Nico Sabatini lanzó su nuevo EP: “Como Matar a un Robot”

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Nico Sabatini lanzó su nuevo EP: “Como Matar a un Robot”

09 Agosto 2020

Por Javier Tucci

El músico y compositor argentino, radicado actualmente en Torremolinos, a 15 minutos en tren de la ciudad de Málaga (Andalucía, España), acaba de sacar un nuevo EP en medio de esta locura mundial llamada COVID-19, una película que superó la ciencia ficción que Aldous Huxley y George Orwell montaron en el espectáculo de la guerra fría.

La representación de Francisco Goya en esa pintura que la mayoría de los argentinos y argentinas conocemos por la obra que el artista plástico Rocambole versionó en el disco Bang Bang Estás Liquidado, de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, recrea la mirada sobre los fusilamientos del 3 de mayo de 1808 (ejecutados por el ejército de Napoleón contra los revolucionarios madrileños) detrás de una ventana. Un arte realista, fiel a los acontecimientos de alguien que sólo podía observar y crear desde la quietud del caso, en un encuadre con poca profundidad.

Un escenario artístico parecido montó Nico Sabatini en este hiato que durante meses lo mantuvo activo, produciendo entre miedos, paranoia y ansiedad, como así también imbuido en la solidaridad y el acompañamiento familiar de su compa Jimena e hijos. Un proyecto que salió como aullido frente la imposibilidad de no poder salir a trabajar, porque Nico toca en la calle y eso, con un home office, no se arregla.

Con letras que denotan momentos y estados de los más variados del ser humano en este proceso de tensión, Como Matar a un Robot viene a poner un poco de realismo y eso se siente y escucha en esta obra donde el artista grabó todos los instrumentos menos el bajo (Amadeo Zunino); contó con la participación de Joaquín Pérez (saxo); Luciana Miguel, Anabela Danunzio (voces) y Súper (Voz en "Como Matar a un Robot"); Gustavo Zavala, Luciano Cacha Pérez y Armenio Bonin (Piano, Pads, Sinth); Guillermo Saló (Guitarra) y Pablo Refi (voz en off en intro de "Como Matar a un Robot").

La palabra de Sabatini surgió de un intercambio transoceánico por WhatsApp en dos etapas diferentes. Una correspondiente al proceso de encierro de los primeros meses, mientras de fondo se oía el sofrito de una cebolla que fue destinada a una tarta que vaya a saber uno cómo salió; la segunda comunicación se dio en el marco de su retorno a las calles en algo que por allá se le conoce como “normalidad”, en medio del veranito europeo. 

Primer acercamiento en cuarentena 

Si le dan bola a cómo aparecen en orden las cuatro canciones del EP (Solos, Buscarme, Como Matar a un Robot y Secuestrame), se habrán acercado a los diferentes cambios y estados por los que el planeta entero todavía atraviesa, un mapeo inconsciente sobre cómo venimos sintiéndonos un poco todos y todas. Desde la canción, Sabatini logra grabar a fuego ese proceso con tan sólo observar desde su hogar, atestado de sonidos y conspiraciones que le fueron útiles a la hora de dejar plasmada esta pintura que roza lo real y lo mágico. 

Mientras leés la nota, dale play al EP y de paso intentás matar al robot

Bandcamp: https://bit.ly/2PkN5ZJ 

Spotify: https://spoti.fi/2MuK2gb  

 

SoLOS

“Juntos podemos ser, 

algo que no se da

si intentamos hacerlo sólos (...)”.

Salvo "Solos", que es el primer corte del EP y Nico ya la tenía maqueteada desde dos meses antes de iniciarse la cuarentena, todas las canciones nacieron del encierro durante los primeros tres meses y la terminó incorporando porque “entra justo para este momento”, expuso. Y agregó “la canción se llama así, pero en realidad habla de estar juntos y de lo importante que resulta estar en comunidad, de no pelearla desde el ego sino desde el encuentro con el otro”.

