Jorge Giuliano: "La música no es un divertimento para mí"

  • Imagen
  • Imagen

Jorge Giuliano: "La música no es un divertimento para mí"

08 Abril 2018

Por Salvador "Lole" García

Agencia Paco Urondo: ¿Cómo llegpo a la guitarra?¿Cómo llegó la guitarra a tus manos?

Jorge Giuliano: De muy chico, mí padre era cantor de tango, siempre estaban los guitarristas que lo acompañaban y venían a casa y mi abuelo también tocaba la guitarra.

APU: Un clan de guitarristas...

JG: Tenían un trío muy antiguo, de flauta, guitarra y no sé qué otro instrumento más. Entonces yo me crié con la música, mi viejo era cantor y escuchaba música todo el día, y mi hermano tenía un grupo de rock también.

APU: Y fue tocando la guitarra sin pasar por la parte académica...

JG: Estudiaba en Luz y Fuerza (mi viejo trabajaba en SEGBA) y había cursos de guitarra. Ahí aprendí los primeros pasos técnicos y después fue todo de autodidacta. Ya de grande sí, a los 20 años, estudié en el Conservatorio, un poco para aprender a leer música, pero a esa edad ya tocaba un montón.

APU: Fue un poco autodidacta, como muchos músicos populares que se formaron así ¿Cómo era el ambiente musical en el oeste donde vivía?

JG: En bares, antes se estilaba tocar en las cantinas, donde iba a la gente a comer y había cuatro o cinco cantores. Tuve un conjunto a los 12 años de folclore con el que hicimos muchísimas actuaciones. Nuestro representante nos llevaba a todos lados, a Palo Borracho, a la peña de Fani, al Hormiguero; eran famosos esos lugares, acá en Buenos Aires. Y ahí me fui haciendo, escuchando, tratando de sacar intuitivamente las notas.

APU: ¿Y cómo siente que influyó todo ese ambiente de la música popular en su forma de hacer música?

JG: Esa fue la piedra fundamental, porque yo desde los 12 años hasta los 18 estuve tocando permanentemente, y era una época, los 70, en la que la música argentina estaba en todos lados; había una peña cada tres cuadras, había un movimiento cultural tremendo.

APU: ¿Y empezó a componer música más tarde?

JG: Sí, a los 30 años empecé a componer.

APU: ¿Cómo fue ese proceso de animarse a componer?

JG: Mirá, había un poeta que se llamaba Roberto Margarido, muy groso, que me escuchó un día –compartíamos las tardes–, y una vez me dio una letra y me dijo: "tome, trabaje".

APU: ¡Qué desafío!

JG: Sí, y a esa letra todavía no le puse música, pero de ahí en más conocí a Nacho Wisky, a Diego Holzer, a Alicia Crest, y ahí la primer canción me abrió la puerta.

APU: ¿Cómo es el proceso de tener una letra que no es tuya pero…?

JG: Bueno, yo también las elijo a las letras, no me gusta ponerle música a algo que no quiero decir.

APU: Claro, de alguna manera debe decir algo que quisieras decir.

JG: Sí, claro, o algo que no lo pensé y que estoy completamente de acuerdo. Generalmente siempre me manejé con poetas.

APU: ¿Hay como una diferencia entre los poetas y los letristas?

JG: Sí, fijate por ejemplo en Serrat, que musicalizó a Miguel Hernández, a Machado.

APU: ¿Cómo se empezó a cocinar este disco?

JG: Este disco es el resultado de muchos años, yo ahora tengo 56 años y ya hice más o menos 50 canciones; dentro del disco hay solo 11, las que seleccioné. Algunas son nuevas y otras muy viejas. Yo tocaba con mucha gente y a veces organizaba una fecha propia para tocar y tenía que suspenderla, porque me llamaban para tocar con otros. Por eso tardó un poco el disco. Ahora que estoy completamente dedicado al disco y a mí mismo, no tengo que suspender ninguna fecha.

APU: De alguna manera está saldando una deuda que tenía con usted mismo.

JG: Es más, en el conjunto que yo tenía a los 12 años también cantaba, a los 4 años debuté cantando.

APU: ¿Cómo fue el proceso de seleccionar estas canciones después de tantos años?

JG: Bueno, la selección de las canciones es porque quería que estén todos los poetas, o la mayoría con los que compuse, que son Diego Holzer, Nacho Wisky, Alicia Crest, Juan Vattuone, Mariano Pini, Hugo Pardo…grabé un tema de Jaime Dávalos con Eduardo Falú que se llama "Río de tigres".

