De quien fuera desaparecido y hoy es santo popular

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De quien fuera desaparecido y hoy es santo popular

09 Noviembre 2016

Por Juan Manuel Ciucci

APU: ¿Cómo surge la película?

Modesto López: Hace tres años estuve presentando en el país el documental Todavía cantamos, y cuando llegué a La Rioja me contaron varias historias. Entre ellas, me hablaron de un alma milagrosa, de un santito caído en Pozo Hondo, Santiago del Estero. Me quedé con esa idea, de tantas historias que me cuentan al andar, llegué a México, y siempre me aparecía. Pasaron 9 meses, y como siempre me aparecía el santito, empecé a buscar más datos. Me dijeron de Cacho Ledesma, que conoció a Tomás Francisco Toconás, y me podía informar. Le pedí que me pasara todo lo que sabía, y él muy amablemente me mando esa información. A partir de ahí, junto a Guillermo Tello que me acompañó en esta aventura con la cámara y parte de la producción, nos embarcamos en este proyecto. Hicimos cuatro viajes, yo radico en México hace 35 años, buscando fundamentalmente información, indagando en los rastros.

De él no hay fotografías, hay poca información de su vida. Era un hachero, cortador de leña de monte en Tucumán, de caña de azúcar, hacía changas donde podía. Había que reconstruir quién era, cómo era. Encontramos a sus seis hijos, y fuimos buscando a gente que se atreviera a hablar. Digo que se atreviera a hablar porque fue muy difícil, la gente tenía mucho miedo, y al día de doy tiene mucho miedo todavía. Había casos donde con la cámara ya lista para entrevistar, salía la mujer desesperada diciéndole al marido “¿qué estás haciendo? van a volver los militares, y quién nos va a asegurar la vida”. U otros que decían hablo pero sin cámaras. Primero fue desde su familia, para saber cómo era, que la gente tenga una idea de cómo era este ser humano. Y después rodear esta historia con los acontecimientos sociales y políticos que acontecían durante el Operativo Independencia. Para eso nos apoyamos en historiadores, y ene l trabajo que realiza el Equipo Argentino de Antropología Forense, para identificar los restos.

APU: ¿Cómo aparecen las historias de allí, como la de El Familiar?

ML: Me interesó apoyarme en las leyendas del lugar, en El Familiar, para indagar sobre lo que significa para Tucumán y otras zonas del norte argentino, donde parece sorpresivo pero al día de hoy la gente cree en esta leyenda. Me contaba Pablo Gallo, el antropólogo forense, que estaban sacándole sangre a una señora de cierta eda que les preguntó para qué lo hacían, y les contestó “ustedes están perdiendo el tiempo, yo ya sé dónde está mi hijo, se lo llevó El Familiar”. Me pasó que entrevistando a una persona a quien le mataron familiares, qué le parecía lo de El Familiar y me dijo “yo no sé mucho, pero mi marido sí”. Y ahí el señor me empezó a contar como si lo estuviera viendo, cómo ha operado El Familiar, cuántos amigos de él se ha llevado.. Es algo que viene de principios del Siglo pasado, y lo incluyo como un documento de lo que tiene que ver con esa “matriz de miedo” como la llama Sibila Camps, que todavía existe en Tucumán.

APU: Es interesante en este caso, cómo se guardó la memoria de Toconás a partir de esta creencia popular…

ML: Este accionar asesino de Vilas y Bussi, luego de torturarlo, de quemar el rancho donde vivía su familia, a su mujer la violan permanentemente y la obligan a lavar la ropa de los militares, y sus hijos crecen en las calles. Cuando lo tiran desde un helicóptero en Pozo Hondo, un pueblo vecino, el accionar de estos asesinos era sembrar el miedo en la población. Por eso los tiraban en distintos lugares, los arrojaban no sabemos si vivos o muertos. Cuando cae en Pozo Hondo, es recogido por los pobladores, que lo entierran, y como es el caído del cielo, empiezan a pedirle favores. Trabajadores, gente humilde, que pide por su salud. Y para algunos empieza a cumplir estos favores. Esto ocurrió en 1975, y en 2008 Canal 7 de Santiago del Estero inicia una investigación, a raíz de que una señora le cuenta a Víctor Gauna, quien junto a Emiliano Rapetti encabezan ese trabajo, van y hacen una nota. Esto llama la atención de DDHH en Santiago y Tucumán, con el fuerte papel de Cacho Ledesma, para descubrir a quién le pertenecían estos restos. Durante todos estos años fue el pueblo el que lo recordaba, y cuando se descubre su identidad se lo entierra junto a su mujer en Acheral. Pero la gente sigue creyendo, hay una escultura y una placa, donde siguen pidiendo los favores de la almita milagrosa.

