Antoaneta Madjarova: “El títere es un ser libre, más allá de los hilos que lo atan”

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Antoaneta Madjarova: “El títere es un ser libre, más allá de los hilos que lo atan”

09 Agosto 2020

Por Inés Busquets* La nota contiene lenguaje inclusivo por decisión de la entrevistada.

Música Maestro! es una obra que combina teatro negro y teatro de títeres.

Un recorrido por la historia de la música. Un diálogo maravilloso entre los sonidos, el silencio y las palabras. Es una historia contada por seres animados que desbordan de energía propia. Algo así como el arte a disposición del arte. Una conjugación luminosa que empieza con el origen pasando por todos los continentes y países, desde la India hasta Argentina, con un Charly García cantando y bailando entre The Beatles, tango, jazz y música electrónica.
Una línea temporal desde la prehistoria a través de músicos y géneros reforzando la idea con la que inicia el narrador en off: la vida sin música sería muy aburrida.
Con una puesta en escena colmada de efectos y luces donde títeres, actores y objetos conviven plenamente aportándole magia y sentido a la fuerza conmovedora del arte.
Una obra para todo público, con guiños para todas las edades. Un verdadero homenaje a la música mundial.
En el escenario el grupo Kukla coordinado por Antoaneta Madjarova, despliega su expresión al máximo, lo cual genera una dinámica fragmentada de atención permanente.
La idea, puesta en escena y dirección de Música Maestro! es de Antoaneta Madjarova, nació en Bulgaria, es titiritera y en diálogo con AGENCIA PACO URONDO cuenta sobre su arte, su vida en Sofía, el grupo Kukla y su obra que puede disfrutarse por streaming los sábados de agosto.

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo surge en tu vida el amor y el vínculo con los títeres?

Antoaneta Madjarova: Los muñecos ocuparon un lugar fundamental dentro de mis juegos. En aquella época no había tantos juguetes sofisticados como ahora, por lo tanto tenía que fabricar sola los pequeños muebles para mis muñecas, cocerle la ropa y preparar los ambientes donde se desarrollaban las historias, usando los objetos que encontraba en la casa de mi abuela. Tenía mi propio escenario sobre una repisa de madera saliente de un armario y adentro construí mi espacio de taller, camarín, depósito de escenografía: mi primer teatrino. Además me encantaba inventar las historias, que tenían muchísimos personajes. Eran una especie de series televisivas, con varios capítulos. Conocí muchos materiales y jugaba experimentando su poder de transformación. Creía profundamente que la materia tiene vida propia, por eso escribía los diálogos de todos los muñecos y objetos que participaban en mis juegos. Además estudiaba piano, francés y ruso, cantaba en un coro de niñes y asistí a un taller de biología. Veía con frecuencia obras de teatro y conciertos, mucho cine y visitaba las galerías de arte. En mi adolescencia elegí la carrera de música y me recibí con un título de profesora de piano. Era muy joven y ya tenía más de 30 alumnes que estudiaban conmigo. Ese contacto directo con les niñes me ayudó a conocer de cerca su universo. Volví a jugar con ellos, mientras les enseñaba música. 

Después continué mi formación en la Facultad de Teatro de Títeres de la Universidad Nacional de Teatro y Cine de Sofía, Bulgaria. Trabajé en varios espectáculos en los teatros estatales de mi país, recorriendo todos los pueblos cercanos de la costa del Mar Negro y también realicé mis primeras experiencias en giras y festivales internacionales.

APU: ¿Tuviste alguna influencia en particular? 

A.M.: Sin duda la mayor influencia es la presencia de la música en mi vida, desde la más temprana edad. En mi familia hay muchos músicos profesionales y otros aficionados, por lo tanto la música siempre estuvo presente. Me crié rodeada de los sonidos del folclore de mi región natal, los cantos búlgaros tradicionales a capella, me encantaba presenciar los ensayos de la orquesta de mi padre, también a los conciertos, veía todos los estrenos de la opereta de la ciudad donde cantaba mi tío, tomaba clases de violín y guitarra con mi abuelo etc. etc. También estudiaba piano, hice mis primeros estudios de música en Sofía (Bulgaria) y me recibí de profesora de piano y solfeo.

APU: ¿Cómo nació Kukla?