APU: ¿Cómo fue su relación con Nacho Wisky?

JG: Con Nacho somos, fuimos hermanos. Fue padrino de mi hija. Una relación muy familiar, como con Alicia Crest, con Diego, o Mariano Pini que es un poeta joven. Hay una relación como la que hay en Brasil en la que los músicos componen con poetas: se llaman parceros. Cuando vos hacés una canción con otro tenés que tener una relación con esa persona, aunque te dé las letras. No puedo componer con cualquiera. Hay un poeta de Tucumán que me invitó a componer con él, muy conocido, pero cuando leí en su Facebook lo que él pensaba, no estaba de acuerdo para nada con su pensamiento, y no pude…

APU: No se puede escindir la persona de su obra digamos.

JG: Mirá, en toda mi carrera jamás me traicioné, nunca fui para atrás, la coherencia hace que uno tenga, no fama porque no me interesa, sino el prestigio. Hay un compositor español que yo conocí en Sevilla, Javier Ruibal, es un tipo que te llena los boliches, no es un famoso pero todos lo conocen. Serrat y Sabina lo van a ver y dicen que es el mejor, que es un gran poeta, cantautor, toca la guitarra, canta fenómeno, y el tipo sigue viviendo en su mismo lugar, no vive en Madrid, y eso me interesa, su coherencia.

APU: Es difícil conseguir coherencia en ese ambiente, te tienta lo comercial, pero por otro lado tenés que vivir.

JG: Mirá, la música no es un divertimento para mí, ahora le dicen “ententairment group” y es como si fuera una lata de tomates, lo único que falta es poner en el supermercado a los músicos. La música es otra cosa. Está bien que la gente quiera bailar y que haya música para eso, pero en este momento toda la música es para bailar. Como dice Charly García: "para que haya música tiene que haber melodía, ritmo y armonía". El regaeton tiene ritmo nada más, eso no es música, y tiene un éxito por sobre todos los otros géneros.

APU: Volviendo al disco, ¿cómo fue la parte técnica de la grabación?¿Cómo convocó a los artistas de tan alto nivel?

JG: Fue por partes porque las formaciones son distintas, no hay una sola formación, son todos invitados porque no tengo una banda. De hecho todos, Facundo Guevara, Luis Salinas, Daniel Mazza, Beto Merino, me empujaron a que grabe el disco y me dijeron: nosotros tocamos con vos, de parceros. Les mostraba una canción y si les gustaba, me decían: sí, bueno, arreglala. También hay una chica, Julieta Lizzolli, de 24 años, que fue la que hizo el arreglo de cuerdas en “Luna de Villa Crespo”, y ahí llamé a violinista amigo que se llama Quique Condomi que trajo a los otros músicos que yo no conocía. Así se fue armando tema por tema. Fui grabando las bases y se las dì a los músicos para que ellos lo desarrollen. Yo hice un esquema armónico con toda libertad para los músicos. No me gusta invitar a un músico y limitarlo. Si llamo a uno es para que toque como él quiere, si yo le escribo una parte me va a decir; ¿Para qué me llamas a mi?

APU: Como a usted cuando te invitan..

JG: Claro, a mí cuando me invitan no me gusta que me pongan partes, si no me despersonalizan. Me hacen tocar como piensa otro. Por eso no me dediqué a la música clásica.

APU: Tomando en cuenta que empezó a cantar en los años 70 donde había un montón de espacios para los cantores populares, ¿cómo ve la canción popular hoy en Argentina?

JG: Yo creo que en los 70 era una explosión la cultura argentina, pero los militares hasta eso mataron. Yo toqué en un grupo que se llamó Los Andariegos, que fueron los primeros prohibidos, como todos los poetas, tanto Armando Tejada Gómez, Hamlet Lima Quintana como Javier Petrocheli, y te puedo nombrar miles de tipos más que estaban prohibidos y perseguidos. Después de esos siete años de dictadura, no se reconstruyó más. Eso quedó en la nada, por eso es tan difícil para los cantautores, los poetas. Yo conozco no menos de 200 cantautores poetas de todo el país, de Tucumán, del Chaco. Tipos grosísimos que no tienen espacios. Para nosotros es muy difícil, porque no hacemos música popular popular, y más si en tu canción decís algo que hace pensar. Los productores te dicen: no, tiene mucha letra esta canción, o: la música es muy difícil. Así pasó y por eso estamos en la lucha de hacernos escuchar, de conseguir espacios.

