Rosario Haddad: la etnomusicología para recuperar la memoria de los pueblos originarios

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Rosario Haddad: la etnomusicología para recuperar la memoria de los pueblos originarios

13 Junio 2021

Por Ciela Asad |​ Fotos: Julia Tiscornia

Rosario Haddad es etnomusicóloga, música e investigadora. Desde el año 2019 coordina la carrera de Etnomusicología en el Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla en la Ciudad de Buenos Aires, donde también se desempeña como docente. Hace 14 años que realiza trabajos de campo y talleres musicales, proyectos culturales, educativos y artísticos junto a comunidades indígenas qom en Buenos Aires y Chaco y mbyá guaraní en Misiones. Su libro Música y niñez qom fue editado por Antropofagia en el marco de los Premios Archetti (2018) galardonado como mejor tesis de Maestría. Actualmente se encuentra creando de manera colaborativa con referentes de comunidades indígenas y con el ilustrador Carlos Rodríguez cuentos ilustrados para niños y niñas, con el objetivo de difundir aspectos de la cultura y las músicas originarias en distintos niveles educativos.

AGENCIA PACO URONDO: Tu tarea está vinculada a la escucha, ¿cómo llegaste a elegir este camino?, ¿cómo se vinculan  la escritura y la etnomusicología en vos?

Rosario Haddad: El primer recuerdo musical que tengo de mi niñez viene de la mano de mi abuela paterna, ella me abrió el mundo del arte en general y el de la música en particular. En su casa había un piano y cada que vez que iba me sentaba a explorar, a jugar, ella sin ser pianista me enseñaba escalas y canciones, ese mundo sonoro fue para mí una hermosa semilla. Además la recuerdo grabando sobre madera, dibujando en carbonilla, pintando cuadros, contándome cuentos y enseñándome a cocinar recetas árabes. Los abuelos y las abuelas en las infancias son figuras muy importantes y sin dudas dejan huellas que pueden guiarnos a lo largo de la vida.

En mi caso ese universo del arte creció fuertemente, comencé a estudiar Letras en la UBA y paralelamente a formarme en la música. Creo que ahí hay un primer vínculo entre el gusto por la escritura y la música. Cuando llega a mis manos un cd de recopilaciones de canto con caja del Noroeste Argentino realizado por Leda Valladares quise ir a conocer ese paisaje sonoro, esas voces, esas historias que había detrás de esos cantos tan particulares. Y viajé a Jujuy a un encuentro de copleros, volví de ese viaje con muchas inquietudes, preguntas y con un objetivo muy claro: tenía que hacer algo por la memoria musical de los pueblos.

Lo mismo ocurrió cuando escuché por primera vez las recopilaciones mbyá guaraní realizadas por Rubén Pérez Bugallo, en esas voces, esos instrumentos musicales había otras texturas sonoras. Esa afinidad por “las otras músicas”, por lo vocal, por la práctica musical colectiva hizo que empezara a hacerme cada vez más preguntas relacionadas al quehacer musical como: ¿cuál es la música auténtica o cómo se entrelaza la música popular con las músicas de los pueblos originarios? Y al mismo tiempo hizo que empezara a buscar lugares para poder canalizarlas. Así fue como comencé el profesorado de Etnomusicología en el CSMMF. Aunque dejé Letras, seguí vinculándome con la FFyL y con la escritura por mucho tiempo porque luego hice un posgrado en Antropología Social y además seguí escribiendo canciones. En las canciones la música y la palabra comparten un modo de comunicar, un modo de expresión que moviliza e interpela. 

APU: Sabemos de la necesidad de investigar, recopilar y recuperar la música popular. ¿Cómo se pone en práctica la investigación y recopilación colaborativa?

R.H.: A lo largo de mis trabajos de campo e investigaciones pude trabajar en base a las demandas y problemáticas de las poblaciones, poniendo en práctica la investigación participativa o colaborativa, la producción de conocimiento colectiva y una construcción dialéctica de saberes. Creo que es necesario investigar y recopilar en la medida que sepamos para qué lo hacemos, cuáles son los objetivos que tenemos al momento de realizar trabajos de investigación y recopilación de las músicas de los pueblos (parece una obviedad pero no lo es) como premisa la participación de las comunidades en esos trabajos es esencial. El cómo investigar y recopilar tiene que ver con instancias de participación, co-participación y colaboración de los pueblos con lo que vayamos a trabajar. Puede ser por ejemplo a partir de talleres, proyectos pedagógicos, producciones audiovisuales, etc.

Una problemática que se presentó un barrio qom tenía que ver con la vigencia de determinados instrumentos musicales y la “pérdida de esos sonidos” en las nuevas generaciones. Para abordarlo organizamos un taller de construcción de instrumentos y un ensamble musical. De esta forma se atendió una demanda de la comunidad y ellos mismos coordinaron los talleres construyendo colectivamente los saberes. Con respecto a las recopilaciones hay un tema muy sensible que tiene que ver con la figura de recopilador/a y la propiedad de los cantos y músicas de los pueblos indígenas similar a lo que ocurre con la propiedad de las tierras, tanto las tierras como las músicas antiguas o ancestrales son comunitarias y esa figura desde la perspectiva occidental es muy difícil de trasladarla a los papeles.