A.M.: Kukla es una palabra búlgara, que significa muñeco/a y es el nombre artístico del grupo desde el año de su fundación, 1988. En paralelo con nuestro trabajo en el Teatro Municipal de Títeres de la ciudad de Burgas, 4 compañeros titiriteros decidimos formar un grupo, una suerte de laboratorio de ideas, un espacio de experimentación de técnicas de manipulación novedosas, de construcción de formatos más livianos y transportables ideales para compartir obras en jardines de infantes, hospitales, centros culturales, sindicatos. La primera obra que surgió en ese grupo experimental y por fuera del repertorio del Teatro de Burgas es Cuentos de la fantasía. Espectáculo con el que también venimos a la Argentina a participar de un Festival Internacional. Con el tiempo, nos especializamos en Teatro Negro, una técnica de iluminación muy atractiva, donde los actores - titiriteros permanecen ocultos y el espectador solo ve los personajes y los objetos fluorescentes, desplazándose solos en el espacio. Cuentos de la Fantasía, Calidoscopio y Circo Fokus Bokus, El invento terrible, Pulgarcita y Música maestro! fueron las obras que nos permitieron dejar un sello en la Argentina y en el mundo, a través de nuestras giras internacionales a México, Colombia, Chile, Brasil, Uruguay, Bolivia, El Salvador y en el Oriente: Singapur, Malasia, China y Vietnam. Kukla estuvo 27 temporadas ininterrumpidas en cartel en distintas salas de Buenos Aires y en casi todas las provincias argentinas. 

APU: El mundo de los títeres comprende un conjunto de elementos del arte, teatro, música, plástica: ¿cómo lográs esa combinación?

A.M.: Todas las obras de teatro son una combinación de varias disciplinas artísticas. Para mí la idea de la obra puede surgir a partir de un texto preexistente, un tema musical, un sentimiento, o una imagen que registré o que aparece en mi cabeza. Estructuro un guión y lo primero que hacemos con mi equipo de escenógrafos es crear los bocetos de los títeres, la escenografía, elementos, vestuarios etc. Me gusta hacer una mezcla de títeres, actores, máscaras y otros elementos (objetos) que toman vida. Para mí todo lo que está arriba del escenario tiene vida propia. La música es componente fundamental. Casi nunca uso la música como una cortina sonora, sino trato de que tenga protagonismo a nivel dramático, o que sea la propia dramaturgia en caso de las obras sin texto. La parte coreográfica es también muy importante, porque comprende todos los movimientos de los personajes y estructura de la escena. Es importante que todo fluya naturalmente y que convivan todos esos elementos: la plástica, la música, las acciones, las palabras, la coreografía y la iluminación en una puesta armónica. 

APU: Dar vida es el objetivo de este arte: ¿Cómo vivís el proceso creativo?

A.M.: Lo que comúnmente conocemos como los títeres abarca un universo de diferentes lenguajes, formas, sentidos. Títeres, marionetas, teatro de objetos, teatro negro, teatro de sombras se conjugan para crear una entidad poética donde los objetos toman vida en manos de los titiriteros para contar una historia, para hacer reír, llorar para denunciar o burlarse de uno mismo. De repente, los objetos experimentan sentimientos, emociones y pensamientos que expresan con total libertad. El títere es un ser libre, más allá de los hilos que lo atan, por eso soy muy respetuosa y cuando parto de una idea mía, siempre tengo en cuenta los títeres que van a ser los protagonistas de la historia. Trato de no condicionarlos que digan textos, o que hagan movimientos que les son ajenos. Por eso antes de comenzar el trabajo con el texto de la obra hacemos con el equipo actoral un enorme trabajo previo de experimentación de las posibilidades de los títeres. De ese modo sabemos qué pueden hacer y de qué manera, y esto facilita muchísimo el momento de animarlos dentro de la obra. Trabajamos mucho las características vocales. Ese es un trabajo muy diferente del entrenamiento de un actor, porque la voz del personaje-títere tiene que surgir de la imagen plástica del mismo, sino no es creíble para el espectador. Muchas veces me ha pasado que el texto original se modifique varias veces durante los ensayos, hasta percibir que los títeres se sienten cómodos con esos textos, surgen de sus pensamientos y coinciden con las acciones de los personajes. El proceso creativo es complejo, de muchas idas y vueltas, acumulando, desarrollando y descartando ideas. Es necesario tener un equipo bien entrenado y con gran sentido de compañerismo, ya que el trabajo del titiritero es netamente colectivo. 