APU: Una parte importante de este trabajo, es que sucedió durante el Operativo Independencia, previo al golpe de estado…

ML: Creo que fue la prueba piloto, apoyados completamente por López Rega con la venia de Isabel Perón. Hacen la prueba piloto de los crímenes que cometería después del golpe de estado en todo el país. Y la capitalizaron para extender una represión sobre quienes tenían una lucha social. Aprovecharon la coyuntura de la Compañía de Monte, que además nunca fue una guerra, ellos intentaron inflar eso, incluso he visto películas que realizaron haciendo una apología como si estuvieran en Vietnam. Inflaron eso para ejercer esta represión, y masacrar. Algo que me impactó de esta investigación es que se habla mucho de los 30000 desaparecidos, pero no se habla ni se juzga el daño moral hecho en la población. La cantidad de mujeres violadas, es monstruosa. Niñas y mujeres violadas, que las sacaban de sus casas para llevarlas a los prostíbulos, que además estaban pegados a la iglesia, como señalo en la película. Se llevaban a mujeres de otros lugares, de otros pueblos, tengo el testimonio de una mujer que cuenta cómo a su hija de 14 años se la llevaban y la traían cuando querían. Eso es terrible, son gente anónima, como Toconás, con los que creían que podían hacer lo que quisieran con ellos. Jamás creyeron que Toconás se transformaría en un santo. Ellos, que además se iban a confesar con los curas de sus crímenes. Pienso que para que existiera gente como Bolívar, San Martín, Hidalgo o Morelos, son los que se conocen, pero muchos “toconases” que dieron la vida para transformar esto en un mundo mejor, esos seres anónimos, son realmente los héroes de nuestra historia. Con Toconás lo que hago es reconocerme en toda esa memoria histórica y colectiva. Pasamos por la carretera o el tren, y vemos a toda esa gente trabajando que son parte del paisaje, parece fantasmal. Son esas pequeñas cosas de la vida, esos héroes anónimos, los que nos hacen crecer. Gente sencilla a la cual le debemos mucho.

APU: Existe trabajo con el archivo, también muy importante en el documental

ML: Me di cuenta que los militares se encargaron de desaparecer muchas cosas, y hay muy poco del Operativo Independencia con todas las maldades que hicieron y el tiempo que duró. Y así como hacían las películas, me imagino que habrán filmado, me pregunto dónde estará ese material. Encontré algo de fotografías, pero muy poco, casi nada de material fílmico. Encontré en La Gaceta de Tucumán, en Canal 10 y en el Canal Universitario, de Córdoba.

APU: En el final se conecta su historia con su militancia, al ser enterrado con la bandera del ERP…

ML: Los que sobrevivieron a esa historia, vivieron una situación muy fuerte, que les ha generado una hermandad muy especial. Por eso aunque estén muertos están vivos, están vivos en la memoria, en su caminar, en todo. Y así tendría que ser para todos nosotros, esa gente tendría que estar viva en nosotros y hacernos un poco mejores cada día.

APU: Hay algo interesante en esa figura del santo, a quien uno le pide, unido a esas vidas militantes…

ML: Sí, porque el pueblo sospechaba que era un militante, y comenzó la investigación. Pero también por un caso fortuito, porque si no todavía estaría ahí, si esa señora en el mercado no le comenta a Víctor Gauna que en el pueblo de Pozo Hondo hay un santito que hace milagros, todavía al día de hoy estaría enterrado ahí, sin saber quién es. Las circunstancias fueron llevando a eso. Yo digo que esta película y este documental están llenos de milagros. Si no yo no la podría haber hecho, es un milagro que la haya realizado. Hay muchas cosas que ocurrieron, datos que fuimos buscando y aparecieron, que me gusta decir que fueron un milagro de Toconás, del santito (risas).