Fachóstegui: "Lo de la Corte es otro paso de la dictadura k"
Como sólo pasa en las dictaduras, el Gobierno de Cristina, gracias a su Corte adicta, obliga a un empresario a desprenderse de sus propiedades. Eso se llama socialismo, autoritarismo, acá o en cualquier lado. Y eso se hace a costa de empresarios que durante décadas han invertido en el país y dieron trabajo a miles de argentinos. Tal vez debieron llevarse la plata afuera, no?
Y este tema tiene una arista aún peor, porque se trata de una imposición que afecta a la libertad de expresión. Porque Para que usted entienda bien esto que pasó ayer. En vez de medios de comunicación, el Gobierno quiere monopolios estatales de información. Quiere que todos nos enteremos sólo las cosas que Cristina quiera que sepamos. Por ejemplo: que Cristina fue a África para bailar con los angoleños. Pero no nos enteraríamos cómo vive Angola, lo que sí pudimos gracias al estimado colega Jorge Lanata.
Incluso si se cumple la ley de medios k, tal como está redactada, se van a producir sinsentidos ridículos, anti estéticos diría. La radio tiene que estar hecha por periodistas serios, como Fernando Bravo, Alfredo Leuco, Magdalena Ruiz Guiñazú, quienes saben manejar la información. Porque no está mal que los que sepan manejen la información, no cualquiera está preparado para hacerlo. Yo, por ejemplo, no podría ocuparme de la gestión de un hospital, y eso está bien.
Vamos a la ley de medio k: un punto dice que hay que darle medios a pueblos originarios. ¿Se imaginan a quechuas, mapuches, diaguitas, comechingones? ¿Qué pueden saber de radio? ¿Sabrán algo de consola de sonidos, de micrófonos y otras especificidades técnicas? ¿En que idioma hablarían: en quechua, en indio? ¿Y si eso ocurriera, no nos estarían discrimando a los que hablamos español? ¿O quizás en este gobierno populista hay discriminaciones que están bien, que son de izquierda?
Veremos cómo sigue este tema y hasta donde se extiende el atropello. Ayer, hoy y siempre, nos pondremos del lado del más débil. Que por supuesto es Clarín.