APU: En general, cuando se habla de un muñeco se circunscribe al mundo infantil. Sin embargo Música Maestro!, como otras obras del estilo, también convocan a los adultos. A la hora de pensar la obra: ¿Cuál es el público que predomina?

A.M.: Cuando la obra estaba en cartel en el CC de la Cooperación, siempre la hicimos en un horario de la tarde, que se supone que es para que vayan les niñes con sus padres o abuelos. En gira no pasa lo mismo, las funciones se hacen a las 20:00h y la propuesta está abierta a todo público. En general en caso de las obras para la infancia, el público siempre es mixto y a veces en la sala conviven hasta 3 generaciones (hijes, padres y abueles). En Argentina hay también bastante producción de obra con títeres para público adulto. Nosotros en el CC de la Cooperación mantuvimos durante más de 10 temporadas un Ciclo de títeres para adultos. Creo que Música Maestro! es una obra que reúne la familia y la pueden disfrutar niñes y grandes por igual. Es atractiva visualmente, dinámica y básicamente musical y coreográfica. La música es el arte que va directo al corazón y a las emociones, así que creo que son absolutamente disfrutables esos 60 minutos. 

APU: Música Maestro! es un bello recorrido por la música. Me gustaría que nos des una breve reseña de invitación para quienes nos están leyendo...

A.M.: El Teatro Negro tiene mucha magia, la belleza de las imágenes y el vuelo infinito de la fantasía, que se reflejan en la puesta en escena con luz negra. El teatro de imagen permite no solamente un lenguaje universal, desde el punto de vista visual, sino la posibilidad de traducir el texto en varios idiomas, o incluso se puede trabajar sin texto, solo con música, o con textos grabados, sin la necesidad que los actores hablen. 

Música Maestro! es una propuesta que acerca el público infantil a la enorme cantidad y variedad de estilos musicales en el mundo. Brinda conocimientos, pero al mismo tiempo hace disfrutar a la platea contagiándola de alegría, excitación, risas y suspenso. Les niñes van escuchando la música, desde la prehistoria hasta los estilos musicales más sofisticados de la actualidad. 

Los fragmentos musicales utilizados se eligieron con un criterio que apunta a obras, compositores e intérpretes muy reconocidos que marcaron hitos en la historia de este arte. Es destacable la variedad musical que abarca la obra, desde música de la prehistoria, pasando por el Oriente, la India, la música árabe, folklore de varios países, la música clásica presentada casi en orden cronológico, el jazz, los estilos modernos que derivan del rock and roll, hasta la música electrónica del siglo pasado, y la del siglo 21. Las escenas son breves y se utilizan escenografía y elementos muy ágiles que permiten rápidamente realizar los pasajes de una época a la otra, cambiando la ambientación escénica de cada país representado.

La idea de la obra es a través del conocimiento de los diversos estilos musicales, despertar en los niños estímulos creativos para que ellos mismos puedan ser protagonistas y vivenciar esta extraordinaria experiencia que produce el hecho de hacer música.

APU: ¿Cómo vivís este desafío entre el arte y la pandemia?

A.M.: La pandemia nos encontró desprevenidos y además nadie se imaginaba semejante congelamiento de la actividad y por tanto tiempo. Se está imponiendo el mundo virtual por sobre el presencial y tenemos que aprender rápidamente nuevas herramientas que existían antes, pero no teníamos ningún apuro por utilizarlos. Para mí está claro que cuando se retome la actividad van a convivir los dos mundos: el presencial y el virtual, así que me estoy mentalizando y aprendiendo a usar las tecnologías. En Centro Cultural de la Cooperación, donde básicamente desarrollo mi actividad tanto artística como de gestión, está cerrado desde el 20/3 y no sabemos cuándo abrirá y cuáles van a ser los protocolos. Mientras tanto sigo dando clases virtuales en la UNSAM en la Licenciatura de artes escénicas, focalizada en Teatro de títeres, hago reuniones de trabajo y ahora estoy experimentado una nueva experiencia de transmitir una de mis obras, Música Maestro!, por streaming. 

Funciones x streaming: sábados de 1, 8, 15, 22 y 29 de agosto a las 18 hs
(importante la obra queda online cada sábado x 24 hs)
Horario: a las 18 hs
Entrada familiar: $300
Tickets en: www.modalidadvirtual.com.ar/musicamaestro
Informes: admin@streamlive.com.ar
Recomendada a partir de 3 años.