APU: El respeto a la voz, dar a conocer estos cantos, historias, instrumentos y sonidos, puede ayudar a reparar a la humanidad toda. ¿Por qué abandonamos la tierra del canto? Solemos cantar mucho en nuestras infancias, ¿por qué dejamos de hacerlo?

R.H.: Muchas veces en la vida adulta dejamos de hacer cosas, no porque queramos, simplemente debemos reparar en “cosas aparentemente mas importantes” que prestar atención a nuestras voces, nuestros cuerpos y nuestra capacidad de juego. De todas formas creo que eso está latente, nunca lo perdemos, sólo hay que activarlo con algún movimiento lúdico, una danza, una melodía que puede transformarse en canción, en arullo, en cuento, simplemente hay que despertar esa capacidad creativa y entrenarla.

APU: ¿Cómo se inicia tu vínculo con la cultura qom en particular? ¿Cómo nace el proyecto de la colección de libros?

R.H.:Para una de las materias de la carrera elegí transcribir músicas del Coro Chelaalapí, un coro qom que al día de hoy siguen cantando músicas tradicionales de su pueblo. Mientras realizaba ese trabajo nos llegó una invitación para tocar con mi grupo de música en un barrio qom en la festividad el 19 de abril, el barrio Daviaxaiqui de Derqui, provincia de Buenos Aires. Ese día conocí mucha gente y pude entablar un primer vínculo que continúa al día de hoy luego de 14 años. Realizamos muchos proyectos en el barrio en Buenos Aires y viajamos al Chaco para dar talleres musicales, participar en festivales de cine indígena y realizar documentales.

En el 2015 viajamos a Misiones para trabajar en una aldea mbyá guaraní con una beca del Fondo Nacional de las Artes, un proyecto que unía lo educativo, la enseñanza de las músicas originarias, las danzas y los juegos entre niños y niñas mbyá. El proyecto de la colección de libros nace a partir de la misma inquietud por la enseñanza de las músicas originarias en las escuelas, como etnomusicóloga observo que suele folklorizarse o estereotipar la figura indígena ubicándola en un pasado lejano y por lo general en la ruralidad, en parte por falta de materiales didácticos para el abordaje y por la falta de formación en lo respecta a la diversidad cultural e interculturalidad. Generar materiales en conjunto con las comunidades que inviten a la reflexión y análisis, apostando a la pluralidad de culturas y evidenciando la gran diversidad étnica, lingüística y cultural que habita nuestro territorio forma parte del proyecto que llevo adelante en el Instituto de Investigación en Etnomusicología (IIEt).

APU: Creo que hay ausencia de publicaciones literarias dentro de la literatura etno musical. Coordinás la carrera de Etnomusicología del Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla, única en el país. ¿Por qué es única y qué la hace especial?

R.H.: En las poblaciones indígenas todas las prácticas culturales están entrelazadas, las músicas, las danzas, los relatos, los juegos, la religiosidad, la lengua todas forman parte de la vida cotidiana, por lo tanto en un relato se pueden ver prácticas lúdicas, en las músicas se perciben formas de vivir la espiritualidad y la importancia de la lengua indígena, en los instrumentos musicales hay relatos sonoros que dan sentido a sus cantos y toques, y en la tierra está la vida. Por eso la defensa de los territorios es urgente, porque allí confluyen todas las prácticas que dan sentido a sus formas de sentir, percibir y entender el mundo.

Hay libros sobre relatos antiguos, ediciones bilingües realizadas por las propias comunidades que son muy valiosas. Trabajos que llevan mucho tiempo porque implica recopilar esos relatos y traducirlos, lo interesante es ver cómo se organizan para producir esos materiales en base a las necesidades pedagógicas de las comunidades. Relatos qom de las Madres Cuidadoras de a cultura Qom de Pampa del Indio, Chaco es un dedicado trabajo donde los relatos evocan lo sonoro de la lengua qom y a mi entender de esta forma también  evocan lo musical porque en la importancia de la lengua nativa y su transmisión encontramos también una musicalidad y un ritmo particular en las palabras.

Estas maneras de acercarnos y comprender otras culturas, sus músicas y cosmovisiones son ejes fundamentales dentro del plan curricular de la carrera de Etnomusicología en el CSMMF, porque estudiamos las prácticas musicales considerando sus contextos sociales, culturales, políticos, históricos. Entonces, entendemos la gran diversidad de músicas como producciones culturales construidas, recreadas y transformadas colectivamente. Al ser un profesorado hay un interesante cruce entre la investigación, la docencia y la práctica musical. En la carrera se estimula mucho la reflexión sobre las músicas, esto hace que estudiantes desarrollen y entrenen constantemente esa capacidad reflexiva sobre sus propias prácticas docentes, musicales y de investigación.

APU: Para finalizar, ¿qué cuento y qué canción elegirías para terminar esta entrevista?

R.H.: Un cuento, los de Bruno Munari, su colección "pop up" me resulta una obra de arte y a la vez muy atractivo para niños y niñas en muchos sentidos, como estimulación motora, lúdica y sonoro rítmica. Una canción, es difícil sólo una por eso elijo un percusionista armenio que me conmueve mucho su música, Arto Tucboyanciyan.

Para más información: www.elcantoqom.com.ar