En mi barrio escucharon el disco 7 y me preguntaban: "¿Dónde lo puedo comprar?", ¡En ningún lado!. No soy de la Sony ni de la Warner. Es un disco hecho con mi amigo Omar Stefanelli que fue quien lo produjo. Así que estamos en la pelea. Es como vender en la calle. Pero que a la gente no le gusta es mentira, o lo que hacen mis compañeros poetas y compositores es mentira. No puede determinar una persona lo que le gusta a la gente y que no. Eso me hace mucho ruido. Pero bueno, no discuto. Eso sí, defiendo a todos los compositores y cantautores de este país que son un montón. Cada tanto algún famoso canta un tema de nosotros. .

APU: Acompañó como guitarrista a Mercedes Sosa durante varios años, ¿cómo era el trabajo de acompañamiento?

JG: El director de la banda era el Popi Spatocco, con ella elegían las canciones. Cuando yo tenía que tocar solo con ella, iba y ensayábamos en la casa y nos poníamos de acuerdo. No era nada difícil, ella cantaba y te decía: muy bien, o te decía: mire, por acá tal cosa. Pero siempre fue natural todo, yo me crié escuchándola. Conocía el estilo porque los temas de Mercedes los tocaba de chico de manera autodidacta.

APU: Con este disco La suerte mía, ¿ya hay fechas para presentarlo?

JG: Si, va a ser el sábado 5 de mayo a las 21:30 en Sirhan, en Palermo.

APU: Tiene ganas de hacer un segundo disco.

JG: Claro, ya tengo canciones. Pero trato de disfrutar este, de no correr.

APU: ¿Ha cantado en portugués?

JG: Sí pero para mí. En Brasil tengo un amigo que me ha enseñado muchísimo, Junior Carrizo, que también es cantautor. Creo que penetrar en Brasil es medio imposible, medio que si no cantas en su idioma…no te dan bolilla; aunque yo iba a la casa de Junior en Arraial do Cabo y sus tía cantaban las canciones de Mercedes. ¡Yo no lo podía creer!

APU: De alguna manera Mercedes conectó con sentimiento universales.

JG: Exactamente.

APU: Ha tocado con artistas muy importante en la cultura nacional.

JG: Si, Luisito (Salinas), mi hermano, Facundo Guevara y Daniel Mazza, mis hermanos. Son gente muy querida. Todos los que están en el disco son amigazos.

APU: Cuando se escucha el disco, se nota el cariño.

JG: Bueno, eso quería, porque ellos vinieron a tocar con todo el cariño y el talento que tienen.

APU: ¿Quiere agregar algo más al relato de su carrera?

JG: De los 13 hasta los 18 años fui jugador de fútbol

APU: ¿En serio? ¿Jugaba en el gallo?

JG: Si, jugué en el Morón de arquero, y vos sabés que es una cosa que me quedó como pendiente, pero la música y el fútbol no van de la mano con los horarios. Yo terminaba de tocar los domingos a las 6 de la mañana y a las 9 tenía que jugar en Morón, y si jugábamos de visitantes tenía que estar a las 6 de la mañana, entonces me iba sin dormir. Llegó un momento que no rendía, estaba cansado. Mi papá se metió en la Comisión Directiva de Morón y me hizo echar. Me habían dado un golpe en la mano jugando en primera y él se asustó. Él había sigo jugador de fútbol profesional, y me decía: "vos estás bien con la guitarra, pero vas a jugar al fútbol hasta los treinta y pico de años". Si te rompes una mano no vas a poder tocar, y si vivís hasta los 80 años vas a poder tocar la guitarra. Pero cuando entro a una cancha, siento una cosa que…Hoy te puedo decir que no sé qué prefiero. Albert Camus, que fue arquero, decía que todo lo que aprendió de los valores del ser humano lo aprendió del fútbol.   

APU: Viejo sabio su papá. ¿Y cómo lo tomó en ese momento?

JG: Al primer momento estaba muy mal, muy enojado. Luego cuando empecé a subir al escenario con artistas importantes me daba cuenta de lo que él pensó. Pero en el momento, teniendo 18 años, me quería ir de mi casa. ¿cómo me va a echar! Me había ido a probar a Boca, me había ido más o menos bien, pero se terminó todo ahí abruptamente.

APU: De alguna manera marcó su carrera.

JG: Sí, obvio, es el responsable de que yo esté en este lugar.

Jorge Giuliano presenta su disco La suerte mía  el sábado 5 de mayo, a las 21:30 h, en Sirhan, Musica y Comedia (Gorriti 5568, Palermo, CABA).