¿Qué querés Santa Rosa?

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¿Qué querés Santa Rosa?

19 Mayo 2019

Fotos: Dagna Faidutti

Por Cintia Alcaraz

 

“Había una vez una casa (no) Había en un tiempo una casa (no) Había en varios tiempos varias casas que eran una sola casa. ¿Era realmente una casa o era un espejo fraguado por los tres tiempos de modo que cada uno era la consecuencia y el motivo del otro?...”

                                                                        La oscuridad es otro sol. Olga Orozco.

 

Sucede que la ciudadanía de la capital pampeana va –vamos- de tropezón en caída, de piedra en piedra desde el 10 de diciembre de 2007. Tal vez antes también, pero en el último tiempo hemos exagerado la tómbola. En una mínima retrospectiva, da la impresión de que en los últimos 12 años hubiéramos elegido 4 santarrosas absolutamente distintas una de otra. Parece que el aire hubiera cambiado el tono, el olor y la densidad en cada gestión.

DSC-2696¿Que buscamos realmente? ¿Asumimos que no buscamos todos, todas y todes lo mismo? ¿Que las disputas de clase, género, raza, existen? ¿Cómo se construye el/la/le votante de una capital que cuenta con poco más de 100.000 habitantes? ¿El radicalismo ha sido, acaso, el espasmo, la vía de escape, la estrategia aceptable ante las pésimas gestiones peronistas? ¿Está dispuesta esta aldea a soportar una gestión kirchnerista? ¿O para qué darle tanta vuelta si al final siempre fuimos compañeros?

Partimos del fallido Juan Carlos Tierno, peronista hoy tiernista, y sus tres meses de terror y violencia, que se acabaron debido a las enormes manifestaciones populares, que empujaron la intervención municipal. Pasamos por la mesura del radical Francisco Torroba, padecimos la ridiculez y dilapidación noventera tardía de Luis Larrañaga -otro peronista olvidable-, hasta llegar al joven ambientalista radical pro, Leandro Altolaguirre, que no perdió la oportunidad de viajar a Estados Unidos a visitar la sede de Monsanto. 

 

Más que una década ganada, una década desorientada

Los años de este municipio macrista, sin embargo, fueron consecuentes. La gestión Altolaguirre empezó de patada voladora contra los y las trabajadoras municipales. A los 20 días de iniciada, a tono con lo que hicieron todos los Intendentes electos de Cambiemos en el país, echó a gran parte del personal precarizado. Hoy, la gestión se jacta de haber reducido la planta permanente en un 10%. Altolaguirre no escatimó conflictos con los sectores más vulnerados, con los más golpeados por las políticas de hambre y exclusión del gobierno nacional.

DSC-8778Durante estos casi 4 años, dio continuidad al abandono de las áreas destinadas a garantizar los derechos de las mujeres. Declaró, sin ponerse colorado, que los hombres también sufren violencia de género, cerró el único Hogar de Medio Camino para víctimas de violencia machista, no destinó un solo peso para el desarrollo de dispositivos de abordaje y acompañamiento a víctimas de explotación sexual. La prevención de la violencia y del femicidio no fueron, ni siquiera, una campaña publicitaria. No fueron tema de debate político, aún luego del femicidio de Flavia Fernández en 2018.

En 2017 se sancionó la ordenanza de cupo laboral trans. El Intendente se tomó un año para reglamentar los derechos del colectivo más excluido de la sociedad. Al día de hoy, ninguna Travesti o Trans obtuvo un puesto bajo esa norma. Como corolario de la misoginia, y en clave de alianza electoral, designó como Directora de Niñez a una representante de las iglesias evangélicas, fundamentalista antiderechos, manifiesta negadora del derecho a la Educación Sexual Integral.

Todos los lujos todos. El joven Intendente, orgulloso hasta hace poco de integrar las filas de Cambiemos, construyó su propio enemigo interno y lo materializó en la persecución a los puesteros del microcentro -la mayoría de ellos ciudadanos senegaleses-, vendedores ambulantes, trabajadores de la cultura y artesanoa/os.

Racismo y clasismo para principiantes. Limpiar el Centro santarroseño, corregirle las imperfecciones, borrarle memorias políticas y culturales, es una huella que pretendió marcar. No le faltaron funcionaria/os que aceptaran hacer el trabajo sucio, ni sectores reaccionarios que le exigieran avanzar. Desde la Cámara de Comercio se quejaron de que, al final, desde la Dictadura ninguna gestión los había acompañado.

DSC-6844Ratificó en sus cargos a funcionarios denunciados por trabajadores, se vinculó y asumió con comodidad compartir espacios con Juan Carlos Tierno, quien, a pesar de todo, fue ministro de seguridad de la provincia hasta hace apenas dos minutos. Pero claro, entre la gestión Municipal de Tierno y la de Altolaguirre hay puntos de encuentro que son nodales, casi idénticos, de manual. La persecución a trabajadores del Centro Municipal de Cultura, el vaciamiento de las políticas culturales, son sellos identitarios de ambos gobiernos. El de Tierno duró 87 días. La resistencia de un pueblo  que se hizo sentir,  cambió para siempre la matriz una comunidad adormecida. Leandro, probablemente, llevó adelante la ofensiva con más sutileza. Tierno pretendió instalar en ese espacio a su policía municipal. En cambio, el radical pro se decidió por privatizar el lugar y poner un barcito. Cerrame la 8.

No es posible dejar pasar que esta gestión hizo lo que ninguna otra: se animó a ir en contra de la Cooperativa Popular de Electricidad (CPE), empresa de la economía solidaria que es señera en la defensa de los derechos sociales y que le ganó batallas imposibles al Goliat de Clarín. Eso no fue un obstáculo para que el Municipio se entregara al lobby de Telecom, que pretendía hacerse con los espacios verdes de los barrios periféricos para instalar sus antenas. Una ordenanza express, que no contemplaba el impacto ambiental ni la necesidad de reservar espacios para la instalación de antenas cooperativas, fue el broche de oro. No obstante, el apoyo popular a la CPE los obligó a recular en chancletas.

Este Intendente que ya no se reconoce como parte de Cambiemos (aunque su boleta de diga lo contrario), y que está charlando con Lousteau, pretende ser reelecto. 

12309660-10153763940949931-7080202717521854132-oDel otro lado del río, en una elección polarizada, está Luciano Di Nápoli, el kirchenrismo progre, el kirchnerismo popular, la base y la cúpula peronista. Está Cristina y proyecto Verna, encarnado en la figura de Sergio Zilliotto. Patria Grande, Nuevo Encuentro, el Partido Humanista y el Partido Comunista. Unidos, seguro. Organizados, tal vez. Revueltos, ni hablar. El Frente Justicialista más diverso que hayamos podido imaginar.

Y en el medio, o en los bordes, o vaya saber dónde, surfean otra/os siete candidato/as: Ricardo Araujo, dirigente de ATE, se candidatea por el Frente Popular, con el apoyo de la CCC y el PTP. Martín Ussei es el opaco candidato del Socialiasmo. Lara Oberts asume con 19 años la candidatura por el MST. Juan Carlos Muñoz apuesta por el partido antiderechos de Juan Carlos Tierno. Claudio Acosta, por la corriente de izquierda que no se sumó al Frente Justicialista, representa a Desde el Pie. Marcos Villegas es la cara de las iglesias evangélicas, organizadas en el partido Pueblo Nuevo  y Javier Díaz, un inexplicable que se postula desde su espacio Compromiso Ciudadano. 

La oscuridad es otro sol, dice Olga Orozco. Tal vez, este domingo, lo sea. Pero ahí nomás decreta  que “también la luz es un abismo”. ¡No nos confundas, Olga querida!

Tal vez la luz, la oscuridad y el abismo. Tal vez sea momento abortar las democracias de baja intensidad, de enriquecerlas con verdadera participación ciudadana, de nutrir al Estado, a los Estados, de políticas que atiendan las urgencias, sin perder de vista a las personas. Tal vez sea tiempo de hacernos cargo.

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