Micky Rodríguez: “Estamos contentos de poder tocar todo el repertorio de Los Piojos, son canciones que tienen vida propia”

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    Micky Rodríguez
APU ENTREVISTAS

Micky Rodríguez: “Estamos contentos de poder tocar todo el repertorio de Los Piojos, son canciones que tienen vida propia”

16 Julio 2023

Miguel Ángel “Micky” Rodríguez es bajista y miembro original de Los Piojos, aquella banda que nació en el oeste del conurbano bonaerense, se convirtió en un fenómeno de estadios y se despidió en 2009. En diálogo con AGENCIA PACO URONDO dio detalles sobre Ritual 87, el nuevo proyecto que comparte con los también expiojosos Dani Buira y Chucky de Ipola, grupo que desbordó por dos noches consecutivas el Teatro de Flores. Además, recordó el iniciático viaje de Los Piojos por Francia, en 1991, y se refirió a una posible vuelta del grupo. “Por el momento, cada uno tiene su historia y respetamos que así sea. Ahora sería medio irrespetuoso y un poco inconsciente hablar de una posible vuelta de Los Piojos, pero mientras esté la música en el aire, siempre habrá chances”, expresó.

Agencia Paco Urondo: Recuerdo ir a Arpegios a comienzos de los ’90 a ver a Las Pelotas y escuchar por los parlantes del lugar Chac tu chac; pregunté quiénes eran y me contestaron “son unos pibes de El Palomar que tocan la semana siguiente”, así los descubrí y empecé a seguirlos. Debés conocer muchas historias como ésta.

Micky Rodríguez: Sin dudas. Es parte de la riqueza de nuestra carrera, el privilegio y la emoción que uno tiene al recordar, porque de estas historias hay un montón. Por ejemplo, sobre encuentros o nacimientos de parejas relacionadas con nuestros shows. Por eso, repito, soy un privilegiado de poder “musicalizar” esas vidas.

APU: ¿Cómo llegás a integrar Los Piojos?

M.R.: La banda se forma a partir de un encuentro con Pity Fernández, en alguna fiesta. Muy jóvenes, sin ninguna condición técnica musical, pero con la sangre caliente por el rock y las ganas de empezar a curtir esa historia, esa música. Recuerdo que nos dijimos: “hagamos una banda”. Casi sin saber tocar, es más, Pity recién había comprado su primera guitarra eléctrica. Él tenía como compañero en el colegio a Dani Buira, que ya tocaba la batería, y se sumó. Así empezamos. Después cayó Andrés (Ciro Martínez), se cerró el círculo y comenzó esta idea de viajar y tocar, subirse a una combi o a un micro y mostrarnos en donde se pudiera. En Capital Federal, en el gran Buenos Aires, en el interior. Era nuestro mayor anhelo y lo estábamos cumpliendo.

APU: Viajes que, desde un comienzo, hicieron de Los Piojos un grupo con un espíritu muy federal que los acompañó, incluso, hasta en la etapa más masiva.

M.R.: Era la idea, el sueño de poder viajar todos juntos, como una especie de circo, y pasarlo bien. Lo cual significaba ir a un montón de pueblos en plan de viaje de egresados y disfrutar muchísimo de hacer música.

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APU: ¿Qué recuerdos tenés de las grabaciones de Chac tu chac, el primer álbum, que ya empezaba a mostrar la propuesta musical y el carácter de la banda?

M.R.: Había un cierto grado de inconsciencia, a partir de nuestra ignorancia del mundillo de las grabaciones. Nosotros veníamos del gran Buenos Aires y no estábamos inmersos en todo eso. La idea de grabar nos puso felices porque era nuestro mayor deseo, aunque estábamos poco equipados. Ahí empezamos a aprender lo que significaba estar en un estudio. Las emociones de ver que todo lo que había pasado en ese tiempo se trasladaba a algo real, que era un disco. Me acuerdo cuando le llevé editado Chac tu chac a mi padre. Fue una emoción tremenda. Esas largas jornadas de grabación, quedándonos a dormir en unas habitaciones que tenía el estudio El Cielito, para levantarnos bien temprano y ponernos a trabajar. Una experiencia novedosa e increíblemente emotiva que pudimos vivir siendo tan jóvenes.

APU: En uno de esos shows en Arpegios en que empecé a ver a la banda, no puedo olvidar una impactante escenografía que transformó el escenario en el patio de un conventillo.

