores. Estamos ante una gran oportunidad y creo que sería bueno no desaprovecharla.
Muchas gracias.” (APLAUSOS)
Palabras de la Presidenta de la Nación Cristina Fernández en la Cumbre del Mercosur, al recibir la Presidencia Pro Témpore del bloque en Montevideo, el 21 de Diciembre de 2011.
“Muy buenas noches a todos y a todas, querido “Pepe”, primero, dónde te vas a sentar “Pepe”, acá al lado mío, cómo usted diga Presidente, querido “Pepe” gracias una vez más por recibirnos en esta Montevideo maravillosa; querida Dilma, querido Hugo; querido Fernando, querido Rafael, todavía me acuerdo de aquellas conversaciones de cuando estabas en el hospital atendiéndote de tu problema en la pierna y charlábamos: la verdad que hace exactamente cuatro años y unos días, creo que hace exactamente cuatro años me sentaba en este mismo lugar para asumir por primera vez como Presidenta recién electa, en la Argentina, la presidencia del MERCOSUR, por primera vez. Yo nunca me imaginé ese día que cambiaría tanto mi vida y el mundo, en estos cuatro años, inclusive nuestra propia relación bilateral “Pepe”, había otro presidente, había un conflicto también entre ambos países, entre Argentina y Uruguay, que finalmente pudimos superar de la única manera que pueden superar los amigos y los que no lo son también cualquier situación de conflicto, que es el diálogo y la concesión mutua para arribar a una solución. Nadie daba un peso por nosotros.
(...) De hecho – y esto lo hemos charlado con “Pepe” muchísimas veces – cada vez que a la Argentina le ha ido mal a Uruguay le ha ido peor. Siempre me lo repite y claro como no decirlo si esto es la realidad. Y si a Brasil le va mal a la Argentina también le va a ir mal. Por eso nuestra obligación es que a toda la región le vaya bien, porque hemos podido crecer de esa manera. Si nosotros vemos como ha crecido el intercambio entre nosotros, pero todavía sigue siendo mayor muchas veces el intercambio extrazona. La propuesta debe ser entonces que ese intercambio extrazona no sea visto el comercio intrazona como una cuestión comercial si no de desarrollo, de aprovechar ese comercio intrazona para el desarrollo efectivo de valor agregado en cada uno de nuestros países y que no se reprimaricen nuestras exportaciones. Porque también, la gran ventaja de todo este proceso, han sido los millones y millones de puestos de trabajo que se han generado y que le han permitido a la gente ingresar al consumo. ¿Pero saben por qué? Porque, primero, han ingresado a la dignidad del trabajo, que es el gran organizador de toda sociedad. Cuando no hay trabajo, la sociedad se desorganiza y la familia se destruye.
(...) Para finalizar, quiero agradecer especialmente el apoyo que han dado a Malvinas, que no es una causa argentina. Malvinas no es una causa argentina, es una causa global, porque en Malvinas se nos están llevando los recursos petroleros y pesqueros. Y cuando tengan necesidad de más recursos -piensen todos los que tengan recursos-, que los que tengan la fuerza, los va a ir a buscar adónde sea y cómo sea, adónde sea y cómo sea. Y si no que pregunten a algunos de los conflictos bélicos que se desarrollan distante allende fronteras a qué obedecen, a qué obedecen determinadas intervenciones, cuando se violan los derechos humanos en países petroleros y cuando se violan los derechos humanos en países que no son petroleros.
Los derechos humanos son iguales en todas partes y todos los gobiernos que los violan, deberían ser castigados. Sin embargo, son más castigados los que violan derechos humanos cuando los países tienen minerales, petróleo y riquezas que cuando no los tienen o cuando responden a cuestiones de geopolítica o ajedrez internacional.
(...) Yo quiero agradecerles a todos la inmensa solidaridad con Malvinas, pero sepan que cuando están firmando algo por Malvinas apoyando a la Argentina, lo están haciendo también en defensa propia. Como ese poema que se adjudica a Bertolt Bretch pero que me vine a enterar en un museo de los Estados Unidos, del Holocausto, en Washington, que en realidad no es de Bertolt Bretch sino de un autor judío, el pastor Martin Niemoeller, cuando habla de que “primero fueron por unos, después fueron por otros y, finalmente, cuando vinieron por ti, ya era demasiado tarde”. De esto se trata. (APLAUSOS)
Acá hay países que tienen muchísima riqueza natural: ahí está el Amazonas. Me acuerdo en la FAO, cuando nos reclamaban por el precio de las commodities y no sé qué otra cosa más y Lula les dijo que el día que le pongan techo a las patentes medicinales o nos transfieran gratuitamente las patentes medicinales y todas las otras patentes, podíamos hablar de ponerle un precio a las commodities. Me acuerdo muy bien, como si fuera hoy. Fue una cumbre que se hizo allá en Roma, en FAO, sobre el tema del hambre.
