“Maximiliano estaba de espaldas cuando recibe el impacto y no apuntándolo como dice el policía”

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“Maximiliano estaba de espaldas cuando recibe el impacto y no apuntándolo como dice el policía”

23 Noviembre 2017

Por Juan Manuel Ciucci

El mediodía del pasado viernes 17 de noviembre se realizó en el barrio de Villa Soldati la reconstrucción del asesinato de Maximiliano Ayala, joven que muriera tras recibir un disparo por parte del oficial de la Policía Federal Rojas Malgor, quien se encontraba fuera de servicio. Aquella tarde, el oficial afirma que mientras se encontraba estacionado esperando que el semáforo de las calles Lacarra y Fernández de la Cruz pasara a verde, fue abordado por una motocicleta que intentó asaltarlo. 

Lo que pasó después aun es materia de discusión, ya que sólo se cuenta con la versión de Malgor, y no se han podido encontrar testigos del hecho. Maximiliano recibió un disparo en su cabeza, y murió días después luego de agonizar en el Hospital; hasta donde llegó socorrido por un vecino que por allí pasaba y que luego fuera injustamente detenido, cuando la Policía lo investigó en el marco del supuesto intento de robo. 

Ese mediodía del viernes lo que se intentaba reconstruir era tanto la posición del automóvil y la moto que participaron del hecho, como la distancia existente entre el oficial y Maximiliano. Era fundamental para saber si se ajustaba a lo dicho por Malgor, quien asegura que era apuntando con un arma al momento de efectuar el disparo que resultaría fatal. 

“Maximiliano estaba de espaldas y no apuntándolo con un arma como dice el Policía”, indicó el abogado de la familia y miembro de la Asociación Contra la Violencia Institucional, Matías Busso. “Es por esto que podemos hablar de exceso en legítima defensa, que es condena que intentaremos se le imponga en el juicio”, agregó.

La reconstrucción fue realizada por Gendarmería Nacional, que realizó tres mediciones posibles de acuerdo a la declaración de Malgor que consta en la causa. Así se posicionó a la motocicleta a la misma altura y un tanto por delante del automóvil. El perito forense indicó el orificio por el cual ingresó el proyectil, y se realizaron las mediciones correspondientes. Ante la mirada de la madre de Maxi y sus familiares que se encontraban allí presentes, este primer paso hacia la búsqueda de justicia demuestra la falsedad de la declaración del asesino. Será cuestión de esperar el accionar del Poder Judicial, el más elitista y antidemocrático de los poderes del Estado, para conocer cómo avanza esta complicada causa.