“Al quedarme sin ingresos, porque yo laburo tocando en la calle, tuve que parar de producir el futuro disco que venía craneando y que tenía pensado sacar en septiembre. Fue así que me puse a laburar desde casa en este EP, sólo por la necesidad de componer y producir algo para expresarme. En el disco no hay mucha letra, pero necesitaba sobrellevar de alguna manera el encierro y la imposibilidad de traer el mango, con la locura que significa tener una familia con dos hijos (uno recién nacido y otro de 6 años), y con la suerte de que mi compa tiene trabajo y me bancó en este proyecto al que le dediqué entre 4/5 horas diarias en mi estudio, porque quería laburar todo lo que pasaba por mi cabeza, sensaciones e historias y defender esas cuatro canciones, antes que ambicionar con tener muchas” esgrimió Nico Sabatini durante su cuarentena, hacia fines de mayo.

Volver a la calle para ganarse el morfi en fase “normalidad”

 

BUSCARME

“Voy a dejar de salir, a buscarte

voy a empezar a salir, a encontrarme

Si tengo miedo, pues con miedo 

si lloro, me libero (...)”.

Esta nota estuvo parada por un rato, circunstancias pandémicas aparte, lo que nos permitió acceder a nuevos estados y problemáticas que el artista argentino atraviesa “ahora”, como el girar más para sacar lo necesario, la falta de turismo que siempre es lo que más deja y las cláusulas de un Estado que pide más, pero da menos. “Cuando volví a la calle fue con un miedo bárbaro; por suerte, de a poco nos soltamos y comenzamos a ir a las plazas, a la playa, a tomarnos una cervecita en algún bar con la distancia reglamentaria, pero no deja de ser raro. Al principio tuve la sensación de volver a los lugares donde suelo tocar y sentirme como cuando regresás a tu casa y te encontrás con nada, con que te afanaron todo, desamparado, pero por lo menos estamos vivos para contarla”, afirmó desde una esquina donde se acomodó para tocar y destilar un poco de alegría.

 

COMO MATAR A UN ROBOT

“Acá dentro dando vueltas,

esperando un nuevo encuentro,

por momentos ambiente tenso,

por momentos no lo pienso (...)”.

La canción que le da nombre al EP, arranca con una intro a cargo del periodista Pablo Refi (quien le da voz a la cultura rock de la ciudad de La Plata desde el ‘Cubo Mágico en Cuarentena’, programa que se emite de lunes a viernes de 22 a 23hs por Radio Universidad) quien desde un noticiero del futuro -no muy lejano- anuncia la posibilidad de la implantación de microchips bajo la piel de las personas de todo el mundo. Un intento de control, que inevitablemente desembocará en la pérdida de control… Un acercamiento no tan lime a un sistema en que dicha tecnología contendría tus datos de identidad, bancarios y hasta de transporte. 

Luego, hacia la mitad del tema, hace su entrada Matías Calatroni, alias Súper, con un rapeado en clave indie que resume un poco más el entramado artístico, no sólo del tema o el EP, sino del advenimiento humano durante este tiempo: “No siento más ruido, en la calle está todo tranquilo, lo pienso en frío, mirá como río. Intentaste cortar el bajón, intentaste saliendo al balcón, intentaste matar al robot, me hubiera encantado hacerlo con vos (...)”. 

Sobre la composición y lírica, Sabatini puso toda la carne al asador en muy pocos renglones, con una audacia artística envidiable -tengamos en cuenta que el EP fue creado y producido en sólo tres meses-. “Trabajé desde lo simple y desde lo mínimo, algo que con auriculares viaja un montón. En cuanto a lo escueto de la lírica, siempre fui de escribir mucha letra larga y preocuparme, y supe que en este proceso no tenía que decir tanto con la canción, si lo que me pasa es ésto… ‘estuve dando vueltas en tu casa hoy, mientras vos intentabas matar a un robot’… eso es todo, es lo que pasa. Y cada uno le dará el significado que quiera y le buscará el viaje a partir de esta habilitación que nos da el Indie, esta generación actual musical de decir menos quizá, de alguna manera algo parecido a lo que pasaba con el postpunk y lo alternativo de los 80. A veces cuando escucho a algunas bandas, me parece que muchas cosas están escritas al pedo”.

Como si esto fuera poco, la canción termina con un súper condimento, con un sampler del poema "Soy un Espejo Volador" del actor Alejandro Urdapilleta, a quien Nico admira y conoció cuando tenía 18 años y está siempre presente en sus discos: “Durante este confinamiento me acordé muchísimo de él, me lo imaginé varias veces viviendo este quilombo. En mi casa siempre hubo alguien que se transformaba en Urdapilleta”.

