“Una de cada 6 parejas en edad reproductiva padece algún grado de infertilidad”
Por Santiago Gómez I “Sumate a dar vida” es una asociación civil, que surgió a fines del 2007, cuyo objetivo es la sanción de la Ley de fertilización asistida, a través de la participación como herramienta, que garantice a todos los ciudadanos el acceso a la salud, incorporando los tratamientos de fertilización al Plan Médico Obligatorio. En el día de hoy harán una manifestación en el Congreso, a las 17hs, para solicitar la sanción de la normativa correspondiente.
Desde su inicio, “Sumate a dar vida” comenzó una campaña de recolección de firmas, siguiendo lo establecido en el artículo 39 de la Constitución, para que si los legisladores no impulsan la Ley, la misma deba tratarse, por el pedido popular. Juntaron 380.703 firmas y deben juntar el 1,5% del padrón electoral, que serían 433.000 firmas. Como señalan en su página web “el FPV a través de la diputada Chieno de que la ley se trataría la próxima semana, nos llena de esperanzas a todos. Sin embargo, sabemos que ya nos han prometido falsamente muchas veces.” Acompañando y apoyando la iniciativa, entrevistamos a Guido Howlin, miembro de la asociación.
AGENCIA PACO URONDO: Guido, contanos por qué es necesaria la sanción de la Ley de fertilización asistida y cómo hace hoy una pareja para resolver su problema, sin esta normativa legal.
Guido Howlin: Hoy, en realidad desde hace 27 años, se realizan estudios y tratamientos de fertilidad de manera privada. Increíblemente hoy sigue siendo así. Yo tuve la suerte de poder contar con el dinero para ir a un especialista y hacer los tratamientos; pero miles de parejas que no cuentan con los recursos para ir a una consulta con un especialista; muchos están sin diagnóstico. Y eso es lo más grave. Porque si bien 1 de cada 6 parejas en edad reproductiva padece algún grado de infertilidad; el 80%, con un estudios y diagnóstico pueden abordar su problema con tratamientos de baja complejidad, que van desde un medicamento, una inseminación asistida, o una breve operación de varicocele por ejemplo.
Sólo el 20% necesita acceder a tratamientos de alta complejidad, los más costosos. Para el paciente, no siendo costoso para el sistema de salud.
APU: Hace mucho tiempo que ustedes están militando por la sanción de la ley. ¿Cuáles son las resistencias que pueden identificar que impiden que la norma sea sancionada?
GH: Somos muchos, si. A pesar que lo que sufrimos muchos veces nos puede agotar emocionalmente, y en otros casos el poder tener un hijo hace que tengamos menos tiempo; o que durante los mismo tratamiento te indiquen reposo absoluto; somos muchos en todo el país. Gracias a todos ellos la iniciativa popular de Sumate a Dar Vida lleva más de 380.000 firmas, para obligar al Congreso a tratar la ley. En el camino uno va viendo distintos sectores que impiden que una ley tan igualitaria no salga. En primer lugar uno piensa en las empresas de medicina pregagas y obras sociales. Si bien a estas no les gusta pagar nada, y hasta algunas tienen cláusulas donde dice que si se enteran que un embarazo se logró por tratamiento no te cubren el parto ni la neo (lo que hace que los pacientes mientan), el costo de los tratamientos no es alto para el sistema en sí.
De hecho ahora, que dan por sentado que en algún momento va a salir la ley (y muchas ya son obligadas a cubrir los tratamientos con la ley de provincia de Buenos Aires), su preocupación más grande no es el costo de los tratamientos ($30.000 el más caro), si no algunas consecuencias como embarazos múltiples y la neo de los prematuros (una noche de neo cuesta $50.000). Esto es también un punto importante, porque habla del desconocimiento de la medicina y tratamientos actuales; donde ya no se transfieren más de 2 o 3 embriones como se hacía antes; hoy las probabilidades de embarazos múltiples es muy baja. En cuestión de dinero, asombrosamente mientras se debatía en el Senado, nos enteramos que las provincias tienen mucho miedo de los costos y sus presupuestos provinciales; y lamentablemente se decía que esa postura también la tiene el Ministro de Salud, Manzur, que parece cuida las cuentas antes que el acceso a la salud. Y como dije antes, bajo el desconocimiento de las técnicas actuales. Un poder, hoy más grande en el país, y que sigue teniendo injerencia en las políticas públicas, es la iglesia, y grupos ultra religiosos, que se oponen fervientemente a todo tipo de tratamiento.
