"La estructura de la represión duró varios años después de la muerte de Franco"

"La estructura de la represión duró varios años después de la muerte de Franco"

08 Abril 2013

Por Nahuel Placanica I

AGENCIA PACO URONDO: La idea es retomar una discusión y el trabajo que venís haciendo sobre los crímenes cometidos durante el franquismo. Contanos de qué se tratan estos delitos y por qué se llevan adelante a través de la justicia argentina.

Ana Messuti: Estos delitos se tratan de los crímenes más graves que solemos llamar crímenes internacionales porque interesa a toda la comunidad internacional. Son delitos de lesa humanidad cometidos en general por el Estado y que afectan a toda la población civil. Es decir, dentro de la población civil, a determinados grupos de la población, por eso se puede calificar incluso, de genocidio.

Lo que interesa es que esto ha sido una represión brutal que ha sufrido al pueblo español no sólo durante la guerra, sino también después de la guerra civil, durante 40 años y que se ha prolongado después de la muerte del dictador, incluso hasta el año 1977.

¿Por qué se está realizando en Argentina? Es también, porque no se está realizando en España. En España las víctimas han recurrido a la justicia y la justicia ha intentado responder, como lo hemos visto con el Juez Baltasar Garzón. Las instancias superiores de la justicia le han impedido proseguir con la causa, se ha visto obligado a inhibirse en favor de los juzgados territoriales. Éstos no han continuado y han archivado las causas, alegando que no se podían juzgar debido a la ley de amnistía y la prescripción que no son admisibles en el caso de estos delitos.

La Argentina está desde hace tiempo ya ejerciendo la jurisdicción universal porque está juzgando los mismos tipos de crímenes.Se llama universal porque interesa a todos, interesa a la comunidad internacional su juzgamiento. Está juzgando a todos los que han violado los derechos humanos más elementales. Tiene toda la estructura jurídica, el marco jurídico, es decir, la aplicación directa de los tratados internacionales. La posibilidad de desarrollar este tipo de juicios no tenía porque negar a las víctimas españolas, la posibilidad de acceder a la justicia cuando la está ejerciendo para las víctimas nacionales.

Cuando las víctimas españolas acudieron a la justicia argentina, al principio fueron dos familiares. A la querella se han sumado y se van sumando constantemente más personas y ya tenemos 150 querellas presentadas.

APU: ¿Estas querellas incluyen las causas por robos de identidad y robos de bebés?

AM: Sí, tenemos también muchas asociaciones y personas individuales. Las asociaciones reclaman por varios casos y denuncian los robos de bebes producidos. Es tan amplio el marco temporal que abarca esta causa, que tenemos diferentes casos, no individuales, sino grupos de casos. Por ejemplo, las mujeres republicanas a las que les han sustraído los niños cuando estaban presas. Les sacaban los niños a las madres y los daban sin ningún proceso de adopción o bien los ponían en hogares para que recibieran una educación no “roja”.

Hay casos de niños que han sido sustraídos a sus padres, ya no en vinculación con las ideas republicanas, sino directamente porque se aprovechaban de esa estructura de impunidad que había creado el régimen con respecto a las madres republicanas. Por eso ha continuado esa práctica tan odiosa de sustracción de niños de una manera alarmante. En este momento la fiscalía española se ha pronunciado al respecto. Pero eso no quita que nos ocupemos porque nosotros estamos apelando al principio de jurisdicción universal que va acompañado al principio de concurrencia de jurisdicción, son delitos tan graves que pueden ser juzgados por varios estados al mismo tiempo. Eso es lo que sucedió con los juicios de algunos genocidas argentinos que estaban siendo juzgados en varios países europeos y luego en la Argentina.

Puede haber problemas prácticos de concurrencia pero que se resuelven fácilmente, el problema que no se resuelve es la impunidad, que es el problema de fondo y que hay que resolverlo ejerciendo una jurisdicción concurrente.

APU: ¿Esta impunidad del sistema judicial español tiene que ver con la presencia de ex partícipes del franquismo en el mismo?

AM: Muchos consideran que sí y yo también. Hay mucho de eso. Mucha persistencia, muchos jueces que han jurado lealtad al caudillo y están desde esa época. Hay una posibilidad de considerarlo así y hay una posibilidad también de considerar que es una línea general que continúa.

APU: A modo de reflexión: ¿Qué creés que pasó con la sociedad española que no logró frenar las leyes de impunidad? ¿Creés que fue tan duro el franquismo durante tantos años que la dejó inmovilizada?

AM: Inmovilizada, exacto, es muy acertado lo que dijiste porque hubo un momento como de parálisis o en el que solamente determinados grupos militantes podían movilizar pero en la sociedad española, la población que ha sido afectada, en general persistía el miedo, muchos no han podido superarlo.

Es curioso porque la querella argentina le ha permitido a muchas familias superar ese miedo. Algunos se han enterado, por ejemplo, de que su abuelo había sido fusilado porque la madre leía sobre la posibilidad de presentarse en la Argentina o por la difusión que estamos haciendo nosotros en España. Entonces decían: “Yo me quiero presentar". Era superar un poco ese inmovilismo al que llevaba y lleva ahora la justicia española y también las instituciones.

APU: ¿Esto explicaría la persecución que sufrió el juez Baltasar Garzón?

AM: Claro, sin duda. No toda la Justicia española, conozco algunas honrosas excepciones de jueces que no están de acuerdo con esta política de continuación de la impunidad y olvido total.

Los crímenes no son tan lejanos. La gente los asocia con la primera época del franquismo y esto se prolongó hasta el 77. Tenemos víctimas que se han presentado como querellantes que han sufrido torturas entre el 75 y el 77. La estructura de la represión continuó varios años después de la muerte de Franco.