Segundo Centenario: "Tenemos que discutir los márgenes de ganancias de toda la cadena"

  • Imagen

Segundo Centenario: "Tenemos que discutir los márgenes de ganancias de toda la cadena"

26 Marzo 2013

AGENCIA PACO URONDO: ¿Por qué creés que esta movilización fue más grande que la del 9 de diciembre?

Hernán Lechter: No sé si medirla por cantidad. El 24 de marzo del 76 se inicia un modelo, desde cualquier punto de vista: ya sea, social, económico, político, de exclusión que tiene continuidad hasta el 25 de mayo del 2003. El 25 de mayo del 2003, se inicia una etapa totalmente diversa.

Martínez de Hoz, fallecido ahora sin condena por sus delitos económicos y por el hambre que nos dio a todo nuestro pueblo, implementó ni bien llegado al Ministerio de Economía el congelamiento de salarios y la liberación de los precios durante 90 días. Ahí discutimos la inversa, cómo fijamos los precios y cómo discutimos salarios en paritarias. Es un modelo totalmente contrario y cualquier cosa que busquemos, vamos a ver a la inversa. Me parece que lo del 24 de marzo refleja justamente eso, es como el paradigma de un modelo en relación al otro. Por eso me parece que en la militancia kirchnerista lo sentimos muy profundamente.

APU: ¿Qué lectura hacés con respecto a la inflación?

HL: Hay dos grandes versiones, una que dice que es el resultado de una economía oligopólica, grandes empresas que manejan más del 75% del mercado en su actividad en particular y hay otra versión que hace hincapié en la puja distributiva. Considero que la cuestión oligopólica es muy importante dentro del marco de la puja distributiva. Hay un mecanismo de los empresarios, desarrollado a lo largo de los años, de tratar de recuperar sus tasas de ganancia aumentando precios.

Una de las cuestiones centrales que no se discute en Argentina es la cuestión de la productividad. El empresariado argentino ha incrementado muchísimo su productividad. Lo que ha pasado en la mayoría de los años es que han aumentado los salarios pero las ganancias de los empresarios también han aumentado. A partir de los aumentos de salarios, el empresario dice: “Tengo más margen para aumentar el precio de los productos” y aumenta.

No creo que haya una espiral inflacionaria en la Argentina, lo que creo es que hay muchos “vivos” que creen que tienen margen para ganar un mango más y cuando uno analiza las tasas de ganancia ve que en muchos casos –y esto sí se observa en los grandes oligopolios- éstas han aumentado. Me parece que la política que lleva adelante el Gobierno es correcta, creo que hay que pensarla en un plazo más largo pero sí, es correcta. Se desmerece habitualmente las políticas y las herramientas que ha tratado de desarrollar el Gobierno de 2003 en adelante y que tienen una profundidad mayor.

Por ejemplo: Que nosotros tengamos directores en las empresas es muy significativo, permite discutir qué se hace con el excedente y cuáles son los márgenes de excedente que debe tener una empresa en particular. Son herramientas para luchar contra la inflación que no son las clásicas que propone la derecha, enfriar la economía, recortar el gasto, etc.

APU: ¿Te parece que la estrategia del Gobierno es correcta en cuanto a cómo se está manejando frente a la inflación? ¿Habría que pegarle una vuelta más de tuerca, te imaginás alguna otra estrategia al respecto?

HL: Primero, me parece que es correcta, efectivamente, y que el control de precios es una política que debe implementarse. El Gobierno la está planteando no exclusivamente en el corto plazo y esto está por verse, uno puede decir que las experiencias anteriores no fueron exitosas pero eso tampoco garantiza que en este caso no lo vayan a ser, depende de cómo se implemente. Es algo que me parece correcto para iniciar el debate e, insisto, lo que me parece una gran dificultad que tenemos -a partir del análisis que hacía recién: puja distributiva y oligopolios metidos en dicha puja- y deberíamos hacer es que no sea sólo en el eslabón final de la cadena –vamos a los supermercados y les decimos: “Muchachos: no se pueden aumentar los precios”, que es válido- sino también en el medio de la cadena porque ¿qué hace un oligopolio que no es el que vende al final sino el que vende el insumo principal en una cadena productiva? Tiene la posibilidad de que el aumento de costos no recaiga sobre su insumo sino sobre algún otro eslabón de la cadena mucho más débil.

Esto tenemos que verlo. No podemos discutir sólo el margen de ganancia del último o de alguno de esos eslabones sino que tenemos que discutir los márgenes de ganancia del conjunto de la cadena productiva. Una cosa que se hizo, que también es lucha contra la inflación y fue muy correcta: en el Programa PROCREAR, el margen de ganancia de cada uno de los eslabones de la cadena está previsto y predeterminado, con lo cual no hay margen para que haya una inflación de la que no sabemos quién es el culpable como pasa ahora, sino que ahí hay una decisión política de intervenir en la economía. Todas las decisiones del Estado en ese sentido son correctas y tienden a generar mayores herramientas para el control de la inflación y para cualquier política económica que uno quiera llevar adelante.

APU: ¿Te parece que el Gobierno avanzará sobre la UIA?

HL: No, ahí hay un problema político más grave que es quienes conducen la UIA o los sectores que hay dentro de la UIA. De Mendiguren es un dirigente que comulga con el pensamiento de este gobierno, al menos en el trazo grueso y que defiende la industria productiva. Paradójicamente, no todos los actores que están sentados en la UIA les interesa eso. Hay un sector muy fuerte que lo único que le importa es la devaluación porque su producción no está íntimamente ligada al mercado interno, sino a la exportación, cualquier devaluación los beneficia.

Hay otro sector que sigue estando en la Unión Industrial que a partir de la dictadura en adelante han diversificado su actividad y muchas de ellas, vinculadas a lo financiera. En realidad, muchas veces no defienden la cuestión industrial, sino otros negocios, aunque hablan desde la Unión Industrial. Es un problema político más serio, más delicado. En el tema particular de la inflación, no le pongo fichas a la relación con la UIA, me parece que sea buena o mala, no va a cambiar demasiado.

Uno se pregunta por qué la Unión Industrial no puede cerrar fila en relación a un gobierno que claramente ha defendido la producción industrial y la producción de bienes. Esta es una pregunta que habría que hacerse. Agregaría un elemento que me parece también importante y es que nosotros, el kirchnerismo en general, deberíamos intentar garantizar que las producciones puedan llegar a la casa de cualquier vecino, al precio más razonable en relación a lo que gana y a lo que le cuesta producir a un productor.

No puede ser que tengamos la diferencia que tenemos en relación a un kilo de manzanas en el Mercado Central y en la verdulería de la vuelta de mi casa. Esa diferencia, efectivamente nos afecta y está totalmente disociada del proceso inflacionario razonable en relación a la puja distributiva. Hoy está en danza la propuesta de los mercados populares y desde la militancia hemos propuesto el control de precios. Conozco la experiencia de mercados populares y controles de precios que implementó el Intendente Ferraresi en Avellaneda, muy exitosa. Tenemos muchas expectativas en que en ese camino vayamos acumulando una serie de herramientas para el control de la inflación.