“Rosas surge como un emergente de la crisis que sacude a la sociedad rioplatense”

  • Imagen

“Rosas surge como un emergente de la crisis que sacude a la sociedad rioplatense”

30 Marzo 2013

Por Enrique De La Calle

APU: ¿Qué implica esta figura tan controversial de nuestra historia y cuáles fueron las diferentes lecturas que se han hecho sobre Rosas? ¿Qué lugar ocupa Rosas en tu modo de entender o de vincularte con la historia argentina?

Fabio Wasserman: Es muy importante. Los historiadores en general nos especializamos en algún período, en algunos temas, yo trabajo mucho sobre el siglo XIX. Para mi trabajo el período rosista es muy importante, desde que empecé a investigar hace más de 20 años, los temas que trabajo no siempre son sobre Rosas o el rosismo pero están vinculados. Trabajé mucho sobre la generación del 37 que ahí está Alberdi, Echeverría, Sarmiento que eran opositores a Rosas, aunque algunos de ellos como Alberdi, en algún momento, estuvieron muy cerca del campo rosista. Es muy importante para mí y para la historia argentina, por eso también hay muchas controversias. Porque es una figura muy controvertida y porque ocupó el centro del escenario político durante mucho tiempo de un modo muy particular.

APU: ¿Cómo evaluás el período que él gobernó y cuáles son los puntos salientes para destacar?

FW: Primero, como toda figura histórica hay que entenderla en el contexto en el que emergió. Muchas veces, sobre todo en el caso de Rosas, se descontextualiza, se proyecta un Rosas al que dotan de atributos que en esa época no tenían sentido. Él surge como un emergente de la crisis que sacude a la sociedad rioplatense, después de la revolución hay muchos conflictos, grandes enfrentamientos y todo el tiempo la necesidad de la búsqueda de un orden.

Rosas aparece después de 1829 cuando llega a la gobernación por primera vez y accede como el hombre que es capaz de restituir ese orden, por eso, su ascenso al poder tiene mucho predicamento. Él es una figura muy aceptada por los sectores populares, urbanos pero también por las clases dominantes en Buenos Aires, después el rosismo, es un régimen que se va a ir construyendo. Asume la gobernación a fines del ´29, gobierna hasta el ´32 y luego asume de nuevo en el ´35 hasta la derrota de Caseros en el ´52, estamos hablando de 23 años con dos y pico que no estuvo en el gobierno. Es mucho tiempo y obviamente en ese tiempo, quiénes fueron rosistas, qué característica tuvo el régimen y cuáles fueron sus políticas fueron variando, eso también es importante tenerlo en cuenta.

APU: ¿El apoyo popular se mantiene?

FW: El apoyo popular fue muy fuerte. Rosas entendió mejor que otros políticos contemporáneos que ahí hay un elemento traído por la revolución, por las movilizaciones y las guerras que ésta había provocado. Entendió que la movilización popular iba a ser un elemento muy fuertemente presente en la sociedad y lo que hizo fue volcarlo muy decididamente a favor de su facción política haciéndolo de una manera muy singular y sistemática. Él cultivó, primero en el mundo rural y después en la Ciudad de Buenos Aires, cuando heredó de algún modo el capital político que había tenido Dorrego que era el líder popular de los inicios porteños, cultivó ese perfil y utilizó a los sectores populares como un elemento disciplinador de las propias élites.

Una de las cosas que Rosas evaluaba y no era el único, que el problema no eran los sectores populares, sino que eran las diferencias que afectaban a los sectores dominantes. Lo que había que hacer era, lograr imponer una facción sobre las otras, en este caso, la facción federal y dentro del federalismo quienes seguían incondicional a él y para eso utilizaba los sectores populares como un elemento disciplinador. Pero a la vez, estaba en contra de que este movimiento popular tenga cualquier piso de autonomía, eso no lo permitió de ningún modo y era algo que no lo iba a permitir jamás. En el año ´29 hubo una movilización muy fuerte después de la derrota y el asesinato de Dorrego en toda la campaña de Buenos Aires y muchas encabezadas por pequeños líderes locales. Varios de esos líderes que lo ponían a Rosas como su referente, al año siguiente fueron combatidos por el propio Rosas cuando siguieron mostrando autonomía, a pesar de que un año antes los había apoyado o había consentido que se movilizaran a favor suyo.

APU: José Pablo Feimann habla, en uno de sus libros, del desencuentro histórico de Rosas con Alberdi que en algún momento estuvieron muy cerca y se quiebra ese vínculo y él ve como un quiebre muy fuerte en la historia de nuestro país. ¿Esto es así?

FW: Es así como lo plantea Feimann, yo no creo que sea así exactamente. Alberdi intentó acercarse a Rosas, la valoración que hace Alberdi en su primer texto y que es un texto importante de su generación es el Fragmento Preliminar al Estudio del Derecho en 1837. Allí se ofrece como una especie de inteligencia para el régimen rosista y Rosas no le dio bola, sólo hubo un acercamiento de Alberdi pero no es que estuvieron cerca en un sentido estricto. La otra cuestión es cómo se proyectan sobre Rosas cuestiones del presente, es que de algún modo ahí, se está pensando el vínculo entre Perón y Montoneros.