 

SECUESTRAME

“Vos tan libre y yo

tan normal…

secuestrame

Soy el tripulante de esa nave espacial

aterricé en tu terraza sin llamar (...)”

¿Quién no se ha sentido secuestrado o secuestrada a lo largo y ancho del planeta durante estos meses de pandemia, ya sea en un departamento en Málaga, un PH en Boedo o en una pieza de 2 x 2 en algún barrio donde el barro se subleva recontra hacinados? El estado psíquico que produce, sobre todo la última posibilidad, es insufrible. Pero Sabatini desea ser secuestrado, no por una cuarentena de profilaxis sino por seres o alguna entelequia que no comulguen con la destrucción o la autodestrucción de los seres humanos. “Cuando empezó todo esto sentíamos ruidos rarísimos y lo hablaba por teléfono con amigos que viven cerca y les preguntaba si habían escuchado lo mismo hacia la madrugada y afirmaban que sí. Empezamos a flashear con una invasión extraterrestre, era una lime total pero real la percepción de lo que empezaba a pasar. Y eso se puede contemplar un poco en ‘Secuéstrame’, donde hay sonidos que me llevaban a esto de los extraterrestres y de una necesidad de que la nueva ‘normalidad’ venga de la mano alienígena (risas) o nos lleven a un lugar mejor fuera de esta locura humana”.

Tanto Nico como el resto de los músicos y músicas callejeras en Torremolinos, han podido regresar a la actividad con barbijo y el permiso reglamentario en mano. Una vuelta con cambios estructurales por la imposibilidad del tránsito turístico europeo al que venían acostumbrados y acostumbradas en plena temporada de verano. “Hace dos meses arranqué a laburar nuevamente en la calle y creo que el gobierno, aparte de preocuparse por la sociedad en medio de un posible ‘rebrote’, debería poner el ojo en subvencionar a las y los artistas (sólo lo hacen con aquellos músicos y músicas que hayan hecho como mínimo 20 conciertos en el último año, algo que se da trabajando en orquestas y que te aleja de hacer tu propia música) teniendo en cuenta que a nosotros nos contratan en negro y nadie nos reconoce como trabajadores y trabajadoras de la cultura. Después de todo lo que pasamos, quedó todo muy patas para arriba, mucha gente en situación de calle; la economía se levanta pero la informal, la negra, la que labura en la calle no, y ahí entramos los músicos y las músicas. Espero que el Estado pueda hacerse cargo un poco más de la cultura como también de la salud pública, pero un cambio radical”.

No sabemos cómo será la tocata del futuro cercano, si con un cristal de por medio, lugares con muy poca capacidad con butacas separadas o modalidad autocine. Supuestos que a Sabatini le inquietan pero no le quitan el sueño, porque siempre está en constante movimiento pensando alternativas. Como el micro artístico que comenzó días atrás en un bar llamado Metro Black Velvet, donde invita a, no sólo músicos y músicas, sino a artistas de la poesía, el teatro, el circo callejero, entre otros. Como otra alternativa para actuar y llevarse un cachet y un video para promocionar su arte.  De lo que sí estamos seguros es que, mientras los reyes de España aparecen sin distanciamiento junto al gentío reunido en una obra de teatro al aire libre, los y las artistas la reman en dulce de leche para sobrevivir.

Y no se olviden que el arte, arte es y puede generarse en tres meses o 1000 años. El obrar es lo que vale, ser obrero de la canción, artífice del rastreo constante de lo que pasa ahí afuera, sintiendo lo que pasa adentro. Ya llegará el día en que todos y todas rompamos la puerta y nos sentemos al sol, con las enseñanzas de como matar a un robot.

Plataformas dónde escuchar a Nico Sabatini y sus redes

Bandcamp: https://bit.ly/31lVKiu 

Spotify: https://spoti.fi/2GXdaKp 

Youtube: https://bit.ly/2MVgw4F 

Fanpage: https://bit.ly/2OK1FMK 

Twitter: @NicolasSabatini 

Instagram: @sabatiniok