APU: Cómo actúa la iglesia en este tema? y ¿Podrías identificar cuáles son los legisladores que repiten ese discurso, que quizá escucharon en el congreso?
GH: Algunos grupos ultrareligiosos (pro-vida) expusieron en las comisiones durante el tratamiento de los proyectos de ley de fertilización. Pero su mayor presión la hicieron con los Senadores, que generalmente tienen mucha relación con los obispos de sus provincias. Estos grupos en primera instancia hablan de que la vida es exclusiva obra de Dios... después pasan a ser más agresivos y mentirosos, acusándonos de genocidas (por el tema de los embriones congelados), de manipuladores de genes, etc., etc.
APU: El congelamiento de embriones conlleva una problemática ética respecto a de quiénes son los mismos ¿Tienen una postura al respecto como Asociación civil o vos en particular? ¿Qué sucede si una pareja se separa y uno de los dos no quiere gestar el embrión congelado?
GH: Primero, hoy la situación es más compleja, porque no hay ley alguna. Ya hubo problemas con una pareja que tenía embriones congelados; él murió y ella quería que le transfieran esos embriones. Hoy las clínicas te obligan a pagar el mantenimiento del congelamiento, pero si dejás de pagar no quieren destruirlos, de manera oficial. En cuanto a los embriones, como decía antes, en el mundo los tratamientos tienden a tener la menor cantidad de embriones congelados. Desde una estimulación más cuidada, moderada; el avance en la idea de congelar óvulos y esperma por separado; y en la futura legislación (acá, en otros países ya existe) sobre la donación de embriones.
APU: Hay quienes se preguntan lo siguiente ¿Por qué no adoptar?
GH: ¿Por qué no? Todos tenemos la posibilidad de la adopción, un gran acto de amor que se hace en el país desde hace años. Pero no debe tratarse como "premio consuelo" para parejas que tienen dificultades para concebir, que no es lo mismo que no pueden concebir. Esa es una gran diferencia. Las pacientes que padecen infertilidad tienen alguna patología, y el acceso a la salud le podría dar solución y la gracia de poder tener sus hijos. Y en algunos casos, como el mío y de mi mujer (Tere), que no pudimos tener hijos, se recorre el camino de la adopción. La semana pasada nos informaron que fuimos admitidos (después de un año de trámites y entrevistas) como aspirantes a adoptar. Ahora nos toca esperar ese llamado que cambia la vida.
Sin embargo, te avisan para que quede claro, que ese llamado puede tardar meses, años o puede no llegar nunca. Así te los dicen. Y para los que te dicen... "si está lleno de pibes en la calle que..." Yo en los talleres de aspirantes a adopción pregunté cuántos aspirantes hubo en el último año (2011 en ese momento), la respuesta fue 1400. Y entonces pregunté cuántos niños se habían dado en guarda en es 2011; y la respuesta fue: 72.
APU: Una muestra más de la necesidad urgente de modificar la Ley de adopción, como solicitó la Presidenta.
GH: Totalmente.
Qué proponen
El proyecto de ley que promueve SUMATE A DAR VIDA establece lo siguiente: "Art. 1.: En todos aquellos casos en que la aplicación de las técnicas de Reproducción Humana Asistida sean requeridas, las Obras Sociales y Empresas de Medicina Prepaga deberán cubrir dentro del PMO (prestaciones médico obligatorias) : los estudios necesarios de diagnóstico de la infertilidad; el tratamiento y otros estudios requeridos; el material descartable; los procedimientos terapéuticos de Reproducción Humana Asistida de alta y baja complejidad; posibles complicaciones; el embarazo, trabajo de parto, parto y post-parto; cuidados neonatales y la medicación correspondiente en todos los casos
Art. 2: De forma”