"La oposición debe definir una estrategia política que le permita un armado electoral para 2019"

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"La oposición debe definir una estrategia política que le permita un armado electoral para 2019"

28 Mayo 2018

Por Enrique de la Calle

AGENCIA PACO URONDO: ¿En qué consiste el Grupo Fragata, que recientemente hizo su aparición pública con un documento sobre la situación política del país (para leer el documento completo)?

Ana Castellani: Somos un conjunto de profesores, académicos y militantes políticos formados en las ciencias sociales. Nos dedicamos a analizar distintos aspectos de la realidad argentina. Nos veníamos reuniendo hace un tiempo en un local ubicado en la calle Fragata Sarmiento. De ahí viene el nombre. Nos juntábamos para discutir internamente (una vez por mes) sobre la realidad política del país. En las últimas reuniones nos propusimos salir a la luz pública con este texto. 

APU: ¿Dónde se ubican ideológicamente? 

AC: Somos todos defendores de modelos nacionales y populares. Si existe en el país una disputa entre un modelo liberal-aperturista y financiero y otro nacional, industrial y popular, nosotros nos ubicamos en esta última tradición. Algunos estamos dentro del peronismo y hay otros compañeros que vienen de otras experiencias. Todos tenemos entre 40 y 50 años y empezamos nuestra trayectoria militante en los 80. Tenemos en común la defensa de un proyecto nacional, popular e inclusivo. 

APU: El planteo central de la carta que presentaron tiene que ver con un pedido de articulación a la oposición para "vencer electoralmente al Gobierno". 

AC: Más que la unidad a cualquier precio, decimos que la oposición necesita poder diseñar un esquema de diálogo y articulación a partir de intereses en común. Para definir la estrategia política que le permita el armado de una fórmula electoral que en 2019 le ofrezca una alternativa a los que estamos en contra de este modelo de país que nos propone el gobierno macrista. Creemos que los diferentes espacios opositores tienen que desarrollar esa estrategia que les permita coordinar a partir de los intereses en común. Una parte muy importante de la ciudadanía está reclamando eso. 

APU: ¿No cree que en buena medida la oposición está haciendo eso desde fines de 2017? Pienso en las articulaciones que se dieron en las calles y en el Congreso en torno a temas específicos, como el rechazo a la reforma prevional o el tarifazo. De hecho, hoy (por ayer) Mauricio Macri emitió un fuerte discurso buscando quebrar ese frente opositor para el caso del tarifazo. 

AC: Ahí hay diferentes cuestiones, creo. Efectivamente hay articulación en el Parlamento o en otros ámbitos, pero son articulaciones a la defensiva. Buscan poner límites ante el avance del Gobierno. Eso también existe en la movilización social o sindical. Pero no hay una articulación de cara a la elección del año próximo. Por otro lado, hay que tener en cuenta que el oficialismo tiene como estrategia mantener dividida a la oposición. Por último, hay que considerar que los tiempos se aceleraron con la corrida cambiaria de las últimas semanas. La imagen del Gobierno empeoró y ya no está tan clara la reelección de Mauricio Macri o de María Eugenia Vidal. Por eso, es necesaria una estrategia política para pensar 2019, no para 2023. Por eso pedimos que la oposición esté a la altura de las circunstancias.  

APU: Se refirió a la corrida cambiaria: ¿Cuál es su diagnóstico sobre lo que está pasando en materia económica?

AC: Creo que hay una disputa entre las fracciones que son la base de sustentación de Cambiemos, por ver quién se apropia del rumbo económico. Hay que ver que hubo una primera redistribución a favor del capital y en contra de los trabajadores. Una vez hecha esa primera transformación regresiva, realizada después de la llegada de Cambiemos, tenés dentro del capital distintas fracciones, vinculadas con el mercado interno o externo, o con la actividad productiva que desarrollan. Entre esas fracciones hay divergencias. La configuración del gabinete de Macri no resolvió esas disputas porque puso a un representante de cada fracción en cada área del gabiente. La fracción financiera está pidiendo mayor celeridad en el ajuste, mientras que aquella más vinculada al mercado interno busca cierta protección del poder adquisitivo. 

APU: En ese sentido, la dupla Cabrera - Quintana, que ahora aparece más debilitada: ¿representa a esa fracción vinculado al mercado interno?    

AC: Sí, pero a los grandes sectores vinculados al mercado interno, no al sector PYME. Los grandes sectores, representados en las diferentes fracciones, querían que terminara el kirchnerismo. En eso estaban todos de acuerdo. Después, no tienen un acuerdo sobre qué modelo de país quieren. Porque eso implica definiciones sobre el gasto público, de tipo de cambio y la estructura impositiva. Ahí no hay acuerdo. 

APU: ¿Cree que todo lo que pasó con la crisis del dólar terminó con la política de ajuste gradualista de Cambiemos? ¿Comenzó otra etapa en el oficialismo?

AC: Primero aclaro lo siguiente: esa política gradualista se dio después de un importante ajuste en los precios relativos, en favor del capital y en contra del trabajo. Después de ese shock regresivo, desarrollaron una política más gradualista de reducción del gasto. Mientras, algunos sectores más ortodoxos le pedían que realizara un ajuste más rápido para aprovechar el capital político que tenía el gobierno que recién empezaba. Eso no ocurrió. Ahora que estás en una negociación con el FMI, es obvio que te van a pedir mayor velocidad en el ajuste. 

APU: Por último, vuelvo al documento que difundieron. Ustedes proponen que la oposición resuelva sus diferencias en medio de unas PASO, donde todas las divergencias puedan canalizarse políticamente. Ahí vuelven sobre un gran desafío del panperonismo, que desde 2011 se viene fracturando y no logra poder resolver esas fracturas institucionalmente. A pesar de ser la fuerza política que justamente creó las PASO...

AC: Tenés una diferencia fundamental: ese proceso que describís tiene que ver con que antes eras oficialismo. Ahora estás en el llano, más allá de quienes responden a los gobernadores. Incluso en ese caso, se trata de ejecutivos muy débiles, muy dependientes del gobierno nacional. Entonces, ahí tampoco tenés autonomía. Por eso, nos parece que hay que establecer reglas claras para que todos los sectores de la oposición puedan competir, sabiendo bien claro qué pasa con los que ganan y qué pasa con los que pierden. Para que después no se fracture en mil espacios ese frente opositor.