Aritz Recalde: “La dirigencia política y el empresariado han fracasado en la construcción de un proyecto nacional”

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ENTREVISTAS APU

Aritz Recalde: “La dirigencia política y el empresariado han fracasado en la construcción de un proyecto nacional”

26 Junio 2025

El sociólogo Aritz Recalde habló con AGENCIA PACO URONDO sobre la vigencia de la obra intelectual de Juan José Hernández Arregui. Además, se refirió al panorama de las discusiones globales. En este marco analizó también el peronismo y a la dirigencia nacional.

AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué vigencia tiene la producción intelectual de Juan José Hernández Arregui?

ARITZ RECALDE: Tienen mucha vigencia varios de sus temas abordados. El primero es el tema de las naciones y del nacionalismo sudamericano como forma de organizar el poder internacional. Hoy sigue siendo sumamente vigente el debate nacional pese a la profundización de la globalización y del peso relativo de las corporaciones. Nadie hoy duda que existe una diputa internacional de poder y que se sigue organizando en torno de naciones como EUA, China, Rusia, Israel, Brasil, Inglaterra, Turquía o Irán. Incluso, hay un nuevo florecimiento del nacionalismo económico y cultural que se disputa en el terreno de los aranceles y la tecnología (Trump es el gran ejemplo), de los medios y también en el plano militar en Oriente Medio y Europa del Este.

Arregui consideraba que la tarea nacional en Sudamérica era una obra inconclusa. Sostenía que nuestras comunidades tenían que ejercer el derecho moderno de las naciones, que se caracterizaban por la defensa de una identidad compartida (conciencia nacional), por la industrialización (base de la soberanía política en los Siglos XIX y XX) y por la construcción de una unidad de destino y de acción.

La obra de Arregui es antimperialista, ya que el autor consideró que las grandes potencias occidentales impedían el legítimo derecho a la organización nacional de nuestros países. Eso no ha cambiado en un mundo en disputa comercial, en guerra y en batalla ideológica en instituciones educativas, medios y redes.

El segundo tema fundamental del autor es la idea que existe una nación sudamericana. Para justificarlo, sus libros estudian el arte, la cultura y la historia. Arregui destaca la unidad lingüística, religiosa, de costumbres y valores hispanoamericanos. Además, sostiene que tenemos los mismos problemas y que nuestro destino será regional o no será nada. Eso sigue teniendo vigencia.

El tercer punto que el autor reitera en sus obras, es el planteo de que nuestra matriz cultural existencial y emancipadora es eminentemente hispánica. En este punto Arregui es sumamente críticos con la matriz liberal de figuras como Sarmiento o Mitre que impugnaban nuestra tradición española para remplazarla por la anglosajona. No podría existir un nacionalismo negando nuestra propia tradición. La cultura hispánica era la base de la unidad regional ya que nos había dotado de lengua, tradición, religión y valores compartidos.

El cuarto punto de la obra de Arregui es una lectura nacionalista y antimperialista de las instituciones. Es crítico de la universidad y de los medios de comunicación por considerarlos instrumentos de clase y además y cuestión central, por creer que eran recursos del poder extranjero para imponer el neocolonialismo. Arregui estudia las palancas de administración de la economía, el comercio, etc. y demuestra su sujeción a poderes extranjeros. Su crítica es sumamente vigente.

El quinto punto a remarcar, es que Arregui era un hombre de izquierda y consideraba que la clase obrera era un actor central del cambio político y de la construcción de la nacionalidad. De allí su acercamiento al peronismo que caracterizó como canal de representación obrera. Llevará esa misma caracterización a la historia del siglo XIX y hará una reivindicación de varios caudillos federales.

Arregui creyó que, superada la etapa nacional, la lucha de clases conduciría indefectiblemente al socialismo y eso no ocurrió.

APU: ¿La crítica que hace en la formación de la conciencia nacional al marxismo cipayo sigue vigente?

AR: Arregui hace un estudio teórico del marxismo y cuestiona lo que consideraba era parte de un neocolonialismo de nuestras elites. El neocolonialismo impedía ver la particularidad nacional y subdesarrollada de nuestros países y clases sociales.

Va a proponer una relectura del marxismo. En lo político, recuperando a clásicos como Lenin. En lo cultural, leyendo a figuras poco trabajadas en su época como Gramsci. También va a proponer reinterpretaciones terceristas en base a Fanón y Mariátegui.

