"Scioli y Moyano deberían saber que el Gobierno lleva el conflicto hasta el final"
LA PACO URONDO: Leíamos una nota tuya donde analizabas el conflicto con Moyano y lo separabas de otros anteriores del Gobierno, ya que éste involucra base kirchnerista. ¿Leímos bien?
María Esperanza Casullo: Así es, es lo que me llama la atención de ese conflicto.
LA PACO URONDO: Entonces, te preguntamos sobre el reciente conflicto con Scioli. ¿También pone en juego base social del kirchnerismo?
MEC: Esa es una buena pregunta. Uno podría decir que sí ya que en la última elección uno de cada cuatro votos del kirchnerismo viene de la provincia de Buenos Aires. Entonces, cualquier conflicto que la involucre potencialmente también puede ser una victoria pírrica, en algún sentido. En otro sentido, vale decir que Scioli no tiene base propia, más allá de que es un gobernador popular y que tiene muchos votos propios. Es un dirigente que llega a la provincia "desde afuera", no es bonaerense, incluso así lo ven muchos intendentes. Por eso se podrían marcar algunas diferencias con el conflicto que involucra al moyanismo. Pero también puede tener algún costo para el Gobierno Nacional.
LA PACO URONDO: ¿Cuál es tu explicación para que se den estos dos conflictos con actores hasta ayer aliados muy importantes del Gobierno?
MEC: Creo que por un lado, hay una consideración táctica: el gobierno tuvo una victoria muy importante en 2011, se ve muy fortalecido, ve además la situación de la oposición. Entonces ve que tiene margen para dar estos conflictos. Por otro lado el Gobierno se ve forzado a reaccionar. Con Scioli, tiene que ver con marcarle los límites al alto perfil que tuvo en los últimos meses. Y por otro lado hay restricciones económicas. Creo que el Gobierno estableció que no iba a hacer las dos cosas al mismo tiempo: o te financio o vos desarrollás un perfil político más independiente. Pero no las dos cosas al mismo tiempo.
LA PACO URONDO: ¿Cómo juega que CFK no tenga reelección?
MEC: Acá se suman dos cosas. Primero que Cristina no tenga reelección. En todos los países con presidencialismos fuertes, cuando se acabó la posibilidad de reelección se asume que aumentan los conflictos por la sucesión. Es normal en estos esquemas institucionales, pasa también en Estados Unidos por ejemplo. Lo particular de la Argentina es la no existencia de una oposición fuerte lo que traslada los conflictos a la coalición gobernante. Falta mucho, pero nadie cree hoy que una figura de la oposición pueda ganar las próximas elecciones presidenciales. Comparemos con los últimos años de Menem. Si bien el conflicto de Menem y Duhalde fue fuerte, después del 97 no hubo mayores conflictos dentro del peronismo porque todos sabían que el presidente no iba a salir de ahí, sino de la Alianza entre radicales y frepasistas.
LA PACO URONDO: ¿Teniendo en cuenta las restricciones financieras de la provincia, no crees que Scioli se equivocó al adelantar tanto el conflicto con el Gobierno? Pienso en el partido de fútbol con Moyano, días antes de tener que pagar el aguinaldo.
MEC: Acá hay un dato estructural. Es difícil saber cuál es la mejor jugada mejor. Scioli ha demostrado ser un político muy hábil, con mucha cintura. Pero este conflicto va más allá. El hecho que en el siglo XX no haya habido un presidente proveniente de la provincia de Buenos Aires, nos dice que es muy difícil construir desde ahí. Si Scioli no empieza a levantar el perfil no llega a unificar el PJ o la coalición kirchnerista detrás de su figura. Sabiendo además que los gobernadores no son gustosos de seguir la figura de un bonaerense. Si lo levanta... se lo bajan. Un error que señalo en la nota que mencionabas, es no tener en cuenta la tolerancia que tiene el kirchnerismo al conflicto. Si algo ha demostrado el kirchnerismo es que no le escapa a ningún conflicto. Moyano también se equivocó en eso. El kirchnerismo lleva el conflicto hasta el último round. Bien o mal, pero es así.
LA PACO URONDO: Por último, ¿cuán importante es que el sindicalismo esté tan fragmentado? Pensando en consolidar y profundizar un rumbo de transformaciones populares como tuvo el país desde 2003.
MEC: Esa es la preocupación que tengo. Personalmente, creo que no hay ejemplos históricos de procesos que hayan avanzado en la ampliación de derechos sin un sindicalismo fuerte. Hay que ver qué se define como fuerte. Sería una victoria paradójica: ¿se puede vencer a Moyano sin que se debilite al sindicalismo? Hay que ver si este conflicto es coyuntural o es la puerta para pensar la reestructuración general del sindicalismo. Esto demostró que este modelo sindical está agotado, que nació en el 45, que estaba pensado para otra sociedad y que quedó desfasado para esta sociedad. Este es el gran error de Moyano, que es un dirigente que fue muy valioso en determinados momentos históricos. Pareciera que Moyano no se da cuenta de los cambios en el país. El trabajo no es más el principal articulador de las identidades sociales, y no lo va a ser. Está el eje sindical, identidades articuladas territorialmente, alrededor de militancias en cuestiones de género, en cuestiones de identidad sexual. Moyano dice que va a crecer a partir de la clase trabajadora pero esa identidad representa a un 30% de la población, más allá de que la gente trabaje o no. Es posible trabajar y no sentir que tu identidad primaria sea trabajador. Además, la CGT argentina, los gremios más importantes, fueron siempre reticentes a representar desocupados. Los gremios de Brasil tuvieron más lazos con el movimiento de desocupados, los Sin Tierras. Hay que pensar un nuevo modelo, cuál es el más adecuado. De alguna manera el modelo de la CTA también fracasó.