Kicillof-Magario, una fórmula lógica

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Kicillof-Magario, una fórmula lógica

29 Mayo 2019

Por Darío Martelotti

"Economista marxista", docente de la Universidad Pública y ex CNBA; Axel Kicillof será el candidato de la unidad del peronismo para vencer a Vidal en octubre y gobernar la Provincia de Buenos Aires. 

Después de semanas intensas de rosca, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner se juntaron con Martín Insaurralde en el Instituto Patria y cerraron lo que parecía caerse de maduro: Axel Kicillof - Verónica Magario será la fórmula con la que la oposición librará la madre de todas las batallas: la batalla por la Provincia de Buenos Aires.

Se dio la lógica: el candidato que mayor mide peleará contra María Eugenia Vidal, la preferida del establishment, en octubre. Esta vez por la Provincia. Si Axel gana Buenos Aires (no la tendrá fácil) podrá entusiasme con el premio mayor en 2023. 

Jaque mate. Si a la derecha le quedaba alguna ilusión de improvisar el denominado Plan V para "asegurarse" un triunfo a nivel nacional, la elección de Kicillof como candidato a Gobernador en Provincia derrumba de un plumazo esas expectativas. El macrismo está en una encerrona: no puede darse el lujo ahora de mover a su mejor candidata. Una derrota en la Provincia no es solo un fracaso político hoy, es una derrota casi asegurada en 2023. La Provincia, se sabe, es fundamental. Geopolítica pura; Game Of Thrones un poroto.

¿Señal de debilidad? Mientras que el kirchnerismo jugó una carta inesperada y guardó a su "as de espadas" Cristina detrás de Alberto, Macri no tiene opciones. El kirchnerismo retomó la inicativa, recuperó la palabra. El macrismo sabe que en este contexto cualquier jugada que intente es ofside. La política es así, tiempos y jugadas, jugadas y tiempos.

Desde la elección de Alberto como candidato a Presidente, las causas judiciales contra Cristina pasaron a un segundo plano. Que desde el oficialismo impulsen ahora una denuncia contra el nuevo candidato reafirma la persecución política y judicial contra CFK; la pone en evidencia. Como los videos del día después del "youtube", cuando mostraban a Alberto Fernández siendo crítico de su amiga para disminuir y ensuciar su candidatura y en verdad solo la agigantaban. Jaque, jaque, jaque.

Jaque mate, adiós Plan V. Con Axel en Provincia, y el peronismo bonaerense unido cerrando filas detrás de su candidatura, la jugada de sorprender con Alberto y Cristina Vice termina resultando una jugada magistral. Quizás, como se dijo mucho estas semanas, efectivamente implica en el corto plazo, y en pos de asegurar una victoria y la gobernabilidad, una momentánea "derrota" y giro hacia el centro de lo mejor del kirchnerismo, pero en el mediano y largo plazo podría significar un eventual gran triunfo. ¿Acaso Kicillof no representa al núcleo duro kirchnerista? Ni Insaurralde, ni Massa, ni Galmarini, sino además Magario. En Provincia de Buenos Aires se acabó la "ancha avenida del medio", que no era ancha ni tampoco avenida. Paciencia y lectura de fuerzas son virtudes elementales para jugar el juego.

Kicillof-Magario representa las posiciones más duras contra el macrismo e invita a soñar y a pensar que más una resignación al poner a Alberto en primera línea, el nuevo mapa político-electoral es más una reafirmación de que el kirchnerismo, aquella extraña "anomalía" de la Argentina, no solo no está muerto, sino que está más vivo que nunca.