Acá hay países muy ricos, acuíferos, vos, Hugo, con tu gas y tu petróleo. Parte de tus problemas es ese gas y ese petróleo, vos lo sabés mejor que yo. El acuífero increíble del Amazonas, el acuífero guaraní, Ecuador también con sus riquezas.
(...) Pero seamos inteligentes y miremos lo que hemos hecho. Qué hemos hecho, hemos hecho y mucho y creo que este debe ser el camino: profundizar la integración, es la integración económica y es la decisión política y el coraje para hacerlo.
Yo agrego esta última palabrita que es fundamental en todos los órdenes de la vida, pero en la política lo es mucho más y se los dice una Presidenta a la que muchos auguraban que no terminaba su mandato, como también se lo auguraron a él, como también se lo auguraron a él en una editorial que se publicó en un diario a los pocos días de asumir: “La Argentina ha resuelto dar su gobierno por un año”, dijeron del gobierno de Néstor Kirchner porque no había aceptado una serie de imposiciones. Y allí fuimos, con lo que creíamos, con lo que siempre pensamos, con la defensa irrestricta de los derechos humanos, que ni siquiera figuraban en ninguna agenda y en ninguna encuesta. Porque además, nunca hemos hecho política por las encuestas; las encuestan nos daban menos diez y nosotros seguíamos trabajando y redoblando la apuesta, porque creemos en la política, no en los comentaristas o en los analistas de la política y que no los desprecio, pero que se dedican a comentar o a analizar lo que hacen otros pueblos y dirigentes.
Yo sigo creyendo, fundamentalmente, en la fuerza del pueblo y en la fuerza de nuestras convicciones de nuestras ideas y de nuestras historias. Porque además, los presidentes que hoy somos presidentes y presidentas, no nacimos de un repollo, aunque algunos hayan creído que yo era presidenta porque estaba casada con un presidente. No nacimos de un repollo, somos militantes de toda la vida…(APLAUSOS)…que hemos enfrentado cosas mucho más duras, porque las hemos enfrentado con nuestro cuerpo, con todo lo que teníamos que poner.
Por eso, discúlpenme que yo me enfervorizó un poco cuando hablo, pero la verdad es que lo siento así y creo que tenemos una magnífica oportunidad de esa patria virtuosa que soñaron tantos hombres cuyos nombres fueron hoy aquí invocados, San Martín, Bolívar, Artigas, yo le agrego a Manuel Belgrano, a Mariano Moreno, a la Juana Azurduy, convertida en generala del Ejército Argentino por esta Presidente, a Manuela Sáenz, a tantas mujeres anónimas, a las que acompañaban a los ejércitos libertadores para darles la comida, los víveres y lo que había que darles además a los hombres cuando iban al frente, al combate sin falsos pudores o tonterías.
A esos hombres y a esas mujeres, es a los que tenemos que homenajear. Y a esos no se los homenajea invocándolos en los actos patrióticos ni en las fechas patrióticas ni en los discursos; a esos se los homenajea –no me olvido de Perón ni de Eva Perón porque si no me van a criticar en mi país y van a decir que no soy peronista- cuando se gobierna, en cada acto de gobierno, en cada decisión política que cada uno de nosotros tome, ahí tenemos que hacerlo.
Te veo a vos y mi acuerdo de Francisco Solano López. Fíjense, el primer país industrializado de la región. Cuando andábamos con taparrabos en Brasil y en Argentina, Francisco Solano López tenía ferrocarriles, altos hornos de fundición, era el país más industrializado y ahí fuimos a esa guerra que no quiero ni acordarme el nombre porque todavía me da vergüenza como argentina a abortar una experiencia fascinante como fue la de Solano López y Gaspar Rodríguez de Francia.
Esta fue la historia de la región y hoy tenemos la oportunidad de revertir todo eso. Lo estamos haciendo, con nuestros matices, con nuestras diferencias, pero lo estamos haciendo. No cejemos de hacer, homenajeémoslos, pero por sobre todas las cosas, hagámonos cargo de las esperanzas, de las ilusiones y de lo que han confiado en cada uno de nosotros cada uno de los ciudadanos y ciudadanas que ha puesto su voto para que cada uno de nosotros nos sentemos a gobernar en nombre de todos ellos.
Muchas gracias y doy por asumida la Presidencia Pro Témpore del MERCOSUR”. (APLAUSOS)