Además, analiza los encuadramientos históricos de los partidos socialista y comunista. En su óptica, el neocolonialismo había conducido a estos marxistas a repetir acríticamente la historia liberal de la oligarquía y a justificar la extranjerización del país y su consecuente subdesarrollo. Además, los ponía en lugares antipopulares al justificar el asesinato de los caudillos. En el siglo XX, los partidos socialista y comunista fueron sumamente críticos de la UCR y del peronismo y Arregui consideró que eso los alejó de la clase obrera, del mundo popular y de la posibilidad de cumplir una tarea nacional de desarrollo.

La crítica de Arregui, en general, está vigente en Argentina y la región. En nuestro país la izquierda marxista sigue siendo testimonial y en buena medida es resultado de sus conceptos teóricos y doctrinarios. Incluso, el marxismo local desentona con la región y en las últimas décadas llegaron al poder dirigentes y/o partidos de histórica militancia de izquierda sindical o universitaria. Acá no ocurre más allá de que tengan un par de legisladores testimoniales en el parlamento. Eso debería ser un llamado de atención para la izquierda local que vive cargando las culpas al pueblo y que pide achicar la cabeza para que entre en el sombrero y no viceversa...

Obviamente, que hay que entender que Arregui escribía para interpelar políticamente en un contexto radicalizado y sus caracterizaciones son terminantes y no siempre del todo justas. En todos los casos, uno seguramente puede recuperar muchas cosas de los autores que Arregui demuele, posiblemente, instantemente en algunos temas, sin por eso impugnar la lógica de fondo de sus argumentos.

APU: En Imperialismo y Cultura habla de una hegemonía liberal sobre la cultura popular en la literatura. ¿Eso ha cambiado según su mirada?

AR: Arregui consideraba que la literatura tenía que transmitir el ser nacional. En ese marco, era duro con la literatura abstracta de Borges y reivindicaba la de Arlt y de Gálvez. Acá entramos en un tema de gustos y de debate político sumamente complejo.

Además, Arregui estudió los ámbitos de premiación y legitimación de la literatura. En particular, fue duro con SUR y con la prensa liberal. Consideraba que esos organismos interpelaban a los autores para profundizar su individualismo político, su extranjerismo de estilo y su anti obrerismo social.

¿El peronismo en crisis?

APU: ¿Cómo ve al campo nacional y popular actualmente? ¿Cuál es la perspectiva a seguir?

AR: La sociedad argentina está atravesando una crisis dramática. Pobreza estructural, un accionar del narcotráfico brutal, descarte infantil, informalidad laboral y altos niveles de marginalidad que fragmentan la comunidad. Se arrastra una grave crisis de los sistemas educativos, sanitarios, infraestructura y seguridad.

La sociedad está descreída de la política y no va a votar o lo hace contra todo lo conocido como ocurrió en el año 2023 con Milei.

Este contexto no es propicio para el campo popular y tiende a debilitarlo, a alejar a la sociedad de su dirigencia y a aislar a las personas que se distancian de lo colectivo y del espacio público.

Es bueno reconocer que estamos como estamos por el fracaso de la dirigencia. Jauretche había sostenido que el país no tenía elites y que eso nos conduciría al fracaso como nación. Decía que la clase media y la empresarial fracasaban en el ejercicio de poder. También sostenía que la clase obrera no era capaz de ofrecer un proyecto de país. Ese vacío lo habían ocupado los militares con Roca y Perón y es por eso que Jauretche escribe Ejercito y Política, para interpelar a ese actor e impedir que abandone la línea nacional.

Desde la muerte de Perón y del drama de la Argentina de 1976, el país no tiene un esquema de formación y de reclutamiento de elites. En cuatro décadas los partidos políticos fracasaron rotundamente y los problemas sociales y económicos del año 2023 se parecen a los de 1983. El empresariado también fracaso y puedo citar el gobierno de CEOS de Macri para aseverarlo.

APU: ¿Cómo análiza nuestra clase politica? 

AR: Tenemos una clase política y no una dirigencia con falta de sentido de bien común. A buena parte de ella, le interesa más la plata que el poder nacional.

El país requiere un acuerdo nacional de partidos y de sectores. No sobra nadie si viene a trabajar honestamente al servicio del otro. La partidocracia argentina tocó fondo y es necesario fortalecer nuevos sistemas de participación y de reclutamiento de cuadros para la gestión. En esta tarea, hay que tratar de unir lo más organizado que tiene el país y que lo sacó del desastre desde 2002 que es el Movimiento Obrero, el empresariado, la Iglesia Católica y los dirigentes patrióticos que crean que primero está la patria y no los beneficios personales y de agrupación.