APU: De hecho, el libro Filosofía y Nación se escribe en el año ´73 ó ´74.

FW: Sí, después lo republica a principios de los ´80. Pero lo que está pensando como forma más urgente es ese vínculo entre Perón y la izquierda y ese desencuentro. O como lo pone él, entre la razón iluminista y los que promueven determinadas ideas y la razón historicista de quiénes están muchos más apegados a lo concreto, a lo cotidiano, a la política de todos los días, puede ser Alberdi y Rosas, puede ser Perón y Montoneros, es interesante, no es ilegítimo. No estoy diciendo que esté mal pero está bueno tenerlo presente para entender por qué se plantean estas cosas, muchas veces hay que ver en qué contexto lo produjo y uno va a entender mejor cuáles son sus preocupaciones. Un texto contemporáneo es el de Osvaldo Bayer sobre Severino Di Giovanni, donde él estaba pensando en la violencia política de los ´70 en ese momento y su legitimidad o no.

APU: Un libro emblemático para pensar a Rosas es el Facundo de Sarmiento. Se plantea como un gran cuestionamiento pero hay una cosa muy importante ahí de fascinación con Rosas. ¿Cómo ves esa relación de doble vínculo entre Sarmiento y Rosas?

FW: Por un lado hay una fascinación con Facundo Quiroga porque recordemos que la biografía no es de Rosas, sino de Facundo. Pero hay una fascinación con los caudillos y eso es parte del interés y la perduración, es una de las razones de su escritura, de la perduración del libro de Sarmiento. Es un libro de combate, es un libro ideológico, es un libro que está pensado como un gran panfleto contra Rosas pero a su vez no deja de mostrar aspectos sobre Rosas que lo pone desde un punto de vista admirativo. Más en el caso de Facundo que en el de Rosas, porque lo que él ve en Facundo es una suerte de principio puro de la barbarie. En cambio a Rosas lo ve como una cosa híbrida, es la barbarie pero racional, fría.

Lo que en Facundo es pasional, en Rosas es frío y racional, ahí tiene una mirada admirativa. Lo que hace Sarmiento es toda una operación para ponerse como un enfrentamiento entre él y Rosas que son los dos grandes hombres de América. Por otro lado es una operación que le sale muy bien, pensando lo que fue su trayectoria intelectual y política posterior.

APU: Hablando de lectura sobre el rosismo, durante el Siglo XX se van a dar muchas lecturas sobre ese período. Lecturas marcadas por diferentes tradiciones ideológicas, políticas, una primera recuperación desde un nacionalismo más conservador y católico y varias décadas después lo va a recuperar el nacionalismo popular, para pensar esa relación entre San Martín, Rosas y Perón. ¿Cómo ves esas lecturas que se dieron ya en el siglo XX?

FW: En la década del ´30 hay una recuperación de Rosas que hacen los hermanos Irazusta, después tiene que ver con una idea de impugnación al orden político de esa década. Después de la crisis política del ´30 hay una idea de revalorización de Rosas como defensor de la Soberanía que logró constituir un orden y unidad, esa sería la idea que aparece muy fuertemente. Es verdad que desde el nacionalismo más popular, incluso desde algunas vetas de izquierda, a partir de la década del ´60 se lo empieza a reivindicar nuevamente.

Perón cuando fue Presidente no hizo ninguna reivindicación explícita sobre Rosas, muy por el contrario, él seguía muy firmemente lo que es la tradición liberal. Basta con ver los nombres que le puso a los ferrocarriles que nacionalizó, Urquiza, Mitre, Sarmiento, Roca, no le puso Rosas, Anchorena, Facundo Quiroga. En la década del ´60 aparece con mucha fuerza pero también con muchas miradas críticas. Uno de los aspectos más controvertidos de Rosas es que es visto como el defensor de la Soberanía y la unidad pero también por otro lado fue visto como el defensor de las clases dominantes en función de los intereses de Buenos Aires.

En esa década también aparece la reivindicación de otros caudillos con mucha fuerza, como Dorrego de Buenos Aires y del interior el Chacho Peñaloza. Hay una recuperación de Rosas que se hace desde el peronismo pero a su vez hay muchas miradas críticas. No se puede alinear tan claramente una determinada ideología como es la reivindicación de Rosas. Hoy en día hay un intento de recuperar su figura.

APU: Un paso antes del intento de este gobierno, en los ´80, hay como una nueva mirada del revisionismo en torno a su figura.

FW: Sí, ahí lo primero que aparece es la película Camila, una asociación muy fuerte entre lo que fue la dictadura y el régimen nazista. Un régimen dictatorial, represor que impide la expresión de cualquier opinión contraria. Lo que sí cambió mucho del ´83 en adelante, la historiografía en argentina se fue extendiendo mucho más.

Mucha más gente produce conocimiento histórico, se fue profesionalizando más y eso no quiere decir que los historiadores obtengamos determinadas ideas y determinadas ideologías pero las ponemos en juego a la hora de investigar sin que eso afecte nuestra investigación. En cuanto a mi investigación, por ejemplo, hay toda una idea muy arraigada de que Rosas busca volver al orden colonial. Yo trabajé sobre la producción de conocimiento histórico del Siglo XIX y en realidad Rosas reivindica el proceso revolucionario de una manera particular. Entonces, se pueden encontrar otras interpretaciones que no estén tan sesgadas por la discusión entre liberalismo y revisionismo.

Eso es algo que había quedado un poco relevado y que desde el último momento histórico y del actual ha sido puesto de nuevo en el tapete con una reivindicación muy fuerte del gobierno de esa tradición revisionista. Autores como Pigna que es muy reconocido, jamás va a defender a Rosas, eso creo que es lo último que haría y Pacho O’Donnel sí es un gran defensor de Rosas. Son dos figuras muy emblemáticas en lo que respecta a la historia hoy en día y lo que la sociedad conoce a través de ellos. Sin embargo pareciera que están juntos en determinadas formas de pensar el pasado y ya ves que no, Rosas es una figura no tan sencilla de incorporar.

APU: Cuando el gobierno recupera su figura a partir de La Vuelta de Obligado, declara además el Día de la Soberanía Nacional y feriado, eso incluso, incomodó a algunos sectores del kirchnerismo. Pienso en una columna de opinión de Horacio González que no fue crítico con ese hecho, sino que decía que se puede reivindicar la Vuelta de Obligado pero no necesariamente reivindicar a Rosas.

FW: La reivindicación de la idea de soberanía a través de Rosas, es como querer no hacerte cargo de lo que es el rosismo. Si uno reivindica a Rosas está bien pero tiene que ser conciente de todo lo que arrastra atrás de eso. Es lo que decía antes, Rosas era un líder popular pero defendía los intereses de las clases dominantes, unificó al país pero al costo de la conquista.

El interior fue conquistado entre 1839-1841. Se lo reivindica mucho al Chacho Peñaloza y se lo reivindica como opositor a Mitre, por su trágico final y su lucha con Sarmiento pero en 1840/41 Chacho Peñaloza peleaba contra Rosas y ahí, la explicación es muy sencilla porque en ambos casos, estaba resistiendo la imposición de Buenos Aires. Uno puede encontrar mucha línea de continuidad entre Rivadavia, Rosas y Mitre mucha más de las que muchos autores quisieran poner en un primer plano.

Obviamente esto no es tan sencillo, cuando uno recupera a Rosas se tiene que hacer cargo que está recuperando todo eso también y ahí hay una discusión muy fuerte. Se armó una discusión con La vuelta de Obligado, es verdad que Rosas defendió la determinación que tiene una Nación de manejar la libre navegación de los ríos interiores. Lo que no se dice es que toda la delegación de las relaciones exteriores fue consecuencia de una imposición de Rosas sobre el resto del rosismo, de la Provincia de Buenos Aires o del resto de las provincias, no fue algo graciosamente concedido, si alguien lo sabe y lo omite, es mala fe. Me parece que a veces estas discusiones por querer recuperar una acción de recuperación de Rosas, muchos historiadores operan con mala fe porque saben perfectamente eso.

Eso no pone en discusión que sí existía una agresión colonialista e imperialista, pero tenés que explicar todas las condiciones en las cuales había tantos levantamientos y tanta oposición contra Rosas. Y no es porque sean antinacionales, sino porque están defendiendo intereses de sus provincias que estaban afectadas por las políticas del rosismo. Finalmente el régimen rosista que tanto se lo pone como crítico de Inglaterra, era librecambista absoluto, salvo la ley de aduana, un intento por moderar un poco las consecuencias de lo que no se implementó. Rosas era un gran amigo de Inglaterra, donde se fue a exiliar después de su derrota. No parece un enemigo del imperialismo y colonialismo inglés alguien que se va a exiliar ahí cuando es derrotado.

Hay muchos más elementos que son muy simbólicos y que por lo menos debería permitir hacernos dudar o cuestionarnos muchas cosas que a veces se dicen.

APU: El programa infantil que se emite en Paka Paka sobre historia argentina ¿Qué te parece?

FW: Zamba, sí yo vi los primeros capítulos y la verdad me gustaron mucho. Yo soy amigo de uno de los autores y cuando lo hicieron me pareció muy bueno. No vi los últimos, vi los que eran sobre la Revolución de Mayo. Me pareció algo muy fresco, muy divertido, me gustó mucho la estética también. Ahí se puede ver, en esas interpretaciones sobre la Revolución de Mayo, aparecen muchas de las cosas que hoy en día plantean los historiadores y que se corre del eje liberalismo, revisionismo. Sé que hay uno sobre La Vuelta de Obligado pero no lo vi.

APU: Hay un Rosas medio rockero.

FW: Me parece que está bien, creo que hoy en día la sociedad se ha transformado tanto que esa sacralización para bien o para mal de las figuras no tienen cabida y no creo que ofrezca problema.