M.R.: Eso fue un flash, y mirá como son las cosas que ahora estoy trabajando en este nuevo proyecto, Ritual 87, con Silvio Squillari, quien propuso y armó esa escenografía en Arpegios a la que te referís. Un tipo que siempre trabajaba arduo para que todo funcionara y que, además, es el creador del “piojo” original. Silvio lo diseñó, lo pintó en una pared, marcó la gráfica y la imagen que nos acompañó, para siempre.

APU: Contanos sobre la experiencia de ese viaje iniciático a París, en 1991, donde en un festival antirracista de músicos del tercer mundo se cruzaron con artistas como Mano Negra o Salif Keïta.

M.R.: Fue una experiencia increíblemente nutritiva porque, en definitiva, en ese momento éramos jóvenes y medio inconscientes. En esa época no había mucha data, ni una comunicación tan fluida como existe ahora. Para nosotros fue inolvidable. Conocimos en persona a grupos como Mano Negra, Farafina, un grupo de folclore africano, varias bandas de funk, un montón de cosas que, sin dudas, a nosotros nos potenció. Al juntarlo un poco con nuestras raíces, fue dando forma a lo que después sería la gran perfomance de Los Piojos.

APU: A partir de la salida de Verde paisaje del infierno (2000), te empezamos a ver cantando ante multitudes, un tema como “Fijate”, generándose un clima de mucha emoción.

M.R.: ¿Qué cagazo, no? (risas) Esos dolores dulces, esos miedos que emocionan. Hoy lo sigo sosteniendo: había una comunión hermosa, uno se sentía tan acompañado, estábamos ahí, todos juntos. Fueron momentos que marcaron, que van a quedar guardados para toda la vida. Soy un agradecido al público piojoso porque siempre me brindó un cariño enorme. Gran parte de lo que la banda daba, era para ellos. La gente, para nosotros, era fundamental.

APU: Tras la separación de Los Piojos en 2009 ¿Cómo fuiste elaborando el duelo y madurando la idea de volver al ruedo con La que faltaba?

M.R.: No me puse ningún plazo. Hasta que empezó a picarme un poco el cuerpo. Y aparecieron esas ganas de empezar a moverse, otra vez. Me vine a vivir a un lugar muy tranquilo como son las sierras cordobesas, para poder contemplar el bosque y no tanto el árbol. A partir de ahí, me pintaron ganas de volver a hacer música y recluté a un par de pibes de la zona que son unos cracks. Empezamos a generar la idea de La que faltaba, que era la banda que no estaba a partir de todas las formaciones que se habían desprendido de Los Piojos.

"La gente nos apoya sabiendo que parte del estilo y la música de Los Piojos tiene que ver con nosotros".

Un nuevo ritual piojoso

APU: Este nuevo proyecto se echó a rodar este verano con otro nombre, Ritual de Carnaval, en la localidad de Caseros y ante 30.000 personas, bien cerca de El Palomar, lugar donde Los Piojos dieron sus primeros pasos.

M.R.: Es cierto, Caseros es parte de nuestra zona e historia, y haber empezado allí, seguramente tiene que ver con un sello inicial. Posiblemente, a nosotros eso nos llenó de energía para que este presente nos siga teniendo juntos y pensando en todo lo que viene.

APU: Vienen de agotar dos teatros de Flores y hay por delante fechas en Rosario y Córdoba, creo que Ritual 87 está resonando en mucha gente que esperaba ver juntos a miembros originales de Los Piojos.

M.R.: Sin dudas que la idea de Ritual 87 tiene que ver con eso que decís. La gente nos apoya sabiendo que Dani y yo somos dos miembros fundadores, que parte del estilo y la música de Los Piojos tiene que ver con nosotros. Además, está Miguel “Chucky” De Ipola, quien fuera tecladista en la etapa más masiva del grupo. Estamos contentos de poder tocar todo el repertorio de Los Piojos, son canciones que tienen vida propia. Siempre que las ejecuto, me emocionan. Pero, sin dudas, el plus es ver cómo tantos pibes acompañan, generaciones nuevas o hijos de viejos piojosos que vienen a vernos, es un privilegio enorme.

APU: Para cerrar: con este importante paso que significa Ritual 87 ¿se puede soñar con una vuelta de Los Piojos que incluya a Andrés y Pity?

M.R.: La verdad que no lo hablamos con Dani. Hoy estamos en este proyecto y, por supuesto, abiertos a quien se quiera sumar, las puertas están abiertas. Tenemos muy buena relación con los chicos, pero cada uno tiene su historia y respetamos que así sea. Ahora sería medio irrespetuoso y un poco inconsciente hablar de una posible vuelta de Los Piojos. Pero mientras que esté la música en el aire, siempre habrá chances, eso es lo